Chile había informado a la Comisión Europea de su interés en la importación de carne de vacuno de Europa en julio pasado, y envió una lista de países comunitarios de los que aceptaría ese producto,
incluida la República Checa.
De acuerdo con datos de la Oficina de Estadísticas Checa, el año pasado se exportó de este país carne bovina congelada por un valor de unos siete millones de euros y carne enfriada por unos 39 millones de euros.
La mayor cantidad de estas exportaciones estuvo dirigida a Eslovaquia. Las exportaciones a países fuera de la Unión Europea fueron casi nulas.
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