Una guerra campal estalló ayer miércoles en Atenas a raíz de la manifestación de miles de personas por el asesinato de un militante izquierdista a manos de un neonazi, ocurrido durante la madrugada en Keratsini, un suburbio al sur de la capital. La víctima era un artista de 34 años llamado Pavlos Fissas. El agresor, un hombre de 45 años, detenido poco después del ataque, confesó pertenecer al partido neonazi Amanecer Dorado, que cuenta con 18 de los 300 diputados del Parlamento griego.
La pelea que acabó con la vida del músico, según la policía, empezó al finalizar la retransmisión de un partido de fútbol en un bar. Los atacantes iban vestido de negro y llevaban ropa de camuflaje, un atuendo típico entre los militantes de Aurora Dorada.
Uno de ellos infligió dos puñaladas en el pecho de Fissas.
'El 18 de septiembre de 2013 tiene que ser visto como un toque de atención para que la Democracia griega, las instituciones del país y sus ciudadanos despierten', escribió el comentarista del diario griego Kathimerini, Nikos Xydakis, en un editorial titulado La línea roja.
'No se trata de la demostración de poder y de liderazgo en las calles de barrios de clase obrera; ni de una guerra entre forofos. Esto es un caso de desestabilización de la legalidad, una negación práctica de la democracia, una lógica extensión de las prácticas políticas de los que niegan el Holocausto y que hubo personas asesinadas en la revuelta de la Politécnica de Atenas contra la junta militar en 1973', escribe Xidakys, interpretando el pensamiento de muchos que, durante estos últimos dos años, desde que Aurora Dorada consiguió los escaños en las últimas elecciones; alertaron del riesgo que suponía una formación política que es tercera en los sondeos de intención de voto.
'También una crisis tiene sus líneas rojas', concluía el comentarista. El asesinato del joven rapero es una de ella, aunque no es la primera vez que se relaciona Aurora Dorada con episodios de violencia. En enero un joven paquistaní fue apuñalado a muerte en el centro de Atenas y en casa de uno de los detenidos por el asesinato fueron encontradas octavillas del partido. La semana pasada la policía detuvo a algunos miembros del partido acusados de atacar a militantes comunistas.
Pero la reacción del Gobierno y de las demás fuerzas políticas de Grecia fue ayer más contundente. Todos coincidieron en acusar del crimen a la formación neonazi que tachó las acusaciones de 'miserables'. 'Este abominable asesinato ilustra claramente las intenciones del neonazismo', dijo el ministro de Orden Público, Nikos Dendiás, quien, tras el suceso aplazó una visita oficial a Italia.
Dendias también anunció una iniciativa legislativa para revisar los artículos 185 y 191 del Código Penal griego, que definen lo que son legalmente 'organización criminal' y 'banda armada'. La medida pretende afectar a Aurora Dorada.
Los disturbios más graves se han producido en Keratsini, cerca del lugar del homicidio.
La policía respondió con gases lacrimógenos al lanzamiento de palos y piedras por parte de militantes de extrema izquierda. Otros enfrentamientos se registraron en Salónica y Patrás. Horas antes, cerca de 5.000 personas se concentraron en una plaza cercana al lugar del crimen para protestar contra el asesinato.
La manifestación se ha producido el día en que los sindicatos han vuelto a salir a la calle en contra de los despidos en el sector público y las políticas de austeridad del Gobierno de Antonís Samarás. 'Hoy ha sido Pavlos', rezaba un cartel en Keratsini. 'Mañana puede ser tu hijo, o tu amigo. Despierta'.
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