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domingo, 27 de octubre de 2013

REPUBLICANOS: ULTRA DERECHA YANQUI ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

En las últimas elecciones realizadas en Usamérica, fue claro como el voto de los latinoamericanos residentes en Usa, lo auparon a Obama por segunda vez a la Casa Blanca. Ahora Barack Obama, llamó el pasado jueves al Congreso a aprobar 'este año' una reforma migratoria para regularizar la situación de millones de inmigrantes indocumentados.



La reforma “es buena para nuestra economía, buena para nuestra seguridad nacional, buena para nuestro pueblo y deberíamos hacerlo este año”, dijo Obama en la Casa Blanca.

Por segunda vez en una semana, Obama volvió a la carga sobre esta promesa electoral, intensificando la presión sobre la Cámara de Representantes, en manos de la oposición republicana, para que siga el ejemplo del Senado, que aprobó un proyecto migratorio en junio.

“No esperemos. No se hace más fácil con solo aplazarlo. Hagámoslo ahora, no lo retrasemos”, afirmó.

“Hagámoslo y de una manera bipartidista”, señaló el mandatario, a pocos días del fin de una pugna política que provocó el cierre parcial del gobierno por más de dos semanas y dejó al país al borde del default.

A los republicanos, que recibieron un golpe de opinión pública durante la crisis, les recordó el apoyo mayoritario a la reforma entre la población.

“Echen una mirada detallada a las encuestas, porque el pueblo estadounidense apoya esto”, dijo sobre el plan de sacar a millones de inmigrantes ilegales de las sombras.

Contrareloj

Pero a cinco semanas del fin del periodo legislativo, el tiempo se reduce para aprobar la debatida reforma, antes del retorno de las luchas partidistas en las elecciones legislativas de 2014.

Los demócratas en la Cámara presentaron a inicios de octubre una propuesta similar a la del Senado, pero hasta ahora no ha recibido el apoyo del otro lado del pasillo.

El presidente de la cámara baja, John Boehner, ha dicho que no pondrá a votación una ley general, y en cambio propone discutir pequeñas reformas separadas.

Los republicanos se oponen principalmente a una vía a la ciudadanía a los 11 millones de sin papeles, que ven como una amnistía, y que está contemplada, bajo estrictas condiciones, en el texto del Senado.

Ese proyecto contempla también una fuerte militarización de la frontera con México, una concesión que hicieron los senadores demócratas para lograr el apoyo de sus colegas republicanos.

“Ahora le toca a los republicanos en la Cámara decidir si la reforma se convierte en realidad o no”, dijo Obama, reelecto en noviembre de 2012 particularmente gracias al apoyo de los latinos, muy susceptibles al tema migratorio.

“Lo que no podemos hacer es barrer el problema debajo de la alfombra una vez más, y dejarlo a que otro lo resuelva en algún momento en el futuro”, subrayó.

Los republicanos, que hasta ahora habían contemplado reformas puntuales a la seguridad fronteriza o el sistema de visas, podrían introducir la semana próxima un proyecto que toma en cuenta la condición de las personas que viven ilegalmente, ante la opción de seguir perdiendo votos en la comunidad latina.

El texto contemplaría otorgar un estatus legal de 6 años a los inmigrantes indocumentados, anunció el miércoles el congresista Darrel Issa al diario Politico.

“Está a medio camino, y siempre lo ha estado, entre amnistía completa y simplemente rechazar gente”, dijo Issa.

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