El rostro del trabajador doméstico infantil es el de una niña. Ellas suman 11.331.000 empleadas del hogar en edad escolar, por 4.193.000 varones en las mismas circunstancias, según el informe Erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
'No tengo contrato porque la señora dice que me está ayudando, y tampoco tengo vacaciones'. Es el testimonio de Natalia de 16 años, trabajadora doméstica en Costa Rica. Como ella, 15,5 millones de menores entre cinco y 17 años realizan trabajo doméstico fuera de sus casas, la mayoría sin contrato y sin salario.
La OIT afirma que el trabajo doméstico infantil 'constituye un desafío de igualdad de género'. Dos tercios de los 776 millones de personas analfabetas en el mundo son mujeres, lo que indica la falta de valor que se concede a la educación de las niñas en muchos países.
Además 'muy a menudo se impulsa a las niñas a aprender competencias 'femeninas' mal remuneradas' (como cursos de belleza y cuidado de niños) que refuerzan su rol tradicional y limitan su futuro laboral.
La organización añade que las trabajadoras domésticas adultas llevan a sus hijas con ellas para que 'aprendan el oficio' con lo que la situación se perpetua con 'muchas niñas sin escolarizar que siguen el camino de sus madres en el trabajo doméstico'.
Las diferencias por sexo entre niños y niñas con respecto al trabajo doméstico se incrementan con la edad. Es decir, las niñas más pequeñas, de 5 a 11 años, son casi el 60% de la mano de obra doméstica, pero a medida que crecen los varones encuentran otras oportunidades porque, de 15 a 17 años, las muchachas rozan el 80 %.
Trabajo peligroso en el hogar
La mitad de todos los niños en el trabajo doméstico (8,1 millones) realizan trabajos peligrosos. Esta cifra incluye 'trabajar más de 43 horas semanales, con trabajo nocturno y exposición a abuso físico o sexual'.
El trabajo doméstico peligroso golpea especialmente a las niñas -5,8 millones, lo sufren-, en comparación con los 2,3 millones de varones.
La esclavitud o el trabajo forzoso también tiene rostro de mujer. Del total de 20,9 millones de personas que sufren el trabajo forzoso, 11,4 millones de víctimas (el 55 %) son mujeres y niñas.
Los menores de hasta 17 años de edad representan uno de cada cuatro esclavos, en total 5,5 millones. La OIT matiza que el número específico de víctimas de la trata infantil con fines de trabajo doméstico es desconocido pero señalan 'la existencia de un gran número de niños y niñas en servidumbre por deudas, víctimas de trata o en situación de siervo'.
El trabajo infantil doméstico 'no constituye simplemente una violación de los derechos del niño sino un importante desafío para garantizar el trabajo decente de los adultos' subraya la OIT. Este organismo añade que 'cuando la legislación no protege a los niños contra el trabajo infantil, las posibilidades de enfrentarse a condiciones de trabajo abusivas son muy altas'.
Como resume Joyce, una niña filipina de 17 años que trabaja como criada: 'Durante mucho tiempo hemos sufrido en silencio. Necesitamos acabar con la explotación y el abuso'.
Fuente:rtve.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario