El combate contra el narcotráfico en Mëxico, ha dejado unos de 15.000 muertos y la captura de 27.200 miembros de organizaciones criminales en 2010. Las capturas de capos logradas en el año que culminó, como la de Edgar Valdez alias "La Barbie", cabecilla del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, uno de los siete que operan en México, y la muerte de los capos de los jefes narcoterroristas Ezequiel Cárdenas, "Tony Tormenta", del Cártel del Golfo; Nazario Moreno, "El Chayo", de La Familia, o Ignacio Coronel, "Nacho Coronel", del cártel de Sinaloa.
En 2010 también se han decomisado 2.172,23 toneladas de marihuana, 17.376.398 unidades de psicotrópicos y 12,61 toneladas de metanfetaminas, en el marco de la ofensiva que el presidente Felipe Calderón lanzó en diciembre de 2006 contra los cárteles, con unos 50.000 militares y miles de policías federales.
La guerra contra el narcoterrorismo dejó más de 30.200 muertos en los últimos cuatro años, según datos oficiales.
Desde que los cárteles de la droga mexicanos incursionaron con sus actividades ilícitas en la vida cotidiana de ese país, sus ciudades han venido experimentando una creciente descomposición social, muy parecida a la que vivió Colombia en la década de los años 80.
México y Colombia consolidaran durante 2011 la cooperación en materia de seguridad y combate al narcotráfico como eje de la relación bilateral, aseguró el embajador mexicano en Bogotá, Florencio Salazar.
La presencia de estas organizaciones llega a más de doscientas treinta ciudades de los Estados Unidos y Canadá, así como también, diecisiete países del entorno latinoamericano, en donde están asociados con bandas criminales locales.
En un reporte del National Gang Center, se indica que los cárteles mexicanos han instituido un sistema de "franquicias" con pandillas locales en Centro América, Estados Unidos de América y Canadá, cuya finalidad es la organización de organizaciones, muy parecidas en su estructura a las bandas criminales que operan en Colombia, y dedicadas principalmente a la extorsión, el secuestro y el tráfico ilegal de todo tipo de sustancias prohibidas y armas de fuego.
El cártel mexicano de "Los Zetas" ha amenazado al presidente de Guatemala, Alvaro Colom, con iniciar una "guerra" en ese país si no cesa la ofensiva de las fuerzas de seguridad en el departamento de Alta Verapaz, donde la semana pasada declaró el estado de sitio para expulsar a los narcotraficantes de ese territorio.
Miembros de la organización criminal entregaron personalmente una nota con este mensaje a periodistas de tres emisoras de la ciudad de Cobán, epicentro del operativo de seguridad. Los narcos amenazaron con matar a los propietarios de los medios de comunicación y a sus familias, si no difundían el texto, informó el portavoz del Ministerio de la Gobernación, Nery Morales.
"Este es un mensaje para el presidente de Guatemala: somos el grupo "Los Zetas" y sólo queremos que sepa el país que el presidente Alvaro Colom recibió 11,5 millones de dólares antes de cerrar elecciones de este país y pagará por no cumplir, con culpables o inocentes, empezará la guerra en este país, en centros comerciales, escuelas y comisarías", recoge la nota.
Este anuncio se produce un día después que el mandatario asegurara que no teme al cártel mexicano. "A mí no me van a intimidar las amenazas de ellos", aseveró, al tiempo que adelantó que los operativos en su contra iban a continuar.
Este problema de inseguridad transnacional es de tal magnitud, que incluso el ministro de Defensa salvadoreño, general David Munguía Payés, dijo que los cárteles de narcotraficantes se están desplazando desde México hacia el sur por la presión en guerra que les han declarado las autoridades mexicanas.
"En la medida que las autoridades presionan, los cárteles están moviendo su retaguardia estratégica hacia el sur y están llegando a Centroamérica", dijo Munguía Payés.
El cartel de Sinaloa, otro de los grupos narcotraficantes más temidos de México, tiene instalada una base de control y varias bodegas en Costa Rica, donde almacenan drogas para exportarlas a otros países, afirman los expertos.
Las organizaciones criminales transnacionales que operan en México y Centroamérica, son una verdadera amenaza para la seguridad nacional de todos los países de la región. Este nuevo fenómeno de "insurgencia criminal" en Latinoamérica, no es ajeno a organizaciones regionales como la OEA.
Al respecto, el chileno José Miguel Insulza, secretario general de este organismo, manifestó que "la calidad de las democracias se ha venido deteriorando" en América Latina, pues "abunda la frustración ciudadana ante la desigualdad de riqueza y poder, la débil participación popular en los asuntos públicos, la corrupción pública y privada, la inseguridad ciudadana y la debilidad estatal".
El combate a los cárteles no es solamente contra el narcotráfico, la amenaza ha escalado a un grado que se ha convertido en una lucha de poder entre los narcoterroristas y los estados democráticos. Es una amenaza trasnacional que se extiende.
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