"Una amiga me propuso entrar, me dijo que con poner US$ 1.400 ganaría en un mes US$ 11 mil, y entré", contó una profesional que vive en La Paloma. Como ella, cientos de mujeres mordieron el anzuelo y quedaron con las manos vacías. "La estafa no es nueva, pero se sigue extendiendo por América Latina, desde Argentina hasta México, Chile, Colombia, Uruguay o Ecuador", informó BBC este miércoles.
¿Cómo
funciona? Cada grupo se inicia con ocho nuevos integrantes, llamados
fuegos, que deben aportar un monto determinado de dinero y se suman a un
grupo de WhatsApp. Ese fondo es cobrado por una sola mujer, que está en
un nivel superior, en el centro, en el lugar del agua.
Luego de pagar, cada nuevo integrante debe conseguir dos personas más
para reproducir el sistema. Si se consiguen nuevos interesados de forma
continua, el sistema se multiplica y crece, hasta que aquellos que
comenzaron como fuego avanzan de nivel, se convierten en agua y reciben
ocho veces lo que aportaron, sin firmas ni documentos.
Aunque
la cifra con la que se ingresa y el nombre del grupo puede variar (flor
de la abundancia o fractal), la promesa siempre es la misma: en un mes
cobrarás ocho veces lo que "regalaste". Para ingresar a los mandala que
llegaron a La Paloma hay que "dar" US$ 1.400. La integración puede ser
cara a cara, en ceremonias, donde los fuegos entregan su dinero al agua,
pero también por otras vías. Las teleconferencias por Skype son una de
ellas.
Cada
integrante tiene un rol que se define por el nivel en el que está. El
fuego debe dar; el viento, atraer nuevos fuegos para que el sistema se
reproduzca; la tierra, apoyar a vientos y fuegos; y el agua, recibir.
Una vez que los fuegos suman nuevos integrantes, se convierten en
viento; y los vientos en tierras y las tierras en agua. Cuando se
completa el ciclo, los mandalas pueden "reciclarse" y el agua
convertirse otra vez en fuego. "Suena maravilloso, es muy fácil",
promete la voz.
Los problemas comienzan cuando las mujeres que entraron en el mandala no consiguen dos interesados más que permitan que el sistema siga creciendo. En ese momento, el mandala se corta y la estafa se concreta: ocho pagaron y cobró una sola.
En La Paloma, algunas mujeres cobraron y el rumor se expandió en semanas. Sin embargo, decenas pusieron su parte y no lograron convertirse en agua para cobrar. Por esta tranca, surgieron otros mandalas más accesibles, de US$ 190, $ 5.000 y $ 1.000, que aceptan a hombres y dejan de lado los sueños de unión y rebelión femenina.
Fuentes policiales informaron a El Observador que la maniobra puede considerarse un delito o no, dependiendo del juez, quien debe valorar si existieron "estratagemas o engaños artificiosos" que induzgan "en error a alguna persona" (artículo 347 del Código Penal). Llegar a la punta de la madeja, al creador de la estafa, parece hoy una utopía. En esta pirámide florida, las víctimas son victimarios en potencia.
Pirámide en Rivera
La
compañía GetEasy concretó una estafa piramidal en Portugal, España y
Brasil, desde donde llegó a Rivera. Tras cinco denuncias, una pareja
riverense fue indagada en 2015 pero el juez archivó la causa.
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