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miércoles, 25 de septiembre de 2013

ESPAÑA: LOS BANCOS PARECEN VOLVER A TOMAR BUEN RITMO

Desde 2008 gran parte de la banca nacional española se ha derrumbado como un castillo de naipes que acumula ya 53.000 millones de euros en ayudas públicas, rescate europeo incluido. Por ello, desde el extranjero, todo signo de recuperación de la banca española se ha cogido con papel de fumar en los últimos años ante la experiencia pasada.


Hasta ahora. En las últimas semanas, sin embargo, el respaldo a las finanzas desde fuera de nuestra fronteras parece venir de la mano de la inversión. El pasado 11 de septiembre, el fondo norteamericano Apollo compraba EVO, la marca bajo la que se comercializa Novagalicia fuera de la autonomía, por 100 millones de euros y se comprometía a inyectar 250 millones a partir del próximo año. La operación suponía la primera compra de una entidad rescatada por el Estado.

El mismo día, el espaldarazo a las finanzas nacionales llegó de otro frente. El banquero colombiano Jaime Gilinski se comprometió a comprar un 5% de Banco Sabadell, equivalente a 275 millones de euros de la ampliación de capital que entonces realizó la entidad catalana. Y el fondo neoyorquino Fintech, propiedad de David Martínez, uno de los mexicanos más influyentes de Wall Street, se unió a la inyección de liquidez con 150 millones.

'Hasta ahora nadie quería saber nada del sector financiero español, pero esa situación parece haber cambiado', señala el responsable de March Gestión de Fondos, José Luis Jiménez, al repasar ambas operaciones.

Esta confianza renovada va a rebufo de la mejora del resto de indicadores económicos.
'Los fundamentales del país han mejorado. Antes los comités de crédito no querían ni acercarse a España. Ahora, no obstante, algunas firmas han mejorado sus perspectivas de inversión. Ven que España es un país atractivo, sobre todo en sectores como los servicios financieros', reseña el Managing Director de la consultora estadounidense Álvarez & Marsal para España y Portugal, José de Ochoa.

El respaldo también viene de Bruselas. Esta semana en Roma, el vicepresidente de la Unión Europea y comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, descartó por primera vez que la banca española requiera que el rescate financiero se amplíe. 'España tiene grandes posibilidades de salir de este programa a finales de año sin ningún tipo de fórmula de seguimiento', señaló.

En el horizonte próximo se dibujan los test de estrés a los bancos del Viejo Continente que aplicarán la Autoridad Bancaria Europea y el BCE a inicios de 2014. Esta semana, un informe de la firma de inversión norteamericana Morgan Stanley titulado «Viva España» recogía que si bien los test de estrés dotarán de mayor credibilidad a los bancos continentales, también harán evidente las necesidades de capital sobre bancos periféricos y apostaba por el sistema financiero nacional.

'Creemos que las entidades españolas resistirán mejor los test que las italianas, dado que sus balances han sido ya estudiados por auditores externos durante el último año, bajo la supervisión de la Troika', señala el documento.

Sin embargo, ante estas pruebas las dudas sobrevuelan al sistema financiero nacional. Las sospechas apuntan a si la regulación internacional de solvencia, o Basilea III, computarán en estos test como capital de primera calidad los 50.000 millones de euros que la banca nacional tiene como créditos fiscales, es decir, deducciones de impuestos que las entidades presentan por futuros beneficios. Una de las soluciones barajadas a este obstáculo consiste en seguir el ejemplo de Italia, que cambió el tratamiento de estos activos para así evitar nuevas recapitalizaciones de sus entidades.

El idilio con la banca nacional se traslada incluso a los parqués. Las entidades españolas han aumentado su valor en Bolsa casi un 30 %, mientras que el conjunto del sistema financiero continental lo ha hecho un 18,9 %.

Incluso después de este rally alcista, el pasado martes, la entidad británica HSBC envió un informe a inversores de todo el mundo en el que recomendaba continuar invirtiendo en los bancos nacionales. La reducción de oficinas y plantilla afrontada, el hecho de que las cajas no vuelvan a interferir en el negocio de los bancos y la confianza de la firma de que la rentabilidad por activos continuará aumentando, explican el optimismo de la entidad, como recoge el informe.

«Habrá más compras de bancos españoles en el futuro, rescatados incluidos. Pero lo más probable es que no se produzcan adquisiciones de entidades al completo, sino de divisiones», analiza De Ochoa.

«Es evidente que los inversores ven el sector de otra forma. Las reformas, así como los test independientes y las recapitalizaciones, han sido claves para que los mercados discriminen entre entidades a la hora de detectar problemas», apunta el estratega jefe de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano.

De acuerdo a las entidades de inversión, el principal riesgo que enfrenta el sistema recae en el continuado aumento de la morosidad, ya en el 11,97 % y que HSBC prevé que continúe creciendo hasta 2015 incluso en un escenario positivo, provocado por la reducción de las rentas. «A partir de ahora los datos económicos tendrán que cumplir las expectativas de recuperación para ahuyentar la volatilidad en el sector», sentencia Martínez. Todo depende de que la mejora tenga impacto en la creación de empleo para vencer las últimas reticencias en el exterior. A fin de cuentas, la desconfianza internacional se alimenta de un pasado repleto de conatos frustrados de recuperación.

Fuente: http://www.abc.es


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