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martes, 7 de mayo de 2013

ASCENSORES EN URUGUAY, UN ELEMENTO DELICADO EN MATERIA DE SEGURIDAD


Para Julia Pereyra y los demás funcionarios de la Defensoría Pública de Familia de Montevideo,  ubicada en la calle Uruguay y Río Branco, el martes pasado fue un día de luto por la muerte de su compañera Elizabeth Machi, una administrativa de 63 años que cayó por la fosa del ascensor y murió instantáneamente.


Según contó Pereyra, se enteraron de la tragedia porque un compañero quiso ayudar a una señora con un bebito a tomar el ascensor en el piso de arriba. Al ver que el aparato no se movía, bajó por la escalera, pues dio por sentado que la puerta estaba mal cerrada, pero en planta baja se encontró que estaba  completamente abierta y vio un cadáver en el fondo.

Pereyra se acercó y vio unas telas floreadas. 'Esos son unos trapos', apuntó, pero un compañero le dijo que había alumbrado con la linterna del celular y vio que era una mujer. Dos horas más tarde, cuando los Bomberos lograron sacar el cuerpo, se constató que era su compañera.

Machi encontró la muerte de la forma más inesperada. Un paso en falso hizo que cayera por lo menos 4 metros hacia la oscuridad de la fosa de un ascensor, falleciendo por fuertes traumatismos en el cráneo y un corte en el cuello.

Se trató de uno de los dos casos fatales que, en promedio, se registran cada año, producto de un parque de ascensores obsoleto, con problemas de mantenimiento y carencia de inspectores municipales.

Sus compañeros describieron a Machi como 'una persona especial'. Dicen que 'tenía problemas, pero era buena, tranquila, sumisa, aunque era rara, de vestimenta y todo'.
Su núcleo familiar se reducía a su padre, de 95 años y una hermana con problemas psiquiátricos.

Ante lo sucedido, la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU) resolvió realizar un paro el lunes 29 de abril, al entender que el accidente 'era evitable' y que era una 'muerte anunciada', según le dijo al diario El Observador el secretario general de la gremial, Raúl Vázquez.

Al día siguiente del paro, un ascensor en el Centro de Justicia de Paysandú, que no dio abasto y se trabó, levantó otra polvareda relacionada a los problemas edilicios de las oficinas judiciales.  

'Hay que cerrarlo a palazos (literalmente) para que funcione', estableció Vázquez. Dijo que en esa oficina, como en otras, ya se habían documentado problemas que 'ponen en peligro' a los funcionarios y a los usuarios pero que han pasado años y nada se ha hecho.

La Suprema Corte de Justicia (SCJ) presentó una denuncia penal porque se descubrió que el ascensor fue dañado con un objeto punzante. Ese día hubo una asamblea sindical en el edificio.

Los 2 ascensores son mantenidos por la misma empresa, Otecas S.A., una empresa mediana fundada en 1970. El vocero de la SCJ, Raúl Oxandabarat, explicó que Otecas ofrece servicio a todo el Poder Judicial y que la ocurrencia de los 2 sucesos es casualidad.

Funcionarios de la Defensoría señalaron que un forense dijo que podría tratarse de un suicidio por la forma en que cayó. Pero una fuente de Policía Técnica dijo a El Observador que fue 'una muerte accidental. No se encontró ningún elemento que pueda dar un diagnóstico diferente'.

Pero una puerta de un ascensor no debería abrirse si no está en el piso. Los representantes de Otecas, que instaló y mantienen el ascensor desde 1994, consideraron 'rarísimo' que un ascensor cuya puerta abre para atrás, no esté en el piso y se abra la puerta.

2 altos representantes de la empresa manifestaron a El Observador que el ascensor no fallaba de la forma que describe el personal. 'Si falla lo paramos y lo cerramos', afirmó uno de los representantes. Y agregó: 'Se hace todos los meses una inspección. El 15 de abril expresamente se chequeó el estado de las puertas y esto está firmado por el intendente del juzgado'.

