Un sicario del barrio Marconi, contratado por una mujer 'referente' del asentamiento 1° de Mayo, salió a buscar a su víctima. El dato que le habían dado era que 'el negro vive en una casa verde'. Pero se equivocó de casa. La emprendió a balazos contra otra 'casa verde', dando muerte a una vecina de 42 años de edad, que murió sin saber porqué.
Fue un caso de venganza. La semana pasada, una joven del asentamiento 1° de Mayo había sido violada por su expareja, delante de sus hijos.
El violador era 'el negro que vive en una casa verde'.
La joven ultrajada, según informaron fuentes policiales, recurrió a la 'referente' de la zona, una dirigente del sindicato Ucrus (Unión de Clasificadores de Residuos Sólidos), que agrupa a los carritos de hurgadores de Montevideo- para dejar a su cuidado a sus 3 hijos mientras iba a realizar la denuncia y a hablar con una asistente social.
La dirigente de Ucrus, tras escuchar el conmovedor relato de los niños sobre el ultraje a su madre, decidió cobrar venganza. Por su propia cuenta, habló con un sicario que reside en el barrio Marconi.
Así, los hechos derivaron, el pasado miércoles, en la muerte a balazos de Sandra Surraco, quien nada tenía que ver con la violación de la joven.
Lo único que la vinculaba con el hecho, era su casa, cuya fachada estaba pintada de verde.
Surraco y su familia estaban mirando el partido entre Uruguay y Brasil por la semifinal de la Copa de Confederaciones.
La víctima tenía en sus brazos a su pequeño nieto cuando escuchó el ruido de varias motos en la puerta de la vivienda. Salió a mirar qué pasaba y ni bien abrió la puerta, los delincuentes comenzaron a disparar contra la mujer.
Tres disparos impactaron en el cuerpo de Surraco. Uno dio en la espalda, otro en un glúteo y el tercero, a la postre el mortal, entró por la axila y le perforó una arteria.
Su esposo, un obrero de la construcción, pidió auxilio a un vecino para llevar a la mujer a la policlínica de Piedras Blancas, donde llegó sin vida.
Durante toda la jornada del jueves, la Policía realizó varios allanamientos en el barrio 1° de Mayo, logrando la detención de varios implicados, entre ellos la mujer que, presuntamente, contrató a los matones.
Dirigentes del sindicato del Ucrus, consultados por el diario El País, dijeron que la mujer había estado en una asamblea del gremio realizada el jueves.
'Era una trabajadora muy ferviente de Ucrus', dijo uno de los dirigentes.
Anoche, la mujer declaraba ante la Justicia, junto a su hijo y uno de los autores de los disparos. Los mensajes de texto entre mujer y su hijo dejaron en evidencia la participación que ambos tenían del homicidio.
La detenida se mostró arrepentida. 'Murió una mujer de trabajo', dijo a la Policía.
Fuente:El Pais
No hay comentarios:
Publicar un comentario