Williams, famosa por protagonizar películas de temática acuática, falleció mientras dormía, confirmó su representante, Harlan Boll.
De adolescente una destacada nadadora, Williams vio sus aspiraciones olímpicas truncadas en la Segunda Guerra Mundial, pero saltó al estrellato con sus deslumbrantes musicales con espectáculos de natación, un escapismo para una audiencia cansada de la guerra.
Conquistó al público con su segunda película, Bathing Beauty ( Escuela de sirenas) en 1942, y en la siguiente década hizo 18 más. Sus filmes, con los que llenó las salas con su gracia atlética, su aspecto sincero y sus glamourosos trajes de baño, recaudaron cerca de $90 millones.
En Million Dollar Mermaid ( La primera sirena o La reina del mar, 1952), que cuenta la historia de la campeona de nado sincronizado y defensora del traje de baño de una sola pieza Annette Kellerman, Williams apareció con no menos de 28 bañadores, entre ellos una despampanante malla dorada que la cubría desde el cuello hasta los dedos de los pies.
La elegante piscina de agua salada del Hotel Raleigh en Miami Beach fue el escenario de las proezas acuáticas de la actriz en Million Dollar Mermaid. En 1994 Williams asistió a la apertura de una retrospectiva de sus filmes en la Cinemateca de Miami Beach y a un show acuático al estilo de sus películas en la piscina del hotel en la avenida Collins, que, en su homenaje, ofrece a los turistas la oportunidad de vivir una experiencia en la Esther Williams Suite, una habitación de más de 900 pies con vista al mar.
Williams también filmó en otros escenarios de la Florida Easy to Love (1953), en el famoso Cypress Gardens, en Winter Haven, y Jupiter’s Darling (1955), en Silver Springs, una película de la MGM dirigida por George Sidney. Fue este mismo director el que puso a la Williams a nadar en Escuela de sirenas con los ritmos cubanos de la orquesta del catalán Xavier Cugat.
Williams hizo películas con papeles estrictamente dramáticos, pero sus éxitos de taquilla eran las que la zambullían en la piscina con cualquier excusa, la mayoría coreografiados por el extravagante Busby Berkeley.
En Million Dollar Mermaid nadaba un maratón y hacía exhibiciones de buceo y natación, y en Neptune’s Daughter ( La hija de Neptuno, 1949) modelaba los diseños de su propia empresa de trajes de baño.
El elegante cuerpo de Williams también lucía impresionante en un vestido de noche, pero lo que todos amaban era verla en bañador. “Mojada es una estrella, seca no”, dicen que dijo una vez la actriz Fanny Brice.
En sus últimos años, Williams afirmó que nunca se asustó con los magnates del cine, pero hizo algunos comentarios duros sobre el sistema.
'Eramos como una cadena de montaje. ¿Vio cuando uno se siente intimidado en un salón de belleza? Imagínese sentado junto a Ava Gardner o la poderosa personalidad de Lucille Ball o Marlene Dietrich cuando se estaba tiñendo de rubio para Kismet', dijo una vez.
Fuente: Nuevo Herald
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