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viernes, 26 de diciembre de 2014

ROSARIO (ARGENTINA): LA VIOLENCIA DE LOS NARCO FUERA DE CONTROL

En la madrugada del 1° de enero de 2012, la paz del barrio de Villa Moreno en la ciudad argentina de Rosario, se quebró por los disparos. Tres militantes sociales cayeron alcanzados por las balas asesinas de un grupo de delincuentes. El ataque se convirtió en un episodio emblemático que desnudó cómo se mueven las bandas narco de Rosario y su complicidad con amplios sectores policiales. Lo que nadie esperaba es que la zona fuera escenario de otro asesinato brutal, también durante las fiestas.



Es que la tranquilidad de los festejos volvió a alterarse ayer en Villa Moreno por el ruido de las balas: un joven de 19 años murió de un disparo en el cuello. Estaba con un amigo, que terminó herido y que alcanzó a contar que los agresores les dijeron: “Vayansé, que este es nuestro territorio”.

La muerte rondando las fiestas en Villa Moreno permite unir las dos historias. Pero también el apellido del muchacho asesinado en la madrugada de ayer: David “Tibu” Osuna, a quien atacaron cuatro jóvenes mientras estaba comprando bebidas en un quiosco del barrio, es hermano de Facundo Osuna, vinculado al triple crimen de 2012.

En diciembre de 2011, dos días antes del triple crimen, un ataque contra Facundo Osuna inició la saga de enfrentamientos y venganzas que terminaron con el asesinato de los tres militantes sociales.

A Facundo le dispararon 17 veces el 29 de diciembre. Cinco balas impactaron en su cuerpo, pero se salvó. Detrás de ese ataque estaba la mano de Maximiliano “El Quemadito” Rodríguez, quien lo acusaba de robar los quioscos de cocaína que manejaba su papá. Ese episodio desembocó en un cruce de venganzas donde las disputas por el territorio de la droga eran el principal motivo.

Tras el ataque contra Facundo, el bando de Osuna no se quedó tranquilo y respondió con un atentado a balazos contra el “El Quemadito”. Ante este episodio su padre, Sergio “El Quemado” Rodríguez, salió a buscar venganza. Fue a Villa Moreno pero equivocó el blanco: su gente mató a balazos a Jeremías “Jere” Trasante (16), Adrián “Patom” Rodríguez (18) y Claudio “Mono” Suárez (20), militantes sociales que en el Año Nuevo de 2012 estaban en una esquina de Villa Moreno y terminaron convertidas en víctimas inocentes de los narcos.

Por esos tres crímenes, un tribunal de Rosario dictó a principios de este mes condenas de hasta 33 años para cuatro personas, entre ellos “El Quemado” Rodríguez. Se probó que en el ataque a los militantes usaron pistolas e incluso ametralladoras.

En el barrio relataban ayer retazos de la historia familiar de los Osuna: cuatro hermanos involucrados en distintas disputas y problemas. Facundo, el que estuvo mezclado en los ataques del triple crimen, acabó siendo asesinado en julio de 2012.

“El apellido Osuna es sinónimo de conflicto”, apuntaban ayer en Villa Moreno. No querían decir mucho más cuando se consultaba si la nueva muerte podía relacionarse con las peleas entre bandas que disputan el negocio de la droga.

David, el que mataron ayer, era el más joven de los cuatro. El amigo que lo acompañaba, Omar, de 25 años, fue hospitalizado con una herida de bala en la espalda. Su declaración fue confusa. Contó que estaban comprando bebidas
y que los cuatro chicos que se les acercaron les dijeron apenas aquellas palabras que marcaban una invasión en el territorio.

La modalidad de ejecución se asemeja a tantas otras en las que se dirimen disputas barriales en la ciudad. Con el de ayer son 245 los crímenes cometidos en el Gran Rosario durante este año.

Fuente: Infobae

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