Los empresarios añadieron que, desde que supieron que el lugar se transformaría en una oficina pública (antes era una pequeña empresa), colocaron sensores ópticos que impiden que la gente pueda tocar la pared mientras el equipo está en movimiento, ya que el elevador tiene la particularidad de que no tiene puerta en la cabina.  

Más seguro que caminar

'El ascensor es el medio de transporte más seguro del mundo', señaló Gustavo Galisteo, gerente general de Otis, la empresa de ascensores más grande de Uruguay. En Uruguay hay 12.000 ascensores (10.000 en Montevideo, 1.500 en Punta del Este, y 500 en el resto del país).

De todas formas, en los últimos años, el viaje vertical pasó a ser más peligroso. Galisteo cuenta que el Servicio de Instalaciones Mecánicas y Eléctricas (SIME) de la Intendencia de Montevideo, ha informado de un promedio de dos muertes anuales en los últimos cinco años vinculadas al uso de ascensores. Antes esto no pasaba, explicó.

El Observador indicó que intentó consultar sobre este punto a los responsables del tema en la IMM pero no respondieron.

La empresa de Galisteo, que atiende a aproximadamente 3.000 edificios, responde 100 llamados por día por 'una caída de un llavero hasta una puerta trancada o personas atrapadas'.

Por su parte, el vocero de Bomberos, Leandro Palomeque, estableció que en promedio reciben una llamada por día para realizar algún rescate. Agregó que si bien no son muy comunes los accidentes graves, la lesión más frecuente es la pérdida de miembros por un inesperado arranque del ascensor.

El ingeniero mecánico Carlos Malcuori, con más de 30 años en el sector, expuso a El Observador que el parque de los ascensores 'es viejo'. A su juicio, esto se traduce en problemas de mantenimiento por falta de repuestos.

Un estudio realizado por Otis determinó que el 70 % de los accidentes en ascensores se da en las puertas y, en la gran mayoría de los casos, es la víctima la que los genera.

Los inspectores de la IM encargados de controlar a los 10.000 ascensores de la capital son cuatro. El Observador llegó a esta cifra a través de estimaciones de empresas del ramo, dado que el personal del SIME se negó a brindar información.

Uno de los objetivos de la IM para el período es disminuir la tasa de accidentes en ascensores y realizar 13.200 inspecciones, según informó el director municipal Juan Canessa en la Junta Departamental cuando asistió en agosto de 2011 por la rendición de cuentas.
Esto se traduce en 2 inspecciones diarias por técnico. En 2011, se realizaron 1.320, el 10 %.

Según Malcuori, como la IM tiene pocos inspectores delega los controles en las empresas.

Solo Montevideo, Paysandú y Maldonado tienen normativa específica respecto a la seguridad de los ascensores. La de Montevideo es de 1983, pero recientemente adoptó una normativa del Mercosur por solicitud de las casas instaladoras.

Para ser un agente calificado y brindar servicio técnico, certificar e inspeccionar un ascensor, el único requisito es ser ingeniero industrial mecánico. Por esto, de acuerdo al técnico que trabaja en una empresa de ascensores y que pidió no ser identificado, algunos ingenieros tercerizan su licencia en técnicos con experiencia que cobran muy poco dinero. Según supo El Observador, estas 'empresas' cobran $ 800 por mes, cuando en promedio en un edificio de 10 pisos se cobra $ 4.500.

Ascensores públicos

Malcuori expresó que en los edificios de viviendas se hace un seguimiento mayor del ascensor que en los públicos. Otro especialista que pidió no ser nombrado indicó que los criterios de las licitaciones han hecho que empeore el estado de los ascensores en las oficinas públicas:

'Como lo que se prima es el precio, terminan contratando empresas con poca experiencia y poco respaldo de equipamiento, lo que a la postre se traduce en ascensores en peor estado'.

Un ejemplo se dio unos años atrás cuando el ascensor del Instituto de Traumatología, dependiente de ASSE, tuvo una falla grande y necesitó un repuesto caro. La firma, que no pudo hacer frente a la suma, rescindió su contrato y dejó el ascensor sin arreglar.

