7 personas muertas son hasta el momento el resultado de una sucesión de acontecimientos que se inició en una vivienda cerca del campus de la Universidad de Santa Mónica y que ha concluido con un tiroteo en el interior del centro, donde el autor de los disparos ha sido abatido por la policía. Otras cinco personas se encuentran hospitalizadas. La jefa de la policía de la localidad, Jacqueline Seabrooks, ha confirmado en una rueda de prensa que una persona relacionada con el caso se encuentra bajo custodia.
Al filo del mediodía de este viernes, el autor del tiroteo entró en una vivienda cercana al campus, mató a dos personas y prendió fuego a la casa -la policía continúa investigando el lugar para concluir si hay más cadáveres-.
Acto seguido, salió a la calle y empezó a disparar de manera aleatoria a los vehículos y personas que encontraba en su camino, allí murieron otras tres personas. El sospechoso se dirigió a la Universidad y camino del la biblioteca disparó a una estudiante, que falleció tras ser trasladada al hospital-. Una vez allí comenzó a disparar contra los alumnos que se encontraban estudiando para los exámenes finales, hasta que fue abatido por la policía.
Los heridos han sido trasladados a dos hospitales de la localidad. Una de las tres que fueron trasladadas al Centro Médico Ronald Reagan es la que falleció en los pasillos de la universidad, de las otras dos, una de ellas está muy grave, ha confirmado su portavoz Marshall Morgan. Las otras tres víctimas se encuentran en buen estado en Centro Médico de Santa Mónica.
La policía no ha identificado al autor del tiroteo pero lo ha descrito como un hombre blanco de entre 25 y 30 años que iba vestido completamente de negro y llevaba un chaleco antibalas. Tampoco se ha confirmado el número o el tipo de armas que había enfundado, aunque varios testigos coinciden en que se trataba de rifles de asalto.
El tiroteo ha sucedido a menos de cinco kilómetros de donde el presidente de Estados Unidos de América, Dr. Barack Obama, atendía a un acto de recaudación de fondos antes de reunirse con su homólogo chino, Xi Jinping.
Tras la matanza de la escuela de Newtown, Obama se comprometió para evitar que masacres como aquella, en la que fallecieron 20 niños y siete adultos, se volviera a repetir.
El tiroteo de San Mónica de este viernes no se ha cobrado el mismo número de víctimas del atentado de Newtown, pero las escenas de pánico y desconcierto han sido muy semejantes a las que se contemplaron el pasado 14 de noviembre en la localidad de Connecticut.
El presidente se embarcó, entonces, en una ofensiva para arrancar del Congreso una legislación más dura sobre el control de armas. Finalmente, la iniciativa más ambiciosa para erradicar la violencia por las armas presentada en el Senado en los últimos 20 años, naufragó el pasado mes de abril y con ella buena parte de las esperanzas del presidente por hacer realidad una de sus apuestas más firmes de su segunda legislatura.
El tiroteo de este viernes volverá a reabrir el debate sobre el control de armas, pero parece difícil que vuelva a trasladarse al Capitolio en los próximos meses.
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