Eleuterio Fernández Huidobro dijo que se irá del Senado por discrepar con la dirección del Frente Amplio, en relación a cómo resolver los efectos de la Ley de Caducidad. Pero cual es el sustento filosófico de esta resolución ?
El día en que se debatió en el Senado la ley de interpretación que anula los efectos de impunidad de la Ley de Caducidad, tuve una experiencia distinta.
A las 18 horas hablo con un compañero apostado en el Palacio Legislativo, quien me dice que había muy poca gente en las barras y muy poca fuera del Palacio.
Unos minutos después salgo de La República y me encuentro con una multitud de muchachas y muchachos que van rumbo al Centenario, al encuentro con la bandera de Peñarol.
Sentí que en ese momento había dos sociedades que no se encontraban. También recordé que la Mesa Política del Frente Amplio había expresado, unos días antes, que había que "rodear" el Palacio Legislativo cuando se produjera el debate. Cosa que no ocurrió. ¿Qué pasa en la sociedad y en la política? ¿Qué pasa con la izquierda?
Hoy la realidad es muy distinta a cuando se aprobó la Ley de Caducidad. Pasa que a la enorme mayoría de la ciudadanía ya no le interesa más. O le interesa muchísimo, pero no por el camino que se le está indicando. Le advierto que en el Senado muchos colegas estaban muy nerviosos porque no podían ir a ver la bandera. Y hablo de senadores de todos los partidos políticos, incluido el Frente Amplio.
Noto que ese diálogo de la dirigencia del Frente con la sociedad no funciona. ¿Qué cambió para llegar a esta situación?
Voy a cuestionar en la pregunta la palabra 'dirigencia'. ¿Cuál es la dirigencia?
La que aparece en la prensa...
¿Realmente dirigen? No fueron los dirigentes reales del FA los que introdujeron este tema de la Ley de Caducidad. Por eso sostengo que el Frente Amplio tiene un problema grave de dirección.
La verdadera dirección que representa a cientos de miles de frenteamplistas está exiliada, está desterrada. No ocupan los cargos que tienen que ocupar y sus lugares están ocupados por otra gente que no tiene votos, que no tiene apoyo popular, no los conoce nadie.
Por eso no conocen a esa otra ciudadanía que iba en pos de la bandera de Peñarol. Y mire que yo estuve en la construcción de la bandera de Peñarol. Milité activamente para eso.
¿Ese esfuerzo no le da méritos para que la CAP-L entre al Frente Amplio? le pregunto medio en broma medio en serio.
Pregúntele a los burócratas que decidieron que no podíamos entrar. El MLN ya pasó por esta experiencia, cuando hace añares pedimos el ingreso al Frente Amplio.
Casi desde que salimos de la cárcel pedimos el ingreso y nos lo negaron hasta que el PDC se fue del FA, a un mes del plebiscito de 1989 junto a la lista 99, que era la fuerza que tenía más votos.
Me acuerdo que fui a hablar con Hugo Batalla, a pedirle que si se iban a ir lo postergaran hasta después del plebiscito. Se fueron igual.
Después de esos alejamientos, creo que por lástima o como parche, nos dejaron ingresar al FA. Por eso digo que esta historia es vieja. Después hubo gente que hizo cola durante añares para poder ingresar.
El caso de Confluencia Frenteamplista, que esperó nueve años...
¿Nueve?
Sí...
Tiene el récord Guinness, los compañeros superaron por amplio margen el nuestro. Bueno, esas cosas no pueden suceder.
Creo que vivimos en el gran país de las paradojas. Los uruguayos somos los únicos que le ganamos un plebiscito a una dictadura, pero en materia de derechos humanos se pierden dos plebiscitos. ¿Qué pasa?
Ganamos en 1980, digo "ganamos" aunque yo no estaba porque me habían recluido en un hotel de alta rotatividad que tenían los militares. Por eso no pude participar de esa hazaña que todavía quiero que me la cuenten bien. Lo más increíble es que los milicos acataron. Quizá sea otra paradoja.
Con los plebiscitos posteriores ganamos y perdimos muchas veces. La mayor victoria fue en 1992, cuando atajamos la ola vandálica de las privatizaciones, la ola de los piratas. Es que después quedó demostrado que eran piratas, incluso dentro de Estados Unidos (de América).
Es verdad que en materia de derechos humanos perdimos. La primera vez fue la más importante, la más sacrificada y, si quiere, heroica.
En esa instancia mi pueblo optó por la paz, por la tranquilidad.
La segunda vez fue un garrafal error de los mismos que introdujeron esa ley, ahora.
En el Congreso del Frente Amplio se les dijo, por parte del compañero Alberto Breccia, también por parte de Jorge Orrico, que era inminente la sentencia de la Suprema Corte de Justicia y que no había que vincularlo a las elecciones nacionales...Son ciertos compañeros que tienen nombre y apellido los que no escucharon.
Deme los nombres.
Usted es un brillante periodista y los conoce. Esos compañeros metieron al pueblo en esa derrota. Y no se hicieron hasta hoy la autocrítica y le echan la culpa a los demás. Nos condujeron a una derrota y no la asumieron. Y se cumplió lo que habían dicho aquellos abogados.
Terminaron, a pocos días de esa derrota plebiscitaria, creando un proyecto de ley mamarrachesco, que no acepta la idea de que se debía convocar a un referéndum. Esto fue lo que me obligó a renunciar a la banca.
¿Por qué se llega a estas contradicciones?
Todo comienza por una confrontación mal resuelta, desde su origen. No la supimos resolver bien. Todo empezó en el pacto del Club Naval.
¿Usted estuvo en contra del pacto o del diálogo?
Yo estaba guardado en una caja de zapatos. Mi corriente política, la IDI, votó en contra y quedó en minoría, pero acató la resolución de la mayoría. Y ese polvo trajo los demás lodos.
Lo que dicen los blancos tiene razón: fuimos a unas elecciones con proscritos, con partidos ilegalizados, con presos políticos y exiliados. Y ganó el caballo del comisario (se refiere a Julio María Sanguinetti). Creo que los compañeros se equivocaron, es solo una opinión.
Desde el seregnismo se nos dijo que si no había esa negociación, blancos y colorados dejaban al Frente Amplio afuera...
Yo no estaba ahí. No me cabe que un periodista me diga que desde el seregnismo se dijo tal cosa. Yo estoy pensando con mi cabeza. ¿Qué es eso?
Si quiere le digo que eso era lo que manifestaban el entorno de Seregni y sus fuerzas más afines...
A mi juicio Seregni cometió un error. Se equivocó. Es mi opinión.
Si recorremos este viaje que estamos haciendo sobre el comportamiento de la sociedad uruguaya, voy a hacer una confesión: si Tabaré Vázquez apoyaba el aborto nunca hubiera sido presidente de la República...
No lo hubiera sido. Y esto tiene una explicación muy fácil: la sociedad está dividida en este tema. ¿Nosotros le queremos imponer al resto de la sociedad nuestras ideas? Ese autoritarismo no existe más en el planeta Tierra.
Los pueblos son como son. ¿Le vamos a imponer al mundo musulmán, a los tiros, que las mujeres no tienen que usar velo? ¿No se está agrediendo a Libia en nombre de los derechos humanos ?
Estamos ante la era del imperialismo "humanitario".
Y lo triste es que la izquierda uruguaya, que es muy inteligente, se esté tragando la pastilla.
Hay compañeros que se enojan con Pepe (José Mujica) porque recibió a las Damas de Blanco (Cuba), que tienen el apoyo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, que es la que todos los días critica a Cuba.
A los de la Corte, Venezuela los expulsó como una banda de delincuentes y viene Chávez y lo aplaudimos. ¿No es eso una contradicción?
¿Qué Frente Amplio quiere?
La peor claudicación que hay, es la de la autoridad: autoridad intelectual, autoridad moral y autoridad política.
Los principales dirigentes del Frente Amplio han abdicado de su autoridad.
Es un pecado imperdonable y por eso no han tomado en sus riendas al Frente Amplio.
¿En esta nueva etapa usted va a jugar de picaneador ?
Voy a decir esto, voy a recomendar esto. Desde abajo, especialmente.
Esta situación que estamos viviendo muestra que tenemos graves carencias de dirección. Y si esto sigue así no tenemos más destino que la catástrofe.
También tenemos que saber que en el Interior hay otro Frente Amplio, que no tiene nada que ver con el de Montevideo. Es una opinión muy personal, de politólogo. Ahora al no ser senador pasé a ser politólogo, para lo que no se precisa nada, porque con una guitarra alcanza.
Desde que en 1992 irrumpimos en el Interior, con el plebiscito en defensa de las empresas públicas y por
la elección de los delegados al Directorio del BPS, fue naciendo un Frente Amplio limpito, nuevo, muy parecido al de 1971.
Y así llegamos a hoy, que vota mejor que en Montevideo.
El FA de Montevideo es viejísimo, con sus honores, incluso con sus hongos y sus mohos y sus helechos, que se mueven tras la nobleza de la antigüedad, con sus troncos algo carcomidos, pero nobles, con sus ritos añejados y está lleno de viejísimos resentimientos y venganzas que se cultivan amorosamente cada mañana, para ver cuánto las podemos perpetrar y todo esto lo tenemos que sacar de encima, porque de lo contrario estamos todos fritos.
¿Por qué está tan crítico con los organismos de los derechos humanos?
Es que analizan los hechos y no analizan el contexto. Con ese planteo de ellos se salvan "Búsqueda" y Végh Villegas. Acá no hubo una epidemia de sádicos, como si fueran una manga de langostas que de pronto vinieron y todo se volvió sádico.
Acá lo que se hizo con la violación de los derechos humanos fue para hacer determinadas cosas desde el punto de vista económico, para introducir el neoliberalismo salvaje.
El mismo gabinete económico que estaba con Bordaberry en la legalidad, siguió en la dictadura y hasta que ganó el Frente Amplio.
Ahora los organismos de derechos humanos se preguntan sobre la causa de la muerte de tal persona y la respuesta es culpa de "un pedazo de plomo". Luego de analizarlo agregan que "el victimario es el plomo".
¿Me está diciendo que la dictadura fue mucho más civil que militar?
Fue fundamentalmente civil, fue el sistema financiero. Yo quiero ver en Domingo Arena a Ramón Díaz, al embajador de Estados Unidos (de América), a algunos de la escuela de Chicago. Kissinger tiene que estar ahí.
A los organismos de los derechos humanos no les interesan estos responsables, solo les interesan los hechos fácticos. Si no les interesa, en alguna jodan andan.
Y la Comisión Interamericana de los DDHH es de la OEA y los comunistas y los socialistas me enseñaron, desde chiquito, que la OEA era el ministerio de colonias del imperialismo yanqui. Y yo sigo en ese catecismo.
Vivían Trías me enseñó a leer las secciones sociales de los diarios. Y uno ve que en las mismas no hay militares, pero en cambio aparecen muchos personajes civiles de la dictadura. ¿Percibe lo mismo?
"Búsqueda" fue inventada desde la Presidencia de la dictadura. Yo no sé cómo no están todos presos. ¿Cómo puede estar preso Gavazzo y cómo no está preso Arbilla?
Las cosas que se hicieron fueron para algo, de la dictadura, no se hicieron por joder. Los responsables de ese algo, están todos libres. No solo son libres, son ilustres. Reciben homenajes.
A la sociedad le estamos mintiendo y a nuestra izquierda le estamos mintiendo. No estamos formando a la juventud y a los futuros militantes que nos van a sustituir. Les estamos enseñando mal el cuento.
Esta forma de ver el tema de los derechos humanos no fue casual. Esto fue un invento de Estados Unidos (de América) financiado por la Fundación Ford, por orden del gobierno. Esta doctrina estudia solo los hechos.
Si a vos te torturaron te pido que me muestres la herida, porque de otra forma no te creo. Después te preguntan: '¿Quién fue el que te hizo la herida ?
Si la respuesta es que te la hizo el imperialismo, la burguesía, de inmediato te dicen que eso no les interesa, porque el contexto no interesa.
Con esto el imperialismo, que mandó a hacer todos los crímenes, santificó después su personalidad.
Raul Legnani
Fuente:La República
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