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viernes, 7 de junio de 2013

URUGUAY: LAS MEDIDAS DEL GOBIERNO QUE LOGRARON QUE SE DEPRECIARA EL PESO FRENTE AL DOLAR

Las medidas venían siendo analizadas desde abril y ya provocaron una suba de la moneda yanqui que, ante el inminente anuncio, se reiteró. El 10 de mayo, el presidente José Mujica le pidió al ministro de Economía, Ec. Fernando Lorenzo que hiciera algo para contener la baja del dólar. Lorenzo dijo que espera que con las medidas 'se termine de restablecerlo en las próximas semanas'.


En conferencia de prensa tras la reunión de la mañana entre autoridades del Ministerio de Economía y el Banco Central (BCU), Lorenzo, dijo que la importante llegada de capitales de no residentes implicó 'unas presiones muy fuertes' a la baja del dólar y 'amenaza con ir contra los propios fundamentos de la economía'.

El presidente del BCU, Mario Bergara, dijo que si bien 'no hay medidas mágicas', se entiende que 'una batería de medidas sí va a estar en condiciones de afrontar de la manera más eficiente, más directa esta situación'. Además, reafirmó la flexibilidad cambiaria y dijo que el equipo económico 'no es fundamentalista respecto a los instrumentos'.

Las tres medidas anunciadas ayer son:

1.Encaje a títulos del Tesoro

El fenómeno de ingreso de capitales especulativos a Uruguay se viene dando desde abril de 2012 -cuando el país recuperó el grado inversor- pero explotó este año. En diciembre de 2011 solo el 2% de los títulos del Tesoro emitidos localmente estaba en manos de no residentes, para agosto de 2012 ya era el 10% y a fin de mayo de 2013 alcanzó a 50 %.

A partir del lunes, los no residentes que quieran comprar títulos de deuda del Tesoro en moneda nacional (pesos y Unidades Indexadas) deberán dejar inmovilizado el 50% de lo que adquieran. En el caso de los títulos de deuda del BCU ese encaje ya existía, pero pasará de 40% a 50 %.

Esto disminuye la rentabilidad que dan los títulos a los fondos de capital especulativo y debería moderar su ingreso. No significa una prohibición, porque los capitales pueden entrar aunque con menor ganancia. Para el gobierno el problema es que estos capitales traen dólares, compran pesos y adquieren la deuda que ya fue emitida y principalmente está en manos de AFAP-, lo que genera un fuerte impulso a la baja de la moneda usamericana.

Hasta ahora, el BCU buscaba contrarrestar ese impulso mediante la compra de dólares (ya lleva adquiridos 31 % más que en todo 2012) pero eso le genera un costo, de 1,2 puntos del Producto, unos US$ 600 millones, que implica más déficit fiscal.

2.De manejar tasas a agregados

A partir del 1° de julio, el BCU reemplazará la tasa de interés como instrumento de política monetaria por 'una trayectoria indicativa de los medios de pago a partir del mes de julio'. En los hechos, esto implica que en vez de manejar el 'precio del dinero' como señal indicativa del combate a la inflación, pasa a gestionar "la cantidad del dinero" que circula en la economía. Así, se vuelve al instrumento que rigió entre 2003 y mediados de 2007 cuando se pasó al de tasa de interés.

Al manejar los agregados, la tasa de interés se moverá de acuerdo al mercado, sin necesidad de que el BCU busque 'ponerla' en 9,25 % como hoy. Para el gobierno, en un contexto de fuerte ingreso de capitales, la tasa de interés no tenía la potencia necesaria. Sin embargo, pocos países manejan los agregados como instrumento y prefieren la tasa. Recientemente Japón hizo el mismo cambio que hará Uruguay ahora.
3.Ampliación de meta de inflación

En julio de 2014, la meta del gobierno será ubicar la inflación entre 3 % y 7 % en vez del 4%-6% que rige actualmente. Hoy la inflación está por fuera de la meta de 4%-6 % (es de 8,06 % en los 12 meses cerrados mayo) y ampliar la brecha es sincerar ese incumplimiento. Los sindicatos pueden reclamar mayores subas de salarios, Lorenzo descartó que se acepte eso.

En una entrevista con el diario El País, Antonelli afirmó que la moneda estadounidense estaba en 'una situación que está estancada en un valor y en la que ya estaba siendo complejo el manejo macroeconómico del país'.

Sobre si el actual nivel del dólar (sobre los $ 20) es suficiente para mejorar la competitividad o se necesitaría que subiera a $ 21, el subsecretario de Economía señaló que 'no tengo un valor fijo creo que esas consideraciones las va a fijar el ministro (de Economía, Fernando) Lorenzo'.

Ayer la moneda yanqui subió 0,63 % y se operó en promedio a $ 20,472. El mercado cambiario volvió a mostrar ayer una fuerte disposición compradora por parte de los bancos privados, buscando anticiparse al anuncio que haría el gobierno más tarde lo que determinó el cuatro aumento consecutivo de la divisa yanqui.

El dólar acumula un alza de 1,01 % en junio y de 5,53 % en 2013. Por su parte, el Banco República incrementó 15 centésimos la compra de la pizarra a $ 20,10 y 10 centésimos la venta a $ 20,85.

De acuerdo a lo señalado por los agentes de mercado consultados por El País, muchos bancos privados se volcaron a comprar divisas, sobre todo después del mediodía, cuando el BCU convocó a la conferencia de prensa para las 17 horas de ayer.

Una vez conocidas las medidas, los operadores coincidieron en que habrá que esperar para ver cómo evoluciona la divisa, aunque en buena medida ya se daban por descontadas. No obstante, estiman probable que la reacción hoy sea al alza.

Los montos operados por la Bolsa Electrónica (Bevsa) totalizaron US$ 43,9 millones.

El gerente del departamento de economía de CPA/Ferrere, Alfonso Capurro, dijo a El País que la actitud del Banco Central (BCU) los días pasados convalidó este valor del dólar y que con ese nivel 'la inflación corre riesgo de irse por encima de 9 % en julio y agosto'.

El economista vio positivo el sinceramiento del rango meta de inflación a entre 3 % y 7 % a partir de julio de 2014 y también el pasaje a manejar agregados monetarios, aunque dijo que se trata de un régimen 'más opaco', ya que con el actual de tasas es más fácil para el mercado interpretar si las decisiones del BCU indican una política contractiva o expansiva.

No obstante, advirtió que 'sería sano' que estas medidas sean acompañadas por una decisión del Comité de Política Monetaria el viernes 27 'que implique un compromiso más vinculante de lo que era antes con cumplir la meta de inflación'.

'En ausencia de eso, puede haber un desanclaje de expectativas', señaló.

Pablo Rosselli, socio de Deloitte, afirmó a El País que 'este conjunto de medidas apunta a promover un tipo de cambio más alto en respuesta a los problemas de competitividad que tiene Uruguay'. Para el economista, el efecto de desincentivo para capitales especulativos debido a la medida que toma el gobierno 'va a depender bastante de los detalles de implementación'.

El analista dijo que el gobierno marca su preferencia por un dólar mayor asumiendo 'algún riesgo más con la inflación' y que en caso de que la suba de precios se vuelva más fuerte 'el gobierno va a apelar a las tarifas públicas para mantenerla en no más de 8 % anual'.

Rosselli sostuvo que si la preocupación de fondo es la competitividad, el camino debería ser moderar la política fiscal y promover una desaceleración muy significativa de los salarios en la próxima ronda de negociación, ya que 'las empresas tienen costos altos de producción'. De seguir con el esquema actual, la 'competitividad va a deteriorarse', advirtió.

El socio de Vixion Consultores, Aldo Lema, coincidió en que el abandono de la tasa de interés de referencia 'puede anidar un intento por desarrollar una política expansiva en materia monetaria', que implicaría 'que están dispuestos a tolerar más inflación' (de 8 % a 9 %) con un dólar más alto.

'Las expectativas ya están desancladas. El aumento en el techo del rango meta y la incertidumbre sobre el manejo del nuevo instrumento en el medio de las turbulencias actuales acentúan el riesgo de un escenario de estanflación' (estancamiento económico con inflación), dijo a El País. 'Lo más probable es que Uruguay se mantenga con una inflación de 8 % y 9 %' al mismo tiempo que la actividad acentúa su desaceleración, agregó.

Lema sostuvo que el desaliento al ingreso de capitales especulativos suele ser inefectivo para afectar el tipo de cambio real y que la medida que toma el gobierno llega cuando la llegada de capitales a América Latina comenzó a disminuir.

En este sentido, dijo que la razón por la que a Uruguay siguieron aumentando fue por 'los desequilibrios preexistentes' de los que se aprovechan esos flujos de capitales (como la inflación, que generó la apreciación del tipo de cambio y tasas nominalmente altas).

'Se está buscando atenuar los efectos de esos desquilibrios pero no se está yendo a las causas de fondo', indicó.

En tanto, el economista Javier de Haedo consideró positivas las medidas 'porque tienden a mitigar la entrada de capitales que tanto perjuicio nos están generando'. Advirtió que con el manejo de agregados monetarios 'es menos transparente', porque se conocen una vez por mes, pero 'no está mal en un momento en que se quiere un manejo más flexible de estas políticas'. Señaló que la suba del dólar ya se anticipó en los últimos días y que continuará cotizando entre $ 20 y $ 21.

'La diferencia es que en vez de tener una inflación de 8 % con un dólar a $ 19 vamos a tener una inflación de 8% con un dólar a $ 21, gracias a un contexto deflacionario que estamos recibiendo de la región', dijo, en referencia a que la brecha cambiaria con Brasil y Argentina está llevando a los uruguayos a comprar afuera de fronteras.

La cifra
7,96%

Es la inflación que preveían los analistas en mediana que encuesta mensualmente el Banco Central previo a las medidas.

El director del Banco Central (BCU) en representación del Partido Nacional, Washington Ribeiro dijo anoche a El País que el cambio a implementarse "era necesario, porque los dos problemas, inflación y competitividad, exigían tomar medida

Ribeiro expresó que en su caso, acompañó la decisión porque permite 'recuperar terreno en materia de competitividad' y se logra 'sincerar la política monetaria', al tiempo que el BCU 'recupera margen de maniobra' en el combate a la inflación.

A su juicio, estas medidas 'se supone' que lograrán 'disminuir la participación del BCU en el mercado cambiario'. Hasta ayer, el Central llevaba comprados US$ 871,92 millones, lo que le implica un costo, ya que tiene que emitir deuda para quitar los pesos que vuelca a la economía con esas adquisiciones si no quiere que se convaliden en subas de precios al consumo. Aún con las decisiones tomadas, afirmó que 'la competitividad debe seguir en el centro' de las preocupaciones.

Según Ribeiro, los anuncios 'deben ser reforzados' por 'todo el gobierno' en la próxima Rendición de Cuentas mediante el no aumento adicional del gasto y con un 'liderazgo fuerte" en la negociación colectiva que implique que los 'aumentos reales (es decir por encima de la inflación) de los salarios asociados a productividad'.

Fuente: El País y CPA Ferrere

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