El 20 % de los estudiantes universitarios son hijo de padres que no tienen educación terciaria y la tendencia es que, dentro de unos años, se llegue a que, el 50 % de los universitarios sea hijo de padres no universitarios. Este dato considerado muy relevante y removedor por el gobierno, fue dado a conocer en el último Consejo de Ministros del año por el titular de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich.
Cuando el presidente José Mujica lo escuchó se apuró a decir algo que ya tenía preparado anunciar en la reunión del gabinete: “Hay que escuchar a la gente y empujar en el Senado el proyecto de ley que crea la Universidad de la Educación y para eso, vamos a acordar que las autoridades sean de carácter provisorio”, informó Mujica, desanudando el proyecto original enviado por el Poder Ejecutivo Mujica y que establecía otra conformación en el consejo directivo pero que no era de recibo de parte de la oposición.
Mujica encomendó al propio ministro Ehrlich a que se reúna con la bancada oficialista en el Senado a fin de tender los puentes necesarios con la oposición para apurar el trámite legislativo de la nueva casa terciaria de estudios, que se suma a la Universidad de la República y la Universidad Tecnológica.
En ese sentido, el gobierno accederá a los reclamos de blancos y colorados representados en el Senado, en el sentido que el cogobierno de la nueva y tercera universidad pública que tendría el país sería de carácter provisorio y estaría conformado durante los primeros tres años con tres delegados del Poder Ejecutivo que tendrá mayoría, más uno de los órdenes docentes, egresados y estudiantes.
El proyecto de ley que crea la Universidad de la Educación ya fue aprobado en la Cámara de Representantes el pasado mes de octubre. Desde entonces fue derivado al Senado y descansa allí en la Comisión de Educación porque no hay acuerdo entre oficialismo y oposición para su aprobación.
Tal como fue aprobado en la cámara baja, el articulado iría camino al fracaso porque se requieren 2/3 del total de componentes de la cámara para su sanción y, con los únicos 16 votos a favor de la izquierda, eso es imposible.
Para aprobarse se necesitan 21 votos que se obtendrían del total del Frente Amplio más los cinco de la bancada del partido Colorado: tres de Vamos Uruguay (Pedro Bordaberry, Ope Pasquet y Alfredo Solari) y dos de Propuesta Batllista (José Amorín Batlle y Tabaré Viera); que anunciaron su acompañamiento a la ley siempre y cuando se modificara la integración del consejo directivo de la nueva Universidad; algo que ya el viernes pasado el gobierno anunció su disposición al cambio.
Bordaberry, tras la aprobación de la ley en Diputados, comentó que “no somos conservadores y pensamos que es positiva la creación del nuevo instituto universitario de formación docente”, pero aclaró que hay diferencias sobre la forma del cogobierno. y se buscará tener mayorías en el próximo período su modificación. “Creemos que se puede crear y luego modificar la forma de cogobierno, porque no queremos que Uruguay se quede sin la posibilidad de tener una Universidad de la Educación”, expresó el líder de Vamos Uruguay.
A la inversa
Con los votos del Frente Amplio y del Partido Colorado, los diputados ya aprobaron la Universidad de la Educación, la que se encargará en el futuro de la formación docente de todo el país. El Partido Nacional votó en contra. Este trámite en la cámara baja se dio a la inversa de cuando en el mismo ámbito parlamentario se votó la Universidad Tecnológica: votaron a favor blancos y frentistas y, en contra, los colorados..
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