miércoles, 5 de diciembre de 2012
MONTEVIDEO: MAS VALE ROBAR OTRA QUE PAGAR LA MULTA ! INCREIBLE
Los operativos de prevención y disuasión de picadas realizados por la Intendencia de Montevideo y la Policía de Tránsito durante los fines de semana tienen una consecuencia insospechada: al día siguiente aumentan las rapiñas de motos, dijo al diario El Observador Ricardo Prato, secretario general de la IM, en relación a la información que le brinda Policía de Tránsito.
El operativo detecta entre los motociclistas a aquellos que circulan en situación irregular por carencia de documentación en regla, con el casco de adorno, con exceso de velocidad, con las luces apagadas o con una concentración de alcohol en sangre más allá del límite permitido por la normativa vigente (0,3 gramos de alcohol por litro de sangre).
También se trata de ubicar a las motos robadas y las personas requeridas por delitos que utilizan este vehículo para cometer rapiñas.
Otro objetivo es controlar a un parque vehicular que se incrementó en 150 % en los últimos cinco años y solo entre 2008 y 2010 creció un 13 % la participación de motos en accidentes de tránsito.
Los inspectores efectúan en promedio 140 multas a motociclistas por operativo. Si el conductor tomó alcohol, o si por las condiciones del vehículo se entiende que representan un riesgo en la vía pública, se incauta el vehículo y se lo lleva al depósito del Servicio de Vigilancia de Tránsito en el Cerrito de la Victoria. En promedio, llegan 50 motos por fin de semana. Un fin de semana de marzo de 2011 batió récords: se aplicaron 1.264 multas y se confiscaron 114 motos.
El propietario debe pagar las multas que se van ajustando al valor de la unidad reajustable. La multa por no usar casco es de $1.486. Si se suma el importe por una espirometría positiva, la persona debe pagar $10.495. Solo por esto paga casi lo mismo de lo que pagaría por una moto nueva de 100 centímetros cúbicos de origen chino.
El precio de los vehículos de mayor salida ronda los US$ 1.400. Por esta razón, Prato indicó que 'el porcentaje de devolución es muy bajo'. De aquellas 50, solo se levantan 15. El resto se va acumulando en verdadero cementerio de motos que ya tiene 13.000 bajo custodia.
'La Policía nos dice que al día siguiente de los operativos aumentan las rapiñas de motos. Salen a buscar otra, no necesariamente la van a comprar. Es más barato salir a rapiñar una', manifestó Prato. Por esta razón hay en el depósito motos 'hechas con pedazos' de otras motos, presumiblemente robadas.
El personal del depósito informó a El Observador que de las 50 que entran en promedio un fin de semana, alrededor de cuatro presentan borrado el número de motor y de chasis, lo que da la pauta de que fueron robadas. Pero es más frecuente que aparezcan con cambios en la pintura u otras modificaciones para 'disfrazarla'. En ese caso, se guardan aparte y se da intervención a la Policía.
Desde fines de octubre, Policía de Tránsito incrementó la realización de controles sorpresivos en la ciudad y, en especial, en las zonas donde se constata mayor número de delitos, en el marco de una estrategia para frenar las rapiñas.
El director de ese cuerpo, Pablo Vichi, dijo a Subrayado que la participación de las motos en delitos es alta, debido a que es 'un elemento rápido, ágil, hurtable en una zona y con el que rápidamente se puede cometer un delito en otra'.
Las motos más antiguas de las 13.000 confiscadas fueron ingresadas al depósito en 2010. Las anteriores ya fueron vendidas como chatarra. Esto se realiza una vez al año para hacer lugar. 'Después de un año o año y medio la IMM empieza a hacer un reciclaje. Se ubica al propietario (y si es posible porque muchas motos nunca fueron empadronadas) y se le pregunta si quiere levantarla. Si no, se hace una preselección y se remata', explicó uno de los encargados.
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