MEXICO: SE VIENEN CAMBIOS EN LAS TELECOMUNICACIONES

El retorno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder en México después de dos sexenios ha generado como era de esperar la firma de un pacto político con el derechista PAN, no así con izquierda (PRD) que encabeza el 2do. candidato más votado, Andrés Manuel López Obrador. La derecha plantea una reforma educativa, reforma fiscal y la reforma de la Ley de Telecomunicaciones. Estos son los planteos principales del gobierno encabezado por el presidente Enrique Peña. El tema evidentemente, será por que carriles correarán estas reformas y si serán evolutivas o involutivas.


Durante 70 años en el poder el PRI fue el creador, para bien y para mal, del Estado moderno mexicano.

En materia de telecomunicaciones, ha sido el padre de dos gigantes cuasi monopólicos: el consorcio de televisión Televisa (a mediados del siglo pasado) y de la compañía telefónica Telmex (primero estatal y luego privatizada a finales de los 80).

'Somos soldados del PRI', dijo en alguna ocasión Emilio 'El Tigre' Azcárraga, principal de la cadena y padre del actual presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean. Por eso, en las elecciones pasadas no extrañó demasiado que la televisora fuera uno de los principales motores del retorno del PRI al poder, apoyando la campaña de Peña Nieto.

Telmex ha cuidado, por lo menos en lo público, la distancia política con el PRI, aunque los rumores de palacio sostienen que el encumbramiento de Carlos Slim como el hombre más rico del mundo ha sido en parte por el espaldarazo dado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari al concederle la empresa telefónica estatal.

'¿Cómo se dice Carlos Salinas en árabe?: Carlos Slim', machacaba el chascarrillo popular.En las últimas semanas, Peña Nieto ha logrado que la reforma en telecomunicaciones, que pretende acabar con prácticas monopólicas de televisoras y compañías telefónicas, haya podido avanzar en el campo legislativo, aunque está pendiente de modificaciones mayores en el Senado.

Repercusiones en Uruguay

La aprobación de esa ley puede modificar el debate sobre el ingreso Claro en la televisión para abonados en Uruguay.Los mexicanos, para protestar por una eventual exclusión que haga el gobierno de José Mujica contra sus empresas, se podrían amparar en el Tratado de Libre Comercio vigente entre ambos países.

Sin embargo, el argumento que tenía Mujica para frenar el avance de la compañía mexicana propiedad de Telmex era que, dado que en México rige un monopolio, ninguna empresa uruguaya podría ir a pedir el mismo permiso que ella en Uruguay. Ahora, si en México se aprueba una ley que termina con ese monopolio de telefónicas y televisoras, Uruguay se queda sin su principal argumento para frenar a Telmex.

La ley mexicana

Las telecomunicaciones son servicios públicos de interés general, por lo que el Estado debe garantizar que sean prestados en condiciones de competencia, calidad, pluralidad, cobertura universal, interconexión, convergencia y acceso libre, lo mismo que continuidad, sintetiza el proyecto de ley que analiza el congreso de México.

En los puntos trascendentes de la reforma se establece la autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y la Comisión Federal de Competencia Económica.

El Ifetel será el encargado de garantizar la 'sana competencia' en telecomunicaciones y radiodifusión, aprobar el otorgamiento de concesiones, combatir las prácticas monopólicas y decidir sobre la preponderancia en el mercado de los agentes económicos y la desagregación de las empresas dominantes.

También tendrá la función de licitar dos nuevas cadenas de televisión con cobertura nacional a partir de seis meses de publicada la ley, y regular la participación de capital extranjero en el sector.

Podrá impedir que los concesionarios impongan condiciones de acceso, convergencia e interconexión, o que realicen acciones que atenten contra la libre competencia.

El proyecto en discusión, actualmente en el Senado, deberá fijar las reglas bajo las cuales operarán los esquemas que obligan a las compañías de TV por cable a incluir en su servicio las señales de TV abierta con todo y publicidad ('must carry') y a los concesionarios de televisión abierta que no pueden negar la entrega de su señal a los sistemas de paga ('must offer').

La discusión en el caso del 'must carry' es si debe ofrecerse de manera 'gratuita', a 'precios competitivos' o a 'precio de mercado'.

En el caso de las telefónicas, la reforma considerará como 'agente económico preponderante' al concesionario que tenga una participación nacional de más del 40 % del mercado (Telmex detenta actualmente más del 95 % de las líneas fijas) y el órgano regulador podrá intervenir para obligar a la 'desagregación' de sus elementos.

Algunos legisladores han dicho que quieren que el servicio de banda ancha pase a ser un derecho ciudadano garantizado gratuitamente por el Estado.

La ley debería quedar aprobada en el Senado antes del 30 de abril.

Mientras, todo esto avanza con extraña facilidad, teniendo en cuenta los intereses que toca, algunos hablan de la 'audacia' o la 'firmeza' de Peña ante los poderes fácticos y otros, escépticos,  aseguran que es un buen ejemplo de la ecuación ganar-ganar:

Televisa extenderá sus redes a la telefonía con menos resistencia a la que ha encontrado hace meses adquiriendo Iusacell; Telmex podrá incursionar (si logra modificar su título de concesión, o con otro nombre) en la televisión más abiertamente (por lo pronto Slim ya se ha hecho con los derechos televisivos y de internet de los Juegos Olímpicos de Invierno y de Verano).

Lo cierto es que los usuarios tendrán opciones más baratas y que los oligopolios ya no existirán.