Giovanni Dal Molin dio inicio a su reclamo para poder retornar a su país en las calles de Montevideo, frente al consulado de Italia, soportando frío y lluvia, con un cartel que decía: "Italiano, 85 años, quiere regresar a su país". El 5 de junio, el diario montevideano El País recogió su historia y palabra, que horas después comenzarían a replicarse fuera de fronteras, sobre todo en los medios italianos.
"Hace cuatro años que vengo pidiéndole al consulado que me dé un pasaje para irme, ya que tengo 85 años y quiero pasar mis últimos días en la tierra en la que nací. Pero encontraron todas las excusas que se pueda imaginar para no darme el pasaje. Me dicen que están haciendo todo lo posible para que me vaya, pero hace cuatro años que estoy con esto y no pasa nada", dijo Giovanni a El País. Hace 10 años llegó a Uruguay, y 6 que vive en los fondos de la parroquia "Nuestra Señora de la Asunción, madre de los migrantes", ubicada en Luis Alberto de Herrera 2231.
En su particular historia de vida, Dal Molin cuenta una y otra vez, con asombrosos detalles, el final de la Segunda Guerra Mundial (1945) que lo encontró combatiendo contra los nazis, incluso siendo menor de edad (16 años).
Después de conocer la guerra y la cárcel, vivió en México, Panamá y Estados Unidos.
El anuncio.
El alcalde de Belluno, James Massaro, hizo el anuncio en el perfil institucional de su ayuntamiento. Y la noticia lentamente comenzó a tomar trascendencia.
También el diario Corriere delle Alpi se hizo eco de la nueva historia: "De acuerdo con todo el concilio se ha recibido el mandato de la oficina para preparar los documentos legales necesarios para recibirlo en una estructura de Belluno, a expensas del ayuntamiento, por lo que el ministerio le puede dar la luz verde para volver", publicó ayer el periódico en su página de Internet.
"El Ayuntamiento de Belluno, de hecho, ya esta mañana formalizó la resolución por la que se acopla (económicamente) para asegurar una antigua morada partidista. Actualmente alojado en una estructura religiosa en Montevideo, Dal Molin podrá ser ubicado en el hogar de Gaggia Lante, al menos durante los primeros seis meses, el tiempo suficiente para desbloquear el proceso burocrático", añadió el periódico Corriere delle Alpi.
La imposibilidad de Dal Molin de indicar un domicilio fijo en su solicitud de repatriación, fue uno de los temas que le impidió al Consulado de Italia en Montevideo emitir una visa para su regreso.
"Ya estamos instruyendo las prácticas", explicó el vicealcalde Thomas Zampieri. "Nos pareció que era el deber de actuar, aunque en casos muy excepcionales, para cumplir con las dificultades de nuestro conciudadano, causadas por una legislación poco cercana a los problemas de la gente. Será recibido por la ciudad, la que lo destinará, inicialmente, a un centro para la tercera edad", añadió.
Para llevarlo a esta residencia de ancianos, la región de Belluno puso a disposición un fondo de 7.500 euros, "suficiente para cubrir los costos de los primeros seis meses en un hogar o centro similar", explicó Carlo Wanderers, jefe del sector municipal que comprende los servicios sociales.
"Su destino aún debe ser evaluado, al no conocerse su estado, no somos capaces de saber aún si es o no autosuficiente, por lo tanto, después de la evaluación podrá ser asignado a la estructura más adecuada. Lo que sabemos con certeza, sin embargo, es que Dal Molin no tiene ingresos ni pensión asistencial. En tal caso, la asistencia, debe ser total", agregó.
No obstante, el funcionario aclaró que "la ciudad sin duda no puede hacerse cargo del Sr. Dal Molin indefinidamente".
Y puntualizó: "En el futuro será posible gracias al aporte de otras materias. Se debe recordar que la comuna no tiene la obligación de aceptar este honor; sin embargo, lo hace solo por razones humanitarias".
En Montevideo.
Mientras tanto, se prepara para el próximo 19 de julio, a partir de las 20:30 en el Club Colombes (Carlos María de Pena y Molinos de Raffo), un espectáculo para recaudar fondos para que Giovanni viaje a Italia con un respaldo económico. Se anuncia la presencia, entre otros, de Los Diablos Verdes, grupos de danza italiana y de tango.
Abuelo italiano vuelve a su país, Giovanni Dal Molin, excombatiente de la Segunda Guerra Mundial, Consulado de Italia en Montevideo, Belluno
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