Sobre las 21:00 horas del 27 de noviembre, un turista francés, que había llegado a nuestro país a través de Buquebus, se hospedó en un hostel de la calle Sarandí, en plena Ciudad Vieja. Se instaló en el lugar, y preguntó donde podía ir a comer. La dueña del hostel, le recomendó varios lugares y, sutilmente, le advirtió que tuviera cuidado con los delincuentes. Los vecinos y comerciantes de la Ciudad Vieja se preguntan como puede ser que sepan ellos más de los delincuentes que andan por esa zona de la ciudad de Montevideo y no la policía. Salir por la noche en la capital, se ha tornado una actividad de alto riesgo. Transitando por las calles a la policía no se la ve ni dibujada.
El turista caminaba con US$ 70 y un celular en el bolsillo, hacia la Plaza Matriz, cuando fue sorprendido por un grupo de delincuentes, quienes mientras lo amenazaban de muerte con un arma de fuego, le exigían que les entregaran dinero.
"Lo más difícil era pensar que me podían matar aquí, lejos de mis hijos y de mi esposa", le dijo el turista a la dueña del hostel, luego que terminaron los trámites legales e interrogatorios policiales, próximo a las 2:00 de la madrugada.
Esa misma noche, otros dos turistas alemanes, que paraban en el mismo hostel fueron asaltados. Cuatro días después otras dos turistas, una francesa y una argentina, también fueron rapiñadas.
"Yo tengo en el hostel 29 pasajeros y 11 de ellos han sido robados", cuenta Josefina, que hace dos años instaló su hostel en plena calle Sarandí, llegada desde Venezuela. "Los ladrones están más organizados que la policía", asegura.
Según Josefina, "cuando uno de estos delincuentes roba algo, sale corriendo y ya lo está esperando otro, le da el botín para que lo guarde. Después la policía lo agarra y como no tiene nada encima, lo sueltan".
Después, en la noche, "es la hora de la fiesta, cuando se reparten la plata que robaron durante el día", afirma. No tienen un punto fijo, pero generalmente se juntan en Cerrito y Pérez Castellanos, según indicó un vecino de la zona que prefiere mantener el anonimato.
Cerca de 50 vecinos, iniciaron una red de solidaridad, mediante la cual, se sacan fotos y se hacen relevamientos de lo que sucede en el barrio. Parte de estos relevamientos son publicados en una pagina web www.seguridadciudadana. wordpress.com.
En la página, se da un panorama de la situación de inseguridad que vive el barrio. Se documentan robos y asaltos, no solamente contando los sucesos, sino que en muchos casos con fotografías, donde se ven arrebatos in fraganti y las "fiestas" que ellos organizan.
Repasando las fotos, Josefina muestra a cada uno de los delincuentes y denota conocerlos. "Este muchacho, con cara de yo no fui es terrible con los turistas. Este otro manda al hijo a romper vidrios de casas y autos", enumera, en cada foto.
"Es que este tema no se puede esconder. Hemos hecho todo este trabajo de investigación que pensamos que la Policía ya lo había hecho, pero no nos han dado respuestas", indicó Josefina.
"Este trabajo no nos corresponde a nosotros. Lo hicimos, tomando muchísimos riesgos, pensando en llegar a todas las instituciones publicas que correspondan", agregó.
Josefina señala que ya entregaron cartas, documentación y firmas de vecinos, en el Ministerio del Interior.
"Acá se está vendiendo a Uruguay como país natural, como un país amigable, pero no se está diciendo toda la verdad, porque de la seguridad no se habla", indicó.
En ese sentido, Verónica, también vecina de la zona y propietaria de una empresa que organiza recorridos turísticos por la Ciudad Vieja, indica que "más del 80% de los robos que ocurren en el barrio son contra turistas".
Verónica señala que la ventana de su dormitorio da a la calle Pérez Castellano y que desde allí, todos los días se ven robos y arrebatos.
"Siempre agarran a los turistas porque son la presa más fácil para ellos", dice.
Realojos.
En junio del año pasado, los últimos okupas del polémico edificio de Saedu fueron realojados en Playa Pascual. El lugar ahora esta cerrado y, según vecinos, no se mete nadie más. "Algún pastero de vez en cuando, pero nada más", señaló un habitante de la zona.
No obstante, según Josefina, el realojo de la mayoría de los edificios termina "corriendo a los delincuentes unos metros".
"Ya no se meten en determinados lugares, pero se van para otros lados. Nosotros hicimos un relevamiento de los lugares en donde se meten", indicó.
Además, el trabajo de investigación realizado por este grupo de vecinos y comerciantes de la zona ha logrado la identificación de varios grupos de delincuentes. "Si nosotros accedimos a esa información, no entiendo como la Policía no", señaló un comerciante del lugar.
Con las investigaciones realizadas por los vecinos, también se logró identificar a varias bocas de venta de pasta base. "Saltan a la vista. Vos ves a las tres de la madrugada a un auto parando en un kiosco a tres cuadras de la Aduana y evidentemente a comprar cigarros no van", dice Verónica.
"Es cierto que se han cerrado varias bocas de droga, pero a los pocos días ves a los mismos tipos vendiendo la misma droga en otros lugares y no a muchas cuadras donde los detuvieron", agregó otro vecino.
Vivir con miedo.
Absolutamente todos los entrevistados para esta nota, pidieron cuidar sus identidades. "Es que tenemos miedo, por nosotros y por nuestras fuentes de trabajo que son los turistas", señalaron.
"Nosotros hemos hecho denuncias, hemos asistido a víctimas de arrebatos y fuimos víctimas de agresiones", cuenta Josefia.
"Pocos días después de un arrebato, en el que salimos a asistir a un turista, nos destrozaron el frente del hostel y rompieron los vidrios de la puerta", cuenta la empresaria.
"El año pasado, más de 30 turistas que estaban alojados en una posada fueron asaltados en la calle. Hay que hacer algo con la seguridad, porque no se puede más", agregó.
Además, Josefina señala que cada vez que sus pasajeros salen a la calle queda intranquila, hasta que vuelven.
"En marzo, un turista había salido en la tarde a recorrer la ciudad y no había vuelto. Era tarde ya. Me empecé a poner nerviosa, hasta que poco antes de las seis de la mañana me llaman del Hospital Maciel avisandome que el turista estaba allí, con varias heridas y cuatro costillas rotas", contó Josefina.
La empresaria también indicó que existe indignación entre los vecinos y comerciantes, por la rapidez con la que actúa la Justicia en favor de los delincuentes del barrio. "No hace mucho, un turista fue agredido, luego que lo robaran, realizó la denuncia y, tiempo después, agarraron a uno de los delincuentes que cometieron el delito. Incluso lo agarraron con un arma. Él se declaró culpable del robo ante la Policía y cuando pasó a juez, éste desestimó el caso porque la víctima del robo ya no estaba en el país", ejemplificó. "Y como esto muchas cosas similares", señala.
"En este momento sabemos que hay tres de estos delincuentes en proceso, pero no sabemos si los van a largar o que", afirma Josefina.
Culminan instalación de cámaras
La Jefatura de Policía de Montevideo dispuso la colocación de unas 35 cámaras de seguridad en la Ciudad Vieja, que están siendo instaladas por una empresa privada.
Según indicaron fuentes de la Policía las cámaras estarán instaladas y funcionando en su totalidad a partir del próximo 20 de diciembre.
En una de las últimas reuniones de las mesas de convivencia de la Ciudad Vieja, las autoridades policiales señalaron que las cámaras servirán como un respaldo para identificar y eventualmente poder detener a los delincuentes de la zona.
Las cámaras de seguridad de Ciudad Vieja serán monitoreadas por efectivos policiales en un centro que será establecido en la Seccional 1a., de acuerdo a versiones primarias manejadas desde la propia Jefatura.
Desde el 16 de agosto pasado, el proyecto Cordón Seguro trabaja con cerca de 45 cámaras de seguridad en dicho barrio. El pasado 8 de noviembre, un delincuente que había robado dos comercios y contaba el dinero producto de los asaltos en la explanada del BPS, fue detenido por personal policial, tras ser visto por las cámaras en el centro de monitoreo que esta ubicado dentro del Banco de Previsión Social.
"Las rapiñas a turistas se mantienen"
La Policía Turística comenzó una serie de operativos especiales de cara a la temporada de cruceros que arrancó el pasado 20 de noviembre.
Según señalaron desde Jefatura, la vigilancia en la zona se refuerza con efectivos de Turística que actúan con apoyo de policías de la Unidad de Respuesta de la Policía de Montevideo y en coordinación con la Zona 1 de Jefatura.
"Cuando los turistas bajan del crucero Policía Turística ya está en el lugar. El operativo abarca la totalidad de la Ciudad Vieja y parte del Centro", señalaron autoridades de dicha repartición.
Consultados por la cantidad de rapiñas y arrebatos que hay en la zona contra turistas, señalaron que, si bien no hay números concretos, "se sabe que por ahora se vienen manteniendo en el nivel de la temporada de cruceros del año pasado".
Fuente:El País
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