En 12 grandes ciudades, como Bogotá, Barranquilla y Cali, los ciudadanos
clamaron porque el presidente Juan Manuel Santos, impulsor del pacto de
paz con las FARC y el ex mandatario de ultraderecha Álvaro Uribe, feroz opositor de lo
negociado, lleguen a acuerdos comunes que permitan seguir en la búsqueda
de superar un conflicto armado de más de medio siglo.
“Me está doliendo el corazón. La paz no es de Uribe ni de Santos, la
paz es de nosotros. Eso me tiene indignado”, dijo Alejandro Quevedo, un
profesor de matemáticas de 31 años que asistió a la convocatoria de
origen universitario en Bogotá.
Con camisetas y flores blancas, al menos 30.000 personas participaron
en Bogotá en una marcha de silencio y por la paz que finalizó en la
céntrica Plaza de Bolívar, en protesta por los resultados del plebiscito
del domingo, donde el 50,21% de los votantes dijo “No” al acuerdo
alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)
tras casi cuatro años de negociaciones en Cuba.
El sorpresivo rechazo en las urnas pone en vilo lo convenido con la guerrilla marxista, la principal y más antigua del país.
Por ello, Santos convocó un diálogo nacional para buscar alternativas
y se reunió este miércoles con Uribe en la sede presidencial, desde
donde declaró que está decidido a “buscar caminos de unión y
reconciliación” para alcanzar la paz.
– “No más víctimas” –
“Por todo lo que nos une y todo lo que nos separa”, se leía en el
cartel que encabezaba la marcha, llevada a cabo en absoluto silencio y
en la que solo sobresalían algunos puños en alto, la llama de velas
blancas y los colores de las banderas de Colombia y de la comunidad gay.
“Marcho ante la incertidumbre y ante el silencio y la falta de
voluntad de solucionar las cosas de quienes votaron ‘No’, siento que es
lo único que puedo hacer ahora para intentar buscar soluciones”, afirmó
Lina Vanegas, una maestra universitaria de 29 años presente en la
manifestación.
En silencio y portando velas también participaron algunos
funcionarios del gobierno, como el ministro del Interior, Juan Fernando
Cristo, y el alto consejero para el posconflicto, Rafael Pardo.
Pero el mutismo de la marcha se rompió cuando los asistentes
entonaron el himno nacional, que dio paso al grito de consignas como
“Queremos la paz”, “No más guerra”, “No más víctimas” y “Ni un paso
atrás”, y a formar con cirios el símbolo de la paz.
Los manifestantes leyeron luego la “Oración de la Paz”, un discurso
del asesinado líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, que en febrero de 1948
lideró las protestas de 100.000 personas en la capital en contra de la
persecución política del gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez.
“Impedid, señor presidente, la violencia. Sólo os pedimos la defensa
de la vida humana, que es lo menos que puede pedir un pueblo”, clamó
entonces Gaitán, pocos meses antes de ser asesinado.
– Es “necesario” parar el odio –
En Barranquilla y Cali decenas de ciudadanos vestidos de blanco
exigieron además el fin de la conflagración interna y que se mantenga el
cese al fuego bilateral vigente con las FARC desde agosto y que la
víspera fue ampliado por Santos hasta el 31 de octubre.
“Las personas que realmente sí han vivido la guerra querían un
cambio, querían una transformación (…) y no se pudo” demostrarlo en el
plebiscito, dijo Stefany Vergara, una estudiante de literatura de 28
años de la Universidad del Valle, en Cali, donde marcharon cerca de
4.000 personas.
Las FARC, por su parte, apoyaron con mensajes en Twitter lo que
denominaron “#PazALaCalle”. “Mantendremos voluntad de paz y disposición
de usar solo la palabra como arma de construcción de futuro. La paz
triunfará”, afirmaron.
La convocatoria rompió las barreras del país. En Nueva York, unos 50
colombianos se reunieron en Times Square, el corazón de Manhattan, para
cantar “¡Colombia quiere la paz!” y abogar por el fin del conflicto
armado más antiguo del continente.
“La sociedad civil ha empezado a movilizarse para decirle al gobierno
que no queremos una renegociación sino que se haga un acuerdo ya”,
afirmó el pintor Ricardo Prado, de 25 años, en el acto en la ciudad
estadounidense.
Los colombianos también pidieron el fin de la guerra en ciudades de
Holanda, Inglaterra, República Dominicana, Ecuador y Francia.
Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado durante más de 50
años a guerrillas, paramilitares y la fuerza pública, con un saldo de
unos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de
desplazados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario