En México, 7 de cada 10 retirados cuenta con una vivienda de su propiedad, es decir un inmueble que está a su nombre, según datos de la última encuesta de Amafore sobre la situación que enfrentan las personas en edad de retiro, publicada en agosto de 2013. Este es un dato positivo, sí, pero sólo hasta cierto punto.
Los ladrillos son el patrimonio que en México más se valora y el que se tiene, pues si bien los viejitos de hoy tienen casa, 4 de cada 10 trabajan y de éstos el 83% lo hace porque necesita el dinero. Solo 16% de los adultos mayores a los 65 años que trabajan lo hacen porque quieren mantenerse activos.
De los que trabajan 77 % tienen ingresos menores a los 5,500 pesos al mes. Además de que 7 de cada 10 cuentan con dependientes económicos.
Y el escenario se va poniendo más gris.
28 % de los encuestados dependen económicamente de alguien más y en su gran mayoría, quienes los apoyan o mantienen son los hijos.
Imagino que los hijos quizá no tengan casa propia y vivan en la de sus padres o renten, este dato no viene en la encuesta, lo asumo porque 4 de cada 10 dice que para sus hijos es difícil o hasta muy difícil mantenerlos. El dinero que quizá podrían ahorrar para la adquisición de un inmueble se va en la ayuda a sus padres.
Y la cereza en el pastel o la lección de todo esto para las siguientes generaciones es que solo 2 de cada 10 hizo planes para el momento de su jubilación y su vida después de los 65 años. 63 % dice que no ahorró porque no le alcanzaba para eso.
Los ladrillos son un gran activo patrimonial, es positivo que tan alto porcentaje tenga casa. Pero es preocupante que sigan trabajando por necesidad, porque entonces es muy probable que el mantenimiento de la casa sea un peso. Por eso tantos reciban ayuda de sus hijos para no solo ellos, sino sus dependientes económicos.
La planeación, las metas a futuro y el ahorro para enfrentar esta etapa de vida son esenciales. Jóvenes, ahora que pueden trabajar, planeen, establezcan metas y ahorren para llegar a las canas con casa y dinero para disfrutar la vida.
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