Desde el sábado 31 de julio de 2017, Suiza puede presumir de tener el puente peatonal en
suspensión más alto del mundo. Está en los Alpes en el Cantón del Valais y conecta
Grächen y Zermatt en la región de
Randa. Sus dimensiones son sólo aptas para valientes: mide
494 metros de longitud, 65 centímetros de ancho y, en su punto más alto,
cuelga a 85 metros de altura. Fue construido en 10 semanas
Bautizado como Charles Kuonen —uno de los patrocinadores de la
construcción—, el puente cuenta con un sistema que evita el balanceo. Las cuerdas que lo
sostienen pesan ocho toneladas.
Al
unir Grächen con Zermatt completa el Europaweg, un camino que permite
recorrer las principales cumbres de los Alpes, como el
Cervino.
Como señalan desde
Turismo de Zermatt,
es "para excursionistas sin miedo a las alturas", no sólo por la altura
a la que hay que enfrentarse, sino porque el material del suelo permite
ver el precipicio por debajo de los pies.
Según la oficina de turismo es el
puente peatonal colgante más largo del mundo. En Reutte, en el tirol
austríaco, existe un puente que llega a tener 110 metros de altura, pero
"sólo" tiene 405 metros de largo.
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