La oficina de la calle Uruguay ahora tiene el ascensor lacrado, con cintas amarillas y una nota escrita en marcador negro: 'Atención, cuando se apaga el pulsador, el ascensor está en el piso. No intente abrir la puerta antes'.

12.000 Ascensores. Es la cantidad de elevadores instalados en el país. En Montevideo hay 10.000; mientras que 1.500 están en Punta del ESte.

70 % Accidentes. Un estudio realizado por Otis determinó que el 70 % de los accidentes en ascensores se da en las puertas.

Mantenimiento y regulación

El proceso que habilita a un ascensor se puede resumir en los siguientes cuatro pasos:
1- El constructor presenta con sus planos e informes la solicitud de permisos en el Servicio de Instalaciones Mecánicas y Eléctricas de la Intendencia de Montevideo.
2- La IM estudia el emprendimiento y si entiende que está correcto, lo habilita.
3- Una vez que el ascensor esté pronto, los responsables de la construcción, junto a un inspector de la intendencia, examinan su buen funcionamiento.
4- Una vez que se comienza a usar, la responsabilidad del buen funcionamiento del ascensor es de la empresa de mantenimiento, que puede ser o no la misma que instaló el ascensor.

'IM debería calificar mejor a las empresas'

Carlos Malcuori, ingeniero mecánico

¿Cuáles son las fallas más comunes que afectan el uso de los ascensores?

En el ascensor la premisa fundamental es que si puede pasar, pasa. Las fallas más comunes son las puertas. Nunca se rompen las poleas o los cables principales. Los ascensores nunca se caen. Nunca en Uruguay hubo un problema de que se haya muerto alguien porque se cayó el ascensor. Pero que se abran las puertas y que no esté el ascensor, eso es peligrosísimo.
Hay una llave funcionando mal. Cada tanto hay que cambiar los controles y los cables viajeros.

¿Son comunes los accidentes?

Los accidentes que ha habido son generalmente imprevisiones. Es un tema de responsabilidad. No se puede andar paseando ni jugando con el ascensor. Desde el año 1980 tuve dos casos. Uno fue en la ANP en un ascensor viejo. Para el cambio de turno le daban con un golpe de escoba unos toquecitos al contactor y el ascensor subió y le apretó un pie a una persona. Pero estaban haciendo las cosas mal. Si se van a hacer las cosas mal, cualquiera que se suba va a correr peligro.

Después me tocó el caso de unos chiquilines que estaban jugando en un edificio y murió uno. Se les cortó la luz y llamaron a los bomberos. Lo único que no tienen que hacer es sacar la puerta del pasadizo. Lo hicieron. Al mismo momento, otro bombero, arriba, aflojaba el ascensor. Un chiquilín quiso salir y lo reventó. La gente tiene que llamar a la empresa. En vez de llamar a la empresa llama a los bomberos. Los bomberos no están capacitados para esto. El bombero es una gran fuente de riesgo.

¿En qué condiciones está el parque de los ascensores de Uruguay?

El parque es viejo. Cada vez es más difícil conseguir repuestos. No digo que no sean seguros pero a la larga son un problema. Lo único que se está haciendo ahora es cambiar los controles. Antes se usaba el famoso multivoltaje. Un ascensor que funcionaba con un generador de corriente continua y un motor de corriente continua. Pero todo el mundo los está sacando porque nadie los entiende. Solo quedan tres o cuatro técnicos. Todas esas máquinas se están cambiando por frecuencia variable. Es más fácil de mantener.

¿Ve diferencias en el mantenimiento de ascensores instalados en edificios de vivienda que en edificios públicos?

En el edificio de vivienda hay un seguimiento mayor.

¿Hay otros elementos que atenten contra la seguridad de los ascensores?

Antes el equipo que manejaba la tecnología de los ascensores se formaba en UTU y en una empresa grande, como Otis. Otis fue la gran escuela. Hoy la formación de los muchachos no es la misma. Ya estamos empezando mal.

