Los uruguayos generan anualmente una riqueza
que equivales 1,9 veces al Producto Interno Bruto (PIB) (algo menos de
US$ 100.000 millones) y el 62% se concentra en el 10 % más rico de la
población. A su vez, la cuarta parte de la renta neta está en manos del
1% superior y más de la mitad de ese 25 % pertenece al 0,1 % de la
población más rica (unas 2.500 personas).
Los números fueron revelados por un trabajo del
economista e investigador Mauricio De Rosa denominado "La distribución
de la riqueza en Uruguay. Una aproximación por el método de
capitalización" presentado en la VIII Jornadas de la Red sobre
Desigualdad y Pobreza de América Latina y el Caribe (Capitulo de
Uruguay).
Para el estudio se tomó en cuenta la riqueza anual
generada por tres actividades: empresarial, inmobiliaria (inmuebles y
tierra) y financiera. Partiendo de las cifras registradas en la
Dirección General Impositiva (DGI) de ingresos por renta de cada persona
correspondientes al 2012, De Rosa reconstruyó la riqueza individual
aplicando a los ingresos un factor de capitalización inverso a la tasa
de retorno.
El investigador explicó que debió imputar una
importante cantidad de ingresos para alcanzar el total de población
adulta uruguaya (aproximadamente 2,5 millones de personas) dado que la
DGI tiene datos únicamente de los trabajadores formales, jubilados y los
individuos con ingresos por rentas de capital.
Para el cálculo de ese
otro segmento de la población se utilizó la Encuesta Continua de Hogares
(ECH), prediciendo la riqueza media de cada individuo en base a 58
celdas de edad y sexo.
Los resultados del estudio revelaron que la renta
generada por los uruguayos es mayormente de tipo inmobiliario, con un
85 % de la riqueza total anual, repartiéndose el resto en partes iguales
entre la financiera y la empresarial. De Rosa indicó que este reparto
"era esperable" dado que Uruguay es un territorio con abundante tierra.
Como referencia internacional, la riqueza neta
generada anualmente en Uruguay en relación al PBI (1,9 veces) es
inferior a la registrada en los países desarrollados donde se hizo este
estudio, que multiplicaron su PBI entre cinco y siete veces. De Rosa
apuntó que los números de Uruguay son más parecidos a los obtenidos por
los países desarrollados en la década del 70.
Respecto a la concentración observada en los
resultados, el investigador la consideró "muy alta".
A modo de
comparación, si en lugar de rentas se miden los ingresos anuales de los
uruguayos, el 1% superior obtiene el 14% de los ingresos totales (cuando
en la riqueza asciende al 25%).
Además, cruzando datos de ambas bases se llega a ver
"bastantes coincidencias entre los poseedores de altos ingresos y los de
gran cantidad de riqueza". De hecho, la mitad del 0,1% de mayor riqueza
integra a la vez el 0,1% de mayores ingresos. Se trata de "unos mil y
pico de personas, en su mayoría varones" que concentran buena parte de
los ingresos y la riqueza del Uruguay, señaló De Rosa.
Por otra parte, el trabajo determinó que la riqueza
inmobiliaria es la menos concentrada y mejor distribuida de las tres
familias de renta, dado que el 1% superior acapara el 17% de la riqueza
total de este tipo. Mientras que la renta financiera presenta una mayor
concentración, con el 80% del total en manos del 1% más rico y más de la
mitad en manos del 0,1% superior.
El tipo de riqueza peor distribuida es la
empresarial, ya que en cualquiera de sus formas de cálculo — por
capitalización promedio, por secciones de empresas y por naturaleza
jurídica— el 1% más rico obtiene el 99% de la renta neta generada en un
año. A su vez, casi el 90% pertenece al 0,1% superior.
De Rosa explicó que existe "una cartera de riqueza"
para el 99,9% de la población que es básicamente inmobiliaria,
irrumpiendo en el 0,1% restante las rentas empresariales y financieras.
De pesar más de 80% la riqueza inmobiliaria en el primer caso, pasa a
abarcar el 35% del total si se suma ese 0,1% con predominio de los otros
dos tipos de renta.
Respecto a su incidencia en la distribución, el
estudio deja ver que la riqueza financiera y empresarial explican más de
las tres cuartas partes de la desigualdad total observada en Uruguay en
términos de renta anual.
A modo de conclusión, el investigador a cargo del
estudio consideró que los resultados respecto a la concentración de la
renta "están alineados con lo que esperábamos para Uruguay" en base a
estimaciones preliminares y otros estudios realizados sobre el tema.
Aunque marcó que la participación en la renta neta
anual del 1% superior (25%) se ubica en la parte baja en la comparación
internacional con estudios idénticos realizados en otros países, donde
ese segmento de la población accede generalmente a entre el 20% y 40% de
la riqueza total, lo cual demuestra la inequidad absoluta existente en esos países. América está considerado el continente con la pero redistribución.
Fuente: El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario