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domingo, 14 de enero de 2018

PUNTA DEL ESTE: UNA FACETA QUE NO SE SUELE VER


Un grupo de jóvenes menores de edad y además alcoholizados obligó a cortar el servicio de ómnibus a La Barra en la noche del pasado miércoles. El guarda no podía disimular el miedo. Un botellazo había entrado por la ventana del ómnibus y había lastimado a una joven. Del otro lado, unas 200 personas se abalanzaban sobre el vehículo y golpeaban los vidrios: "Hijo de puta, hijo de puta", gritaban. Lo único que protegía al funcionario de la violencia eran las puertas cerradas, sobre las que se amontonaba cada vez más gente. "Si abro va a haber una avalancha", decía el hombre. Y no abrió más.