La senadora frentista y politóloga, Dra. Constanza Moreira, subrayó que la clave de la próxima elección nacional está en la actitud que adopten los que votaron a la izquierda y hoy se sitúan en la periferia política En entrevista con un periodista del diario La República, dijo que no ha parado de hacer campaña 'desde marzo de 2010' y rechazó que se diga que en esta campaña no ha tenido una actitud proactiva. 'Más que andar detrás de la fórmula, he tenido que trabajar con mis propios grupos, tratando de mantener toda esa coalición unida', afirmó.
¿Cómo definiría a los votantes de “Constanza”, sus votantes?
La definición objetiva de mis votantes, de lo que salió de las encuestas, es que votamos muy bien donde votó tradicionalmente el FA, en Montevideo y Canelones, y luego lo hicimos bien en aquellos lugares donde hay un grupo muy unido que trabaja concertadamente, más allá del perfil de los votantes. Votamos mejor al sur que en el norte ya que allí costó muchísimo instalar la candidatura alternativa, porque la gente ni siquiera me conocía.
Igualmente, tenemos una buena línea de trabajo en Cerro Largo, Treinta y Tres y Tacuarembó, llena de mujeres. En Montevideo, votamos muy bien en las zonas de clase media y media alta y se puede explicar que en esos barrios está el electorado más informado desde mi punto de vista. Hoy ya es más fácil porque hay un mayor conocimiento y no corro con esa desventaja. Tenemos un electorado femenino potente con una tendencia a los jóvenes.
¿Sigue pensando que el FA está estancado?
Cuando dije que el FA estaba estancado fue para decir que no creía que el FA estuviera cayendo y que en todo caso estaba parado. Igualmente sigue parado porque los números nos siguen dando 41 % y 42 %. Los blancos también están parados; el escenario está todo congelado. Hay varios efectos. Por un lado, Montevideo está perdiendo población.
Los números de las encuestas no nos están dando un cambio distinto a octubre de 2009 y
en octubre de 2014 puede ser una sorpresa con realineamientos políticos importantes.
Creo que habrá realineamientos políticos importantes.
En el FA, se le recrimina por no tener una actitud proactiva en la campaña electoral.
¿Qué dice al respecto?
Me pareció un absurdo. En realidad, no he parado de hacer campaña desde marzo de 2010.
Que los medios me saquen es otra cosa. Cuando era precandidata los medios me prestaban más atención contra Tabaré (Vázquez) que ahora. Más que andar detrás de la fórmula, he tenido que trabajar con mis propios grupos, tratando de mantener toda esa coalición unida.
Algunos sostienen que usted podría ser determinante en una victoria del FA, evitando la pérdida de votos por la izquierda. ¿Qué opina?
La gente de izquierda muy consciente sabe lo que está pasando y no se va a equivocar.
El problema no es la gente de izquierda; el problema es la gente que votó al FA alguna vez y que está en la periferia política. El problema que tiene esta elección no lo tiene con mi electorado sino con el fluctuante, que va de un lado a otro. A mí me votaron 56 mil personas. El éxito de la interna era atraer un montón de gente y no lo hicimos.
En caso de ser electa para la cámara alta, ¿qué rol tendrá en el Senado?
Mi rol sería dedicarme a los temas de educación. Tendría en mí un legislador que trabaje esos temas, así como integrar la Bancada Bicameral Femenina y lucharíamos por extender la cuota política de las mujeres a fin de ampliar la participación en el Parlamento.
Trabajaría por el Sistema Integral de Cuidados tratando de que todo el sistema político se ponga de acuerdo para votar esta ley que será muy importante. Me dedicaría con gran ahínco a los temas de la política exterior, para profundizar los vínculos con América Latina y el cuidado del Mercosur, así como a los temas presupuestales.
También habría que ver la composición de los legisladores tanto en la interna del FA como si la izquierda obtiene mayoría parlamentaria. Si ganamos las elecciones, aquellos senadores que compartimos determinadas visiones, tanto en la política exterior, económica y social trataríamos de tener un peso importante. Los legisladores compartimos visiones muy diferentes, dependiendo de los temas que se traten. Hemos trabajado mucho el tema de los derechos humanos con Rafael Michelini. Quizá desde el punto de vista económico, hay otros senadores a los que soy más afín. Dependiendo de los temas que se trate, uno tiene mayor o menos sintonía.
¿Cómo observa la aplicación de la ley de interrupción voluntaria del embarazo?
Tenemos un departamento, como Salto, donde la objeción de conciencia es total de todos los médicos. Esto nos