Esto significa que las AFAPs podrán comprar tierras, que luego arrendarán a los pequeños productores lecheros, para darles sostenibilidad en el negocio.
Durante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores el ministro explicó que “la filosofía que hay detrás de este proyecto radica en que, en general hoy ninguna hectárea de tierra se puede pagar o comprar con lo que ella misma produce”, aseguró.
En ese sentido explicó que “la única manera de comprar una hectárea más es teniendo un proceso de acumulación del propio sistema, o recibiendo una inyección financiera externa”. Es por ello que se apuesta a los fondos previsionales generados en las AFAP como posibilidad para comprar tierras.
“Lo que se propone acá no es financiar la tierra para que la compre el lechero sino dar estabilidad al productor”, enfatizó durante la reunión.
Indicó que “la idea es generar un instrumento para que el administrador de recursos previsionales, que razona en lógicas de treinta o cuarenta años, que no tiene el objetivo rentista de corto plazo porque tiene capacidad de ahorro a largo plazo, pueda destinar parte de sus recursos a la compra de tierras”, reiteró el secretario de Estado.
En tanto, el subsecretario de la misma cartera, Enzo Benech, durante dicha sesión de la comisión señaló que, el que en aquel momento era un proyecto de ley, implica la participación de un sector “muy especial de la actividad agropecuaria del Uruguay”, en referencia a la lechería.
“Tiene un dinamismo muy especial y ha crecido mucho en forma sostenida”, añadió.
“Hoy la producción se ha incrementado en base a productividad en la lechería: tenemos un área un poco menor, pero tenemos mayor eficiencia productiva”, señaló. También explicó que se trata de un sector que ganó en el último tiempo mercados de exportación.
“Ha pasado de ser un sector muy protegido, que en sus inicios producía para el abasto interno, a uno con un perfil netamente exportador, que está vendiendo a muy buenos precios a nivel internacional”, expresó durante la reunión el subsecretario de Ganadería.
Tanto el ministro como el subsecretario también apuntaron a varios inconvenientes que se comenzaron a generar en los sectores primarios en los últimos años, producto de una mejora en la situación general del sector.
“Estamos en un país donde el valor de la tierra pasó de US$ 300 a US$ 6.000 en la zona lechera. Estamos en un mundo que cambió, que demanda proteínas animales, pero también producción láctea; y en un sector lechero que es tal vez el más dinámico en términos de innovación tecnológica y que tiene un altísimo grado de integración”, subrayó el ministro.
Pidió no “perder de vista que en los últimos cinco años la producción lechera aumentó en un 47,8 % su producción física”, casi enteramente en productividad, es decir sin dotación de nuevos recursos.
“En ese proceso se han perdido algunos productores, normalmente los que no tienen escala”, aseguró Aguerre y sostuvo en esa línea que la lechería “es una actividad que puede ser rentable con superficies no muy grandes”.
Pero en esta línea es fundamental resolver “el problema que pocas veces se ha atendido y para el cual se requiere capacidad propositiva: los desafíos del relevo generacional”, explicó el ministro durante la reunión.
En tanto, el subsecretario Benech añadió que “es por todos conocida la situación de la agropecuaria, el tema de los precios de la tierra, los incrementos que se han registrado y los aspectos que tienen que ver con la escala en los sistemas productivos, incluida la lechería”.
En esa línea apuntó a los datos revelados en el último censo agropecuario que revelan “algunos indicadores de pérdida de productores, sobre todo los más chicos” y, entre ellos, varios productores lecheros, señaló.
“No es sencillo, hasta diría que es imposible, para un productor lechero chico hacer frente a la compra de tierra, dados los precios actuales”, aseguró. Y señaló que esto se da incluso más si intenta pagarla con la producción lechera.
“Por esta razón desde el ministerio se trabajó bastante en la elaboración de este proyecto de ley mediante el cual se intenta generar una herramienta para ayudar a algunos productores que tienen problemas de escala, o problemas sucesorios o generacionales”, aseguró.
Justamente, con referencia a los problemas sucesorios o generaciones, Benech se refirió especialmente a los problemas que surgen cuando un productor chico que tiene varios hijos fallece, y que luego a estos les resulta difícil mantenerse en la actividad por la división de la superficie entre la cantidad de hijos que tienen. “Esta puede ser una herramienta que ayude”, aseguró el subsecretario en este sentido.
Aguerre, por su parte, ilustró el caso con un ejemplo concreto: “Estoy hablando del tambero que tiene 100 hectáreas, que es viable con esas hectáreas y 4 hijos: uno de ellos trabaja con él en el tambo y, de los otros, uno es médico, otro maneja un taxi y la hija está en Australia. Un día, cuando falte el padre, se dan cuenta de que tienen veinticinco hectáreas, que hoy valen US$ 200.000. Entonces, el que maneja un taxi o la que está en Australia reclaman lo que les corresponde por derecho y se discontinúa una empresa que tenía una escala”. Sobre estos puntos ataca el proyecto, al permitir que los productores amplíen su escala teniendo la posibilidad de arrendar tierras del fideicomiso, explicó el ministro.
Buenos antecedentes
Sobre el porqué de la opción por hacer el fideicomiso específico para la lechería, Benech explicó que “hay antecedentes muy buenos de este sector que lo justifican: los lecheros ya han tenido dos fondos de apoyo, que han sido repagados antes de los plazos de vencimiento, porque la cadena está integrada”, indicó.
“El lechero tiene que ordeñar todos los días, remite su leche, hay una industria atrás y puede retener de la remisión el importe del pago de su cuota. Así ha funcionado”, remarcó. En ese sentido, para Benech esto, “a quien pone la plata le da una garantía de cobro, que no es un tema menor”.
Negocio inmobiliario
En tanto, respecto al negocio que implica para los trabajadores que tienen su dinero en las AFAP, Benech apuntó hacia el negocio inmobiliario que implica la compra de la tierra. Señaló que, para el inversor, “el negocio no está solo en la renta o en el interés que pueda cobrar por la plata, sino en el negocio inmobiliario, porque el precio de la tierra sigue subiendo”, lo que indica que habrá interés en invertir en el proyecto.
Con respecto a los pagos por concepto de renta, Benech señaló que desde el ministerio creen que, “si bien a los productores lecheros se les dificulta la compra de tierras, es posible que paguen buenos arrendamientos y logren ser competitivos en la actividad agropecuaria, con los buenos precios que hoy tiene la agricultura, o con la ganadería”.
“De esta forma, entonces, les podríamos estar dando algunas condiciones de competitividad”, auguró Benech en ese sentido.
Complementario a Colonización
Respecto a una eventual competencia con el Instituto Nacional de Colonización, Benech señaló durante la reunión de la comisión de la Cámara Alta que el fideicomiso será “una herramienta complementaria a lo que hoy se está haciendo en el país en materia de tierra”.
Dijo creer que se trata de “una herramienta distinta y complementaria” a lo realizado por el Instituto Nacional de Colonización y señaló que respecto al tema “no hay cosas raras”, descartando pujas entre el ministerio y el instituto.
El ministro se expresó en el mismo sentido: “esto no debe interpretarse como algo competitivo con los cometidos del Instituto Nacional de Colonización, sino como complementario. El Instituto compra con recursos presupuestales y lo que nosotros proponemos es una figura complementaria que permite captar el ahorro apostando a una lógica de valorización del activo tierra a largo plazo”, aseguró Aguerre.
FRASES
“Estamos seguros de que en el sector lácteo este sistema va a tener éxito, y ojalá este éxito más el desarrollo de mejores relaciones contractuales y de encadenamiento en otros sectores -por ejemplo, el ganadero- nos permita securitizar flujos que posibiliten el acceso a la tierra”.
Tabaré Aguerre, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.
“Nos parece que hay unos cuantos antecedentes favorables y por eso lo hemos planteado así y lo estamos apoyando fuertemente. Hemos recibido el beneplácito de los productores en general; por supuesto que puede haber matices, pero con quienes hemos hablado han respaldado esta iniciativa”.
Enzo Benech, subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
“El fideicomiso de tierras para la lechería lo vemos con buenos ojos porque complementa el espectro de productores para tomar tierras. También lo vemos con buenos ojos porque estamos usando recursos que mayoritariamente serían de las AFAP, es decir, una integración de recursos genuinos a una producción genuina que hacemos acá, que no sale como commodities sino como exportación con valor agregado”.
Walter Frisch, Asociación Nacional de Productores de Leche.
“Creemos que el negocio final no es por el lado de la propiedad social de la tierra en la lechería, sino por el de los productores que en un futuro tengan la opción de comprar la tierra y de hacerse de ese capital que cada uno proyectó para sí”.
Horacio Leániz, presidente de la Cámara Uruguaya de Productores de Leche.
Fuente: La República
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