Hoy, lamentablemente, se terminan formando en todas las empresas, pero como hay una gran movilidad en el sector, las propias empresas no educan a su personal. No hay formación ni escuela de ascensores. También hay empresas que no deberían estar funcionando, que son realmente una vergüenza.

¿Qué rol juega la IM en el control de los ascensores?

La IM tiene 3 o 4 inspectores. Con buen criterio ha tratado de delegar en las empresas que hacen mantenimiento parte de la responsabilidad. La IM tiene que legislar. No está mal lo que está, pero tendría que ser mucho más proactiva. Delegar en las empresas me parece bien, pero hay empresas a las que tendría que calificarlas mejor.

¿Hay que modernizar la normativa?

Ahora se está aplicando una normativa a nivel del Mercosur tras solicitud de las casas instaladoras. La IM es un elefante. Lento y torpe. En Argentina se exige un ingeniero por la empresa y un ingeniero por el edificio para generar doble protección. A veces acá los edificios están indefensos.

La Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay (AFJU) le dio un ultimátum a la Suprema Corte de Justicia (SCJ) de regular el sistema edilicio de las sedes judiciales en todo el país. Los funcionarios que se desempeñen en los locales que Bomberos no habilite en 45 días, no concurrirán a trabajar, decidió el gremio.

De acuerdo  a lo que informó a El Observador el secretario general de AFJU, Raúl Vázquez, la medida fue informada al director general de Servicios Administrativos de la SCJ, Elbio Mendez Areco, en una reunión que se llevó a cabo en la tarde de este jueves. Este les informó que sería muy difícil cumplir con lo solicitado en 45 días, porque el Poder Judicial tiene alrededor de 300 edificios, de los cuales 'uno o dos' están habilitados.

Ante esto, Vázquez dijo que 'no va más', y que si no se cumple con lo propuesto en 45 días no se irá a trabajar en aquellos locales en donde hoy 'se pone en riesgo la vida de empleados y funcionarios'.

El pasado viernes 26, en la defensoría de familia ubicada en la calle Uruguay esquina Río Branco, una funcionaria se precipitó en la fosa del ascensor; esto generó un paro de AFJU el lunes. Mientras tanto, en el Centro de Justicia de Paysandú, el pasado martes, otro ascensor del que ya se había denunciado su malfuncionamiento se trancó.

De acuerdo a los datos difundidos por la SCJ, el ascensor habría sido violentado con un objeto punzante, extremo que es negado por parte de los integrantes de AFJU.

La Suprema Corte de Justicia dispuso la realización de una investigación a cargo de la Dirección de los Servicios Administrativos del Poder Judicial, orientada a esclarecer las razones por las cuales la funcionaria Zulma Elizabeth Macchi Delmonte, de 64 años de edad, cayó al foso del ascensor de la Defensoría de Familia en Uruguay 941.

A se vez, el juez penal Alejandro Guido, ordenó la realización de una pericia forense sobre el cuerpo de la funcionaria, así como pidió informes a la Dirección Nacional de Bomberos, Policía Técnica e Intendencia Municipal de Montevideo. El sábado Guido interrogó al encargado del mantenimiento del ascensor,y formó un expediente para indagar la muerte.

Macchi se desempeñaba como Administrativo I en la Defensoría Pública de Familia desde junio de 2010. Ingresó al Poder Judicial en 1980 y trabajó en diversas sedes judiciales durante su extensa carrera (juzgados letrados, civiles, de trabajo, de concursos, de familia, de adolescentes, juzgados de paz y dependencias administrativas).

La Suprema Corte de Justicia emitió un comunicado público lamentando profundamente lo ocurrido.

En tanto, los funcionarios judiciales realizaron un paro de 24 horas y responsabilizaron a la Suprema Corte de Justicia por falta de mantenimiento de los edificios. Los funcionarios señalaron que a ese local concurre gente que no sabe leer y lo único que tenía era un cartel que indicaba que se debía esperar a que se encendiera la luz para entrar al ascensor.



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