La conocida empresa encuestadora CIFRA consultó a los uruguayos su opinión sobre la temática económica. Casi la mitad de la población (47 %) considera que la situación económica del país es mala o muy mala y sólo un tercio piensa que es buena. Esto representa un cambio grande respecto a la opinión dominante unos meses atrás.
Cuando el Presidente Vázquez asumió el 1º de marzo pasado la mayoría opinaba que la economía marchaba bien. Apenas dos meses atrás, en julio, sólo el 27 % de la población consideraba que la situación económica era mala; ahora lo hace el 47 %. Las razones de este viraje son muchas. Los ciudadanos probablemente perciben una disminución de su poder adquisitivo y un clima menos optimista en sus lugares de trabajo.
Las noticias internacionales y los juicios de los expertos locales (tanto los opositores como los oficialistas) señalan un deterioro del comercio internacional y de las economías de la región, aunque haya matices sobre la gravedad que le otorgan a la situación a mediano y largo plazo; la subida del dólar es, para los uruguayos, una señal de alerta sobre lo que vendrá (salvo para los exportadores); finalmente, la elevada conflictividad de las últimas semanas también es una señal de malos tiempos.
Una comparación a más largo plazo muestra que los juicios sobre la situación económica variaron mucho a lo largo de la última década. Al comienzo de la primera presidencia de Vázquez, apenas el 13 % de los uruguayos pensaba que la economía marchaba bien, pero desde entonces los optimistas aumentaron lentamente, aunque con algunos altibajos. Recién en 2011, un año después de la asunción de Mujica, más de la mitad de los uruguayos coincidía en que la situación económica del país era buena.
El optimismo demoró en imponerse, pero luego se mantuvo durante los siguientes tres años, y hasta febrero de 2015 la mayoría seguía pensando que la economía estaba bien. Desde entonces, la proporción de uruguayos que considera que la situación económica es buena cayó 21 puntos, de 55 % a 34 % en apenas 6 meses, una caída mucho más abrupta que la “trepada” desde 2005 en adelante.
Sin embargo, aunque más de la mitad de los uruguayos piensa que la economía marcha mal, las opiniones se dividen, como en tantos otros temas, según las afinidades partidarias. El 59% de las personas que votaron al Frente Amplio en octubre de 2014 piensan que la economía va bien o muy bien, y apenas el 24% que va mal. Entre los votantes del Partido Nacional y del Partido Colorado, el juicio dominante es el contrario, y los juicios son aún más contundentes: dos de cada tres opinan que la economía marcha mal o muy mal.
La situación económica personal también influye en los juicios sobre la situación del país. Entre las personas con menores ingresos, el 55% opina que la situación económica del país es mala. En el otro extremo, entre las personas con más poder adquisitivo, una mayoría relativa (46%) sigue pensando que la situación es buena.
En resumen, hoy apenas un tercio de los uruguayos cree que la economía marcha bien. Ese clima de opinión entre frío y tibio fue el dominante durante la mayor parte de la primera presidencia de Vázquez, aun cuando la situación “objetiva” ya había comenzado a mejorar al final del gobierno de Batlle. Lo nuevo es que la velocidad del cambio de la opinión en los últimos meses no tiene precedentes en la última década. Aunque ahora se enlentezca, en los meses venideros seguramente afectará (aún más de lo que ya se detecta hoy) las actitudes, comportamientos y consumo de los uruguayos.
La encuesta: Esta nota presenta los resultados de una encuesta nacional telefónica de CIFRA en todo el país: 1002 entrevistados en sus hogares entre los días 20 de agosto y 4 de setiembre de 2015. La muestra es probabilística y el margen de error máximo esperado para un 95% de confianza es aproximadamente 3,1 puntos porcentuales en más o en menos (+/- 3,1). El texto de la pregunta formulada a los encuestados es el siguiente:
¿Cómo calificaría la situación económica actual del país?
Los resultados reportados de 2005 a julio de 2015 corresponden al banco de datos de CIFRA, de encuestas de características similares.
Cuando el Presidente Vázquez asumió el 1º de marzo pasado la mayoría opinaba que la economía marchaba bien. Apenas dos meses atrás, en julio, sólo el 27 % de la población consideraba que la situación económica era mala; ahora lo hace el 47 %. Las razones de este viraje son muchas. Los ciudadanos probablemente perciben una disminución de su poder adquisitivo y un clima menos optimista en sus lugares de trabajo.
Las noticias internacionales y los juicios de los expertos locales (tanto los opositores como los oficialistas) señalan un deterioro del comercio internacional y de las economías de la región, aunque haya matices sobre la gravedad que le otorgan a la situación a mediano y largo plazo; la subida del dólar es, para los uruguayos, una señal de alerta sobre lo que vendrá (salvo para los exportadores); finalmente, la elevada conflictividad de las últimas semanas también es una señal de malos tiempos.
Una comparación a más largo plazo muestra que los juicios sobre la situación económica variaron mucho a lo largo de la última década. Al comienzo de la primera presidencia de Vázquez, apenas el 13 % de los uruguayos pensaba que la economía marchaba bien, pero desde entonces los optimistas aumentaron lentamente, aunque con algunos altibajos. Recién en 2011, un año después de la asunción de Mujica, más de la mitad de los uruguayos coincidía en que la situación económica del país era buena.
El optimismo demoró en imponerse, pero luego se mantuvo durante los siguientes tres años, y hasta febrero de 2015 la mayoría seguía pensando que la economía estaba bien. Desde entonces, la proporción de uruguayos que considera que la situación económica es buena cayó 21 puntos, de 55 % a 34 % en apenas 6 meses, una caída mucho más abrupta que la “trepada” desde 2005 en adelante.
Sin embargo, aunque más de la mitad de los uruguayos piensa que la economía marcha mal, las opiniones se dividen, como en tantos otros temas, según las afinidades partidarias. El 59% de las personas que votaron al Frente Amplio en octubre de 2014 piensan que la economía va bien o muy bien, y apenas el 24% que va mal. Entre los votantes del Partido Nacional y del Partido Colorado, el juicio dominante es el contrario, y los juicios son aún más contundentes: dos de cada tres opinan que la economía marcha mal o muy mal.
La situación económica personal también influye en los juicios sobre la situación del país. Entre las personas con menores ingresos, el 55% opina que la situación económica del país es mala. En el otro extremo, entre las personas con más poder adquisitivo, una mayoría relativa (46%) sigue pensando que la situación es buena.
En resumen, hoy apenas un tercio de los uruguayos cree que la economía marcha bien. Ese clima de opinión entre frío y tibio fue el dominante durante la mayor parte de la primera presidencia de Vázquez, aun cuando la situación “objetiva” ya había comenzado a mejorar al final del gobierno de Batlle. Lo nuevo es que la velocidad del cambio de la opinión en los últimos meses no tiene precedentes en la última década. Aunque ahora se enlentezca, en los meses venideros seguramente afectará (aún más de lo que ya se detecta hoy) las actitudes, comportamientos y consumo de los uruguayos.
La encuesta: Esta nota presenta los resultados de una encuesta nacional telefónica de CIFRA en todo el país: 1002 entrevistados en sus hogares entre los días 20 de agosto y 4 de setiembre de 2015. La muestra es probabilística y el margen de error máximo esperado para un 95% de confianza es aproximadamente 3,1 puntos porcentuales en más o en menos (+/- 3,1). El texto de la pregunta formulada a los encuestados es el siguiente:
¿Cómo calificaría la situación económica actual del país?
Los resultados reportados de 2005 a julio de 2015 corresponden al banco de datos de CIFRA, de encuestas de características similares.
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