La periodista ultraderechista yanqui Ann Coulter (52), causó conmoción al plantear en una de sus columnas que el auge del fútbol en los Estados Unidos de América es un síntoma de la "decadencia moral de la nación". Para ella esa moda es una consecuencia de la reforma migratoria aprobada en 1965 en USA, que causó un "giro demográfico" en el país.
"Ningún estadounidense cuyo bisabuelo haya nacido aquí está viendo `soccer`. Solo podemos esperar que, además de aprender inglés, estos nuevos estadounidenses olviden con el tiempo su fetichismo con el `soccer`", escribió.
Haciendo pie en el Mundial, el día en que la selección de fútbol de Estados Unidos se enfrentaba a Alemania para disputar el pase a octavos de final, la periodista conservadora Ann Coulter (52), causó conmoción al plantear en una de sus columnas que el auge del fútbol en los Estados Unidos es un síntoma de la "decadencia moral de la nación".
Para ella, el entusiasmo que causó el Mundial de Brasil entre los estadounidenses es una consecuencia de la reforma migratoria aprobada en 1965, que tuvo como consecuencia un "giro demográfico" en un país con una creciente población hispana de inmigrantes provenientes de países tradicionalmente futboleros.
"Ningún estadounidense cuyo bisabuelo haya nacido aquí ve `soccer`. Solo podemos esperar que, además de aprender inglés, estos nuevos estadounidenses olviden con el tiempo su fetichismo con el `soccer`", escribió Coulter en su columna titulada "El pasatiempo nacional americano: odiar al soccer".
Muy molesta, y decepcionada, Coulter afirma que a los estadounidenses nunca les gustó el fútbol como deporte, pero sin embargo en este Mundial, fueron quienes compraron más entradas para ver los partidos.
En su columna Coulter enumera nueve razones por las que ella no considera al fútbol como un buen deporte, según publica el portal Notas:
"1) Los logros individuales no cumplen un gran rol en el fútbol. La culpa se dispersa y casi nadie marca tantos. No hay héroes, no hay perdedores.
2) Las madres liberales gustan del fútbol porque es un deporte en el que el talento atlético juega un rol tan insignificante que las niñas pueden jugarlo con los varones. Ningún deporte serio permite esto, ni siquiera a nivel de jardín de infantes.
3) No existe otro deporte termine con tantos marcadores en 0. Si Michael Jackson hubiera tratado su insomnio con un partido Argentina-Brasil en vez de con Propofol aún seguiría vivo, aunque aburrido.
4) Las perspectivas de humillación personal o de lesiones mayores son constitutivas de un deporte. La mayoría de los deportes son guerras sublimadas. En hockey hay tres o cuatro peleas por partido, después de un encuentro de fútbol americano las ambulancias retiran a los heridos. Después de un partido de fútbol le dan a los jugadores una cinta y una cajita de jugo.
5) No se pueden usar las manos en el fútbol. Lo que diferencia a los humanos de las bestias, aparte del alma, es un juego de pulgares que se oponen.
6) Hay una campaña para tratar de imponer el fútbol en Estados Unidos. Y la impulsan los mismos que quieren que amemos la serie Girls de HBO, a Beyonce y a Hillary Clinton.
7) Es un deporte extranjero. Precisamente esa es la razón por la que el New York Times constantemente lo promueve. Pero a los afroamericanos no les importa.
8) El fútbol es como el sistema métrico decimal, que los liberales adoran por ser europeo. El sistema métrico fue creado durante la revolución francesa, en un breve intervalo en el que no estaban cometiendo asesinatos de masas con la guillotina. Los liberales dicen que es un sistema más racional, pero a pesar del lavado de cerebro al estilo chino de las escuelas públicas, cualquier americano sigue pensando en grados Farenheit y en millas.
9) No es cierto que el fútbol se esté imponiendo ni ganando popularidad. El partido Estados Unidos-Portugal que consiguió 18.2 millones de televidentes en ESPN sólo superó a segundo evento futbolístico más visto: la final femenina de la Copa del Mundo de 1999 en el que EE.UU. se enfrentaba a China. El fútbol femenino es tan apasionante como el masculino. Además un playoff de la NFL tiene promedios de 30 o 40 millones y un Superbowl supera los 100 millones de rating.
El cruce en Tv con Barbara Walters
Unos años atrás, Ann Coulter fue como invitada al programa The View, de la cadena ABC, para hablar de su último libro, "Guilty: Liberal `victims` and their assault on America", en el que critica a los liberales de su país. Entre las cinco panelistas estaba Barbra Walters, una de las periodistas más destacadas de la Tv norteamericana, quien leyó una frase del libro. Coulter la miró y le pidió que cambiara el tono. "Por favor", le dijo, "no lo lea como si fuera la obra de Hitler".
El comentario causó polémica en todo USA y sorprendió a su interlocutora. Nadie le habla así a Barbra Walters. Pero en vez de disculparse, Coulter lanzó un nuevo dardo: "Por qué no hacen una lista de lo que puede decirse y lo que no… Por qué mejor no hablamos, simplemente".
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