Jemma Benjamin, una joven británica de 18 años, tuvo un trágico final para un momento romántico. Jemma murió tras caer desmayada en el sofá luego de dar su primer beso a su compañero de universidad, Daniel Ross.
El joven universitario, de 21 años, quien la conoció hace 3 meses atrás, trató de reanimarla antes de que llegaran los médicos al domicilio de la joven, ubicado en la ciudad de Pontypridd (Gales) en Gran Bretaña, sin embargo no pudo hacer nada para impedir su deceso.
La autopsia reveló que Jemma Benjamin murió a causa de SADS, una afección poco común del corazón que mata a 500 personas al año en Inglaterra.
Daniel Ross aseguró a la Policía que era la primera vez que se besaban y que nunca habían tenido relaciones sexuales.
Indicó que tras juntar sus labios con los de Jemma, los ojos de esta “de repente empezaron a caer”, de su boca comenzó a salir espuma y después se desplomó.
En un principio creyó que estaba sufriendo un ataque de epilepsia, por lo que llamó a la madre de la chica, Charlotte Garwood.
Esta no podía entender lo ocurrido. Aseguró que su hija era muy aficionada al deporte, nadadora de larga distancia y jugadora de hockey y que nunca le habían detectado ningún problema del tipo cardiaco.
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