La NSA se infiltró en las bases de datos de Google y Yahoo. Ambas empresas ofrecieron a la Agencia de Seguridad Nacional yanqui acceso a sus servidores, en el llamado programa Prisma, a cambio de que Washington se hiciera cargo de los gastos. Pero, con informaciones sustraídas por el ex analista Edward Snowden, la agencia encontró otra forma de vulnerar la seguridad de los ordenadores de las 2 compañías.
Estas empresas, que reciben gran parte del tráfico mundial de internet, reparten sus centros de datos en oficinas situadas en los cinco continentes. Según la documentación filtrada por Snowden, la NSA consiguió vulnerar la protección de los datos de las conexiones entre estos gigantescos conjuntos de ordenadores y obtener, literalmente, millones de registros.
En solo un mes, entre el 9 de diciembre de 2012 y el 9 de enero de 2013, el espionaje yanqui obtuvo más de 180 millones de nuevos registros, que van desde "metadatos" (por ejemplo, quién ha enviado un correo electrónico a quién, cuándo y desde donde) hasta correos electrónicos completos, mensajes de audio y de vídeo.
En una de las diapositivas filtradas por Snowden, la NSA afirma haber conseguido vulnerar la llamada Capa de Protección Segura (SSL, en sus siglas en inglés), el "espacio" técnicamente seguro que tiene un usuario de ambas empresas una vez introducida la contraseña. Según el documento de la inteligencia yanqui, Google no codifica los datos entre sus ordenadores, por lo que, una vez rota esa capa, tiene acceso a toda la información.
Ambas empresas afirmaron que sus conexiones son seguras, aunque Google ha señalado estar "muy preocupada" por las acusaciones del The Washington Post, y que está reforzando el cifrado de la información enviada entre sus centros de datos. La NSA, por su parte, no se ha pronunciado acerca del reportaje.
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