"Vamos a modificar el decreto sobre las tradiciones" en el ejército alemán pues en su versión actual, de 1982, "deja rendijas" a posibles derivas, indicó en Berlín la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, tras haber comparecido ante una comisión de la Cámara de Diputados sobre un caso que ha conmocionado al gobierno alemán en los últimos días.
El escándalo se produjo por el arresto de dos militares alemanes, entre ellos un oficial de 28 años, Franco Albrecht, sospechosos de haber planificado un atentado contra personalidades alemanas demasiado favorables, en su opinión, a la inmigración, justificando su acto por la llegada masiva de refugiados. Los dos hombres detenidos son considerados próximos a la ultraderecha.
En el marco de la investigación, las autoridades descubrieron reliquias de la Wehrmacht, el ejército del régimen nazi entre 1935 y 1945, en una sala común del cuartel de los dos sospechosos, perteneciente a la brigada francoalemana, situado en Illkirch, en las afueras de Estrasburgo (Francia).
Poco después, se hallaron otros objetos en otro cuartel de Alemania, en Donaueschngen, lo que llevó al ministerio a ordenar una inspección de todos los edificios de la Bundeswhr.
Los medios alemanes mostraron su sorpresa por el hecho de que algunos cuarteles sigan llevando el nombre del general de la Wehrmacht Erwin Rommel, conocido por su campaña en África del Norte durante la Segunda Guerra Mundial y apodado "el zorro del desierto".
El decreto sobre las tradiciones prevé la revisión de la forma en la que los objetos militares del pasado deben ser conservados y mostrados. En principio, solo deben serlo en un "contexto histórico".
Aparte de este texto, la ministra, presionada por el escándalo, anunció otras reformas.
Se reforzarán las reglas disciplinarias principalmente. Al parecer, uno de los dos sospechosos redactó una tesis universitaria en el ejército de contenido abiertamente ultranacionalista y xenófobo, sin que se le impusieran sanciones.
La ministra pretende mejorar "la instrucción política" de los militares. "Se trata de un proceso muy amplio que debemos llevar a cabo entre todos, desde los reclutas hasta los generales, desde los consejeros a la ministra", declaró a la prensa.
Casi 300 soldados
El Ministerio de Defensa alemán está investigando 275 casos que implican acusaciones de racismo o extremismo de derecha que se remontan a los últimos seis años.
La cifra es minoritaria, considerando que la fuerza militar germana está compuesta por casi 180.000 efectivos, pero casi el 70% de los casos surgieron en el último año y medio, lo que apunta a un problema acelerado, señaló el New York Times.
Según un reporte del Ejército, un soldado colgó una bandera nazi en el capó de su auto y pasó junto a un campo de refugiados, mientras atraía su mano a través de su garganta. Otro publicó una foto de dos soldados con uniformes de la Schutzstaffel (SS, la escuadra de Defensa del régimen) a un grupo de chat. También se detectó que un puñado de efectivos habrían gritado "Sieg heil" y "Heil Hitler".
El Ministerio de Defensa alemán está investigando 275 casos que implican acusaciones de racismo o extremismo de derecha que se remontan a los últimos seis años.
La cifra es minoritaria, considerando que la fuerza militar germana está compuesta por casi 180.000 efectivos, pero casi el 70% de los casos surgieron en el último año y medio, lo que apunta a un problema acelerado, señaló el New York Times.
Según un reporte del Ejército, un soldado colgó una bandera nazi en el capó de su auto y pasó junto a un campo de refugiados, mientras atraía su mano a través de su garganta. Otro publicó una foto de dos soldados con uniformes de la Schutzstaffel (SS, la escuadra de Defensa del régimen) a un grupo de chat. También se detectó que un puñado de efectivos habrían gritado "Sieg heil" y "Heil Hitler".
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