En octubre de 2014, 5 familias sirias llegaron a Uruguay, en un plan para ayudar refugiados impulsado por el entonce presidente de la república, José Mujica. Una de ellas decidió dejar el país y viajar a Serbia. Luego de 10 meses en Uruguay, la familia siria que vivía en Piriápolis decidió irse del país. Es la misma familia que fue denunciada por Beatriz Jaurena, ex edila del Frente Amplio, por no enviar a sus hijas mujeres a la escuela, pero si hacerlo con el varón. Enviar a todos los hijos a la escuela, sin diferencia de género, era una de las obligaciones que tenían las familias sirias refugiadas en nuestro país.