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jueves, 21 de noviembre de 2013

OSCAR: EL GATO QUE DETECTA LA MUERTE

Oscar es un gato que de 2 años, que fué adoptado por una residencia para ancianos llamada Steere House en Rhode Island, Estados Unidos de América. No es el único gato presente en ese geriátrico, pero sí es el único que puede detectar cuando uno de los pacientes está a punto de morir. Según han declarado doctores del lugar, el felino ha llegado hasta el lecho de más de 25 pacientes de esta clínica poco antes de que éstos murieran.


Esta residencia para ancianos cuida a pacientes en las últimas etapas de la demencia senil, y según diversos testimonios, Oscar se acurruca en la cama junto al paciente, unas horas antes de que este muera. David Dosa, uno de los doctores que trabaja en el lugar, declaró que al principio se mostraba algo escéptico cuando escuchó las historias acerca de Oscar, pero con el tiempo el mismo lo pudo comprobar, cada vez que el gato trepa a la cama de un paciente y se acurruca junto a el, este muere a las pocas horas.

“Mi propia vanidad intelectual me hacía fácil rechazar la noción de que algún gato errante pudiera saber más que nosotros, el personal médico”, dijo Dosa en un libro que está escribiendo acerca de este misterioso gato que predice la muerte de sus pacientes.

Muchos de los familiares de los pacientes internados en este residencia, han aceptado la presencia de Oscar, debido a la compañía y a la serenidad que este produce en las personas. Es más, algunos obituarios de pacientes que han muerto en Steere House incluyen la frase: “… murió en compañía de su familia y de Oscar el gato”.

Por ahora no existe una explicación científica acerca de este don que posee Oscar (y tantos otros gatos), pero se incluye la posibilidad de que el gato pueda percibir el olor de las células que mueren. El doctor David Dosa tiene su propia teoría relacionada con las quetonas (cetonas), que son unos bioquímicos que emiten un olor característico cuando las células del cuerpo comienzan a degenerarse, y que el olfato de un gato podría detectar.

Al principio, relata Dosa, “Oscar” pasaba los días en la residencia visitando las diferentes habitaciones, en donde olfateaba un poco a los pacientes pero no pasaba demasiado tiempo con alguna persona, excepto cuando se aproximaba la muerte.

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