-- --

Buscar información

Facebook y Twitter

domingo, 30 de marzo de 2014

MSP: NOS SACAMOS DE ENCIMA A LOS ANCIANOS, PORQUE NOS SALIAN MUY CAROS


El Ministerio de Salud Pública de Uruguay suprimió la meta prestacional que establecía que los mayores de 65 años tenían derecho a recibir una consulta anual y los mayores de 75 años a tener dos controles al año. Los recursos se destinarán a cargos de alta dedicación, que al parecer son más rentables y supuestamente vivirán más tiempo.




Esto se determinó en la Resolución de la Dirección General del Sistema Nacional Integrado de Salud (Digesnis) del MSP del 19 de febrero de 2014, que implica la transferencia de recursos que estaban destinados a prestaciones para los adultos mayores (meta 3) hacia cargos de alta dedicación (meta 4). La meta 3 establecía que los prestadores estimularan que los adultos mayores de 65 años se realizaran un control anual y que los mayores de 75 se hicieran dos. También determinaba el derecho a recibir el carné del adulto mayor cuyo objetivo era resumir la situación de la persona para "facilitar información con los equipos de atención en todos los niveles".


Según explicó el grado 5 de Geriatría y Gerontología, Italo Savio, esto sumado al traspaso de la rectoría y fiscalización de los establecimientos de larga estadía para adultos mayores de la órbita del Ministerio de Salud Pública (MSP) a la del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) revela que los ancianos están excluidos de las políticas públicas, argumento compartido por la Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría (Sugg). Ambas instituciones emitieron un comunicado el pasado jueves denunciando la eliminación de la meta 3.

El 19 de febrero, la Digesnis resolvió "el pasaje de la meta 3 a la meta 4".
Las metas prestacionales son modos que el sistema de salud utiliza para estimular económicamente a los prestadores para que hagan actividades de promoción, educación, detección y tratamiento de enfermedades, explicó el presidente de la Sugg, Fernando Botta.

En el comunicado publicado el jueves, los especialistas consideran, entre otras cuestiones, que las metas prestacionales son un "instrumento de cambio para asegurar el derecho" de los adultos mayores a una atención geriátrica. Y advierten que el traspaso de esos estímulos económicos hacia la creación de cargos de alta dedicación de otras especialidades revela que los ancianos dejaron de ser un objetivo prioritario para convertirse en la "única población para la cual no se desarrolla ninguna meta prestacional".

Por eso declararon que es una medida "sumamente discriminatoria".

Si bien la Sugg ya tenía discrepancias respecto a las prestaciones que se estaban brindado para esta población, esta resolución significa una regresión significativa. "La meta 3 establecía que los prestadores tenían que preguntar, por ejemplo, si el adulto mayor tenía trastornos cognitivos, afectivos, caídas, o dificultades en las funciones del autocuidado. No implicaba una acción", explica Botta. Y se pregunta qué instituciones tiene el sistema sanitario orientadas a los pacientes geriátricos que se caen, que están dementes, deprimidos, o que tienen dependencia. "No las hay", se responde al destacar que se atiende las enfermedades graves pero no las crónicas.

"En la reforma de la salud se ha avanzado en el enfoque preventivo en el recién nacido, en la embarazada, en el niño, pero en el adulto mayor no", dijo. En la misma línea, el profesor de Geriatría manifestó que "el mensaje es clarísimo: los mayores no interesan como objetivo sanitario y sus problemas tampoco, porque si es el único grupo etario sobre el cual no se le va a exigir a los prestadores ninguna meta prestacional, es dudoso que el sistema sanitario desarrolle respuestas espontáneamente", explicó Savio. "Los mayores no interesan, no interesan a la rectoría del Estado, a la política sanitaria que está vigente", insistió.

El MSP fue consultado por el diario El País respecto al traspaso de la meta 3 a la 4 antes y después de que los especialistas emitieran su comunicado, pero la persona indicada por la directora Nacional de Salud, Marlene Sica, no respondió a las preguntas por considerarse "técnica" y no "política".

Otra transferencia que ha indignado a los expertos fue la que traspasó la rectoría de las residencias de ancianos del MSP al Mides, que fue establecido por el artículo 298 de la última Rendición de Cuentas. Desde enero de este año, la habilitación y clausura de estos hogares depende exclusivamente del Mides. Aunque tanto la sociedad como el departamento de Geriatría afirman que gracias a ellos, la inspección sanitaria de estos hogares sigue dependiendo del MSP, advierten que este cambio puede tener consecuencias graves.

"La escasez de énfasis sanitario en el contralor en los geriátricos, si ya era cuestionable o débil, en la medida que el Estado se desentienda, seguramente va a redundar en que se empobrezca más la calidad de atención de estos medios y eso va a tener consecuencias sobre el sistema de salud porque la gente mal asistida o mal controlada termina con peores condiciones de salud. Para ambas instituciones, esta transferencia profundiza un modelo de encare "exclusivamente social" de los adultos mayores, que debería ser integral.

Botta propone que haya un instituto nacional del adulto mayor supraministerial "porque las políticas de ancianidad justamente deben responder a políticas de Estado". La directora del Instituto del Adulto Mayor, Adriana Rovira, dijo a El País que desde el Mides se controla estos centros desde una perspectiva global e insistió en que el MSP se ocupará de lo sanitario.

"Hay un paradigma que conceptualiza a las personas mayores desde una cuestión deficitaria. Es un problema porque genera representaciones sobre los ancianos".

Adriana Rovira, directora del Instituto Nacional del Adulto Mayor del Mides.

"El MSP se desentiende de la rectoría sobre los geriátricos, suprime metas prestacionales hacia los adultos mayores, es claro que es una decisión política".

Italo Savio, profesor de Geriatría y Gerontología.

"El sistema sanitario no está preparado para atender las necesidades de los adultos mayores como grupo heterogéneo".

Fernando Botta, presidente de la Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría.


1 comentario:

Elizabeth Oliver de Abalos dijo...

No veo por qué tenemos que alarmarnos... Las metas prestacionales no consiguieron estimular a los prestadores (por lo menos en el CASMU, mi mutualista), absolutamente en nada: ni económicamente ni en calidad de atención (ni hablemos de tratamientos efectivos). Así que don'worry, no se va a notar la diferencia.

No nos gusta que nos ninguneen y lo cierto es que los que decidimos sustituir el deficiente sistema integrado de salud por la medicina alternativa, nos sentimos muchísimo mejor.

Y mejor aun nos sentiremos cuando les demostremos en las urnas que nosotros tampoco los queremos a ellos... porque los muy imbéciles nos obligan a votar... :) :) :)