El gobierno uruguayo insistirá con dejar atrás el “enriquecimiento indebido” de los contratistas de fútbol por las transferencias de jugadores y le dará un nuevo impulso al proyecto de ley que regula esa actividad económica. La pregunta que nos hacemos es: tiene el gobierno los votos necesarios para aprobar la norma en el Parlamento ?
El Ministro de Turismo y Deporte, Dr. Héctor Lescano, quien ocupa ese cargo desde 2005, es una persona que conoce bien el tema pues fue Presidente del club Liverpool.
Dijo al diario El Observador que la aprobación de esa iniciativa es una de las prioridades de su cartera. No obstante, el proyecto fue presentado durante el gobierno pasado y quedó archivado.
“El Poder Ejecutivo señala que esta iniciativa tiene total vigencia. El objetivo es introducir cambios sustanciales a las reglas de juegos actuales que rigen en esta compleja cadena de transferencias”, dijo Lescano.
Durante la legislatura pasada, la propuesta del Poder Ejecutivo fue aprobada en general por la Cámara de Senadores pero no llegó a ser tratada por los diputados “por falta de tiempo”, según relató el ministro.
Los cambios fundamentales a las reglas actuales del negocio pasan por dejar establecido el porcentaje de ganancias que pueden tener los contratistas.
“La mayor parte debe quedar en la institución que formó y mostró al jugador. Hay que establecer derechos y obligaciones para los contratistas, que son una realidad y deben estar inscriptos y se deben fijar límites razonables”, aseguró Lescano.
Para el gobierno, la ganancia que se llevan los empresarios en la mayoría de los casos es alta en función de su inversión.
En la exposición de motivos, el proyecto dice que la ley regulará los montos que se lleva cada parte en una transferencia y adelanta que se busca “evitar” que se produzca un “enriquecimiento indebido del intermediario”.
En los hechos, de aprobarse la norma, la mayoría del monto quedará en manos de los clubes debido a que el artículo 33 establece que la contraprestación de las instituciones deberá ser superior a la suma de lo que se llevan juntos el empresario y el futbolista.
De esta manera, más de la mitad del dinero quedaría en las arcas del club que formó al jugador por entender que es el actor que realizó la mayor inversión.
Además, el proyecto busca que ante la concreción de un pase el jugador obtengan más ganancias que el contratista. El artículo 34 dice que el monto que reciba el deportista “deberá ser superior a la comisión” del intermediario.
En medio de las intenciones del gobierno de iniciar una fuerte regulación sobre la actividad, desde el sector de los empresarios se reclama que también se tenga en cuenta la inversión que realizan ellos.
Gerardo Rabajda, contratista que representa entre otros futbolistas a Sebastián Abreu y Arévalo Ríos, dijo que hay muchos mitos en torno a la actividad que empresarios llevan adelante y aseguró que antes de la venta de cada jugador deben hacer “enormes inversiones”.
Con 13 o 14 años, aquellos adolescentes que juegan en la séptima división de algún club y tienen perspectiva de futuro ya cuentan con un representante.
Rabajda narró que desde esa edad comienzan a destinar fondos para abastecerlos de elementos básicos como zapatos de fútbol y viáticos y que en la inmensa mayoría de los casos esa inversión no tiene retorno.
“Hay una regla muy clara y que se cumple siempre: de todos los que empiezan a jugar en séptima división, solo el 3% llega a debutar en primera”, dijo.
Por esa razón, el contratista reclamó al gobierno que antes de tomar una decisión se interiorice sobre la realidad del negocio.
“Hoy en día hay crisis a nivel mundial y eso también afectó al fútbol. Es muy fácil desde la frialdad de un escritorio hacer una ley”, dijo y relató que ante cada negociación deben realizar “gastos increíbles” que muchas veces quedan en la nada cuando el pase se cae.
Rabajda dijo estar de acuerdo con que sean los clubes quienes se lleven la mayoría del dinero de un pase, pero al mismo tiempo reivindicó el papel de los contratistas.
“El futuro depende de los clubes pero si los empresarios no vendiéramos, el fútbol uruguayo habría desaparecido. Los clubes viven gracias a los empresarios”, sostuvo el intermediario.
Los empresarios Ricardo Canals y Gustavo Nikitiuk dieron su punto de vista sobre el proyecto de ley que impulsa el gobierno, el cual tiene como sus puntos principales que la mayor parte del monto de un pase sea para los clubes y que la comisión de los contratistas sea menor a la de los jugadores.
La iniciativa busca dejar atrás el “enriquecimiento indebido” de los contratistas de fútbol por las transferencias de los jugadores, según informó El Observador de este martes.
Para el ministro de Turismo y Deporte, Héctor Lescano, la aprobación de la iniciativa es una de las prioridades de su cartera.
Nikitiuk: regular a contratistas y a clubes
A juicio de Gustavo Nikitiuk, integrante del grupo Protalent, está bien que el club se lleve la mayor parte.
“A mí me parece perfecto que quede en el club la mayor parte”, dijo.
“El contratista debe obtener el 10% por la comisión y el futbolista el 20% del pase, como pasa en todo el mundo. En mi empresa se respeta eso, lo que hagan otros no lo sé”, agregó
El ex jugador admitió que la ley también debe regular a los clubes, los que muchas veces, expresó, venden futbolistas por necesidad y a varios contratistas, lo que luego genera “problemas”.
Un caso que puede ejemplificar esa tendencia es el del jugador Rodrigo Mora, goleador de Defensor Sporting en el pasado Apertura, cuya ficha corresponde 50% a Pablo Bentancur, 10% compartido entre Gerardo Rabajda y Jorge Chijane, 20% a Defensor y 20% a Danubio. Además, el jugador es representado por el argentino Juan Pablo Sorín.
“Los clubes venden por necesidad y luego el contratista quiere vender su parte en un precio mayor, logran comercializarlo y los clubes se lamentan porque no pudieron obtener ese monto. Es un negocio, vos querés ganar. Las instituciones no te regalan nada”, comentó el empresario.
Nikitiuk sostuvo también que “el gobierno debería ayudar a los clubes para que no tengan necesidades económicas y se vean obligados a vender a bajo precio”.
Por su parte, Ricardo Canals, de la empresa Profútbol, señaló que está “perfecto” que se avance con la ley. “Lo que se pueda regular siempre es bueno”, agregó el ex zaguero, aunque reconoció que la tarea de un contratista tiene varias dificultades.
“Hay que tener en cuenta que hay un trabajo atrás de un pase y vos tenés que competir con otros mercados, y a veces las transferencias son complejas”.
Con respecto al 10% que les toca a los empresarios, señaló que en Uruguay eso no se cumple como lo determina la FIFA.
“En Europa el contratista gana además del 10% del pase, el 10% del sueldo del jugador, establecido por FIFA, algo que acá es inviable.
No le podés sacar $2.000 a un jugador que gana 20.000. Al contrario, muchas veces tenemos que poner dinero. El contratista con el trabajo que hace dentro de Uruguay no gana dinero”, comentó.
Para Canals, el gobierno debería interiorizarse en los pormenores que tiene su trabajo.
“En Uruguay es muy complejo el tema”, indicó. El ex jugador que integra Profútbol junto a Paolo Montero y Gustavo Méndez, indicó que muchas veces los clubes cuentan con el apoyo de los empresarios para mantener a los jugadores.
“Hay varios juveniles que se vienen desde el interior con su familia y nosotros tenemos que brindarle la casa porque el club no dispone. A veces los clubes ponen una parte y nosotros otra para mantenerlos”, indicó.
También reconoció que el fútbol uruguayo no tiene la misma vidriera que otros cercanos como los son el argentino y el brasileño, lo que influye a la hora de cotizar a un jugador.
Además, sostuvo que para él lo mejor es que los clubes vendan parte de las fichas de un jugador y no su totalidad.
“Deben vender porcentajes de los futbolistas, porque en una segunda o tercera transferencia del jugador pueden sacar más ganancia”, comentó.
Canals reconoció que su actual trabajo no es como se imaginaba antes de emprenderlo.
“Antes de entrar en la representación de jugadores pensé que iba a ser más simple, pero vas descubriendo que hay muchas dificultadas”, expresó.
“No es que ponés una oficina y te llaman desesperados de Milan para pedirte jugadores. Competís con mercados más fuertes que el tuyo, con otro marketing, y eso lo saben los clubes europeos”, dijo
Fuente:El Observador
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