Gracias a la enorme solidaridad internacional e indignación, la capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, fue puesta en libertad este martes, después de ser arrestada en Italia por orden del gobieno de ultra derecha que gobierna ese pais, por desembarcar sin autorización 42 migrantes que había salvado en el Mediterráneo al puerto de Lampedusa.
La decisión de la justicia italiana desató la ira del ultraderechista ministro del Interior, Matteo Salvini, autor de la política de puertos cerrados que impide amarrar a las naves de las ONG. Además de haber pedido sistemáticamente cárcel para la activista, Salvini está planteando expulsar a la activista de Italia por considerarla "peligrosa para la seguridad nacional".
Tan personal se tomó el asunto, que en su cuenta de Twitter Salvini puso su imagen y la de Rackete con la leyenda "Para el poder judicial italiano, ignorar las leyes y golpear una lancha patrullera de la Guardia [fronteriza] no son razones suficientes para ir a la cárcel".
El Sea Watch 3 estuvo alrededor de 17 días a la deriva en alta mar repleto de migrantes. No hubo país que los autorice a desembarcar a las 42 personas que escapaban de la guerra, el hambre y la miseria. Entre ellos había nueve mujeres, de las cuales dos están embarazadas, dos bebés y cuatro niños sin sus padres. Una vez que la marea los adentró en aguas italianas, comenzó la pulseada para que el barco no toque la costa siciliana: “sólo quiero que las personas puedan bajar a tierra", dijo Rackete vía Skype. Y “estoy dispuesta a ir a la cárcel y voy a defenderme en la Corte si es necesario porque lo que estamos haciendo es correcto" publicaba en las redes sociales la capitana.
Las palabras de Carola fueron sencillas ante semejante desesperación: “¿Me reciben? Soy Carola Rackete, capitana del Sea-Watch 3 y voy a entrar en aguas italianas, voy a atracar en Lampedusa. No estoy pidiendo permiso, es firme e innegociable. Llevo en una situación desesperada a 42 personas rescatadas de una muerte segura en el Mediterráneo."
La joven de 31 años fue acusada por delitos de “resistencia o violencia contra nave de guerra y de intento de naufragio por haber chocado contra una patrulla de la Guardia de Finanzas” (policía de fronteras italiana) durante la operación de amarre, cuando llevó a los inmigrantes a tierra. Fue arrestada en la madrugada del sábado.
Este martes la jueza de Agrigento, Alessandra Vella, no ha convalidado la detención, mientras que ha rechazado ese delito, hasta el punto que sostiene que la activista actuó cumpliendo "un deber", el de salvar vidas en el mar.
Pese a la saña de Salvini de desterrar a las organizaciones humanitarias del Mediterráneo, de plantar castigos ejemplares, los rescatistas perseveran en actos heroicos de salvar vidas. Con la ausencia de Sea Watch han llegado la ONG española Proactiva Open Arms y la también alemana Sea Eye.
Pero el ministro ultraderechista ha señalado que en caso de rescatar algún inmigrante y de querer llevarle a suelo italiano, les espera la misma suerte, y ha avisado de las consecuencias, como multas, incautaciones y los arrestos que conlleva desobedecer a las autoridades.
Mientras los gobiernos europeos, tanto de ultraderecha como liberales, intentan levantar un muro marítimo para evitar la llegada miles de inmigrantes desplazados por el hambre, las guerras, buscando un mejor un mejor futuro, existen quienes se entregan para salvar vidas humanas en alta mar, Carola Rackete se convirtió en un ícono de esta pelea plantando bandera contra la xenofobia.
La barbarie imperialista que conmueve a millones en el mundo provocó una inconmensurable solidaridad alrededor del caso de Carola Rackete logrando así su libertad.
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