Un avión ucraniano ha sido derribado este lunes por un misil en el este del país. El gobierno de Kiev ha dicho que "probablemente" se trata de un una agresión rusa, pues la altura a la que volaba la nave la ponía fuera del alcance de misiles comunes. Al parecer desde el mando militar en Kiev han conseguido contactar con 2 personas de la tripulación del avión de carga, un AN-26 que participaba en las operaciones contra los paramilitares apoyados por los rusos. De los otros 6 tripulantes no hay noticia por el momento, pero se ha enviado una misión de rescate.
El ministro ucraniano de Defensa, Valery Heletey, ha asegurado que el aparato volaba a 6.500 metros, fuera del alcance de las armas que los rebeldes tienen en su poder.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha acusado en las últimas horas al Ejército ruso de realizar incursiones en suelo ucraniano y de estar ayudando a los rebeldes. Poroshenko dice tener pruebas de que "militares rusos están tomando parte en operaciones contra el ejército ucraniano".
La OTAN ha acusado a Rusia de haber concentrado de nuevo tropas junto a la frontera con Ucrania hasta alcanzar los 12.000 efectivos. En junio Moscú retiró sus tropas hasta dejar apenas 1.000 hombres. "Esto no es un paso en la dirección correcta", ha dicho un portavoz de la alianza. Rusia llegó a juntar 40.000 soldados en su región más próxima a Ucrania.
Por otro lado, la OSCE ha confirmado por su parte que ha recibido una propuesta de Moscú para que sus inspectores vigilen los puestos fronterizos rusos.
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