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viernes, 17 de enero de 2014

911: LENTOS COMO SIEMPRE EN URUGUAY, PERO EN VIAS DE SOLUCIONAR EL PROBLEMA DE LAS LLAMADAS QUE NO CORRESPONDEN

Hace años que muchos decimos que hay que normatizar la identificación de los celulares pagos con acreditaciones parciales de dinero, pues en la actualidad sólo son identificables los que se pagan con cuenta corriente, sin que las autoridades reaccionaran. La típica lentitud mental de las autoridades uruguayas. Este planteo es debido a que, como es evidente, el anonimato se presta a generar hechos delictivos e ilegales. Ahora luego de que el Ministerio del Interior anunciara que el 85 % de las llamadas que se reciben en el servicio 911 son residuales y que solo el 15 % son realmente emergencias, desde la policía se trabaja en varias medidas para revertir esta situación. Una de ellas se basa en la identificación de quienes utilizan el servicio para hacer bromas o para insultar a los operadores. Estas personas serán perseguidas para su detención y puestas a disposición de la Justicia. Era hora que las neuronas de los funcionarios estatales entraran en actividad.


Así lo explicó al diario El Observador el director del Centro de Comando Unificado, el Comisario Robert Taroco, quien aseguró que, dentro de las 113.795 llamadas residuales que se recibieron en diciembre, “hay de todo lo que uno pueda imaginarse: bromas, insultos, una gama bastante amplia de llamadas insólitas, que para nada son una emergencia".

En total, en diciembre se atendieron 176.343 llamadas, pero solo el 15 % fueron de emergencia. Dentro del restante 85%, 9.619 llamadas fueron insultos. Estos patrones se repiten durante todo el año.

“Se está realizando una investigación con toda la información que surge de nuestra base de datos, para identificar a las personas que llaman a molestar, a insultar, y a hacer bromas, para ubicarlos, detenerlos y ponerlos a disposición de la Justicia. Estamos investigando para tratar de ubicarlas”, señaló Taroco. Asimismo, indicó que para poder llevar a cabo este proceso, y para definir qué figura legal se utlizará para perseguirlos, “se trabajará en forma conjunta con el juez competente”.

Sin embargo, identificar las llamadas no es tarea sencilla. Por ahora, cuando los operadores son contactados en el servicio 911, solo pueden ver el número desde el cual se está comunicando la persona. En el caso de que se trate de un celular prepago, saber quién es el individuo es mucho más difícil, porque ni siquiera las empresas de telefonía móvil tienen información de sobre quién posee dicho número.

Por este motivo, otra de las medidas que se llevarán acabo para disminuir la cantidad de llamadas residuales se basa en un artículo de la Rendición de Cuentas, en la que se establece que a partir de 2014 se instalará un sistema de geolocalización de llamadas.

“La persona que llame desde un teléfono celular, nosotros vamos a estar recibiendo información de la empresa con las coordenadas de dónde está la persona. Hoy las personas están encubiertas en el anonimato. Pero que yo pueda saber de dónde me está llamando da más posibilidad a que piense dos veces antes de llamar para hacer una broma”, apuntó el director del CCU.

Además, una vez que la norma esté reglamentada, se instalará un sistema de identificación de chips, para que las empresas puedan controlar los números prepagos. Vencido determinado plazo, a quienes no hayan brindado la información de identificación asociada al chip, se les bloqueará el número.

Pero no todas las llamadas residuales se tratan de insultos y bromas pesadas a la Policía. También hay quienes se comunican para pedir información de la guía o para saber qué día se cobra la jubilación. En estos casos, las personas no serán perseguidas, porque la llamada se realiza “por desconocimiento” de para qué sirve el 911. Para solucionar esto, "se realizarán dos spots publicitarios de concientización a la ciudadanía, para indicarles un correcto uso del servicio. La experiencia de otros países, como en Argentina u Holanda, indica que baja un porcentaje bastante importante las llamadas residuales”, informó Taroco.

El tiempo de respuesta de los patrulleros

Debido a las llamadas que no corresponden a emergencias, el servicio 911 se enlentece. Los 40 operadores que trabajan para atender los teléfonos reciben entre cinco mil y seis mil llamadas al día. Los momentos de mayor saturación se dan entre las 14 y las 22 horas, y, según manifestó el director del CCU, pasado esa hora la noche “se vuelve bastante tranquila”.

El gran flujo de llamadas hace que se saturen las líneas, y muchas veces las personas no puedan comunicarse para pedir ayuda. Por ese motivo, otra de las medidas que se tomó para solucionar el problema es contratar a 31 operadores más.

Cuando se recibe una verdadera emergencia (prioridad uno, para la Policía), como puede ser una rapiña en pleno proceso, el operador tiene 30 segundos para tomar los datos esenciales de la situación. En promedio, los patrulleros llegan al lugar entre en cinco y siete minutos.

“En mayo del año pasado, el tiempo de demora de la patrulla al lugar donde se produce la emergencia era de 15 y 20 minutos. Con la implementación de la Unidad de Respuesta estamos llegando en menos tiempo, lo que ha hecho que la Policía se encuentre con los delincuentes y se generen más tiroteos”, concluyó Taroco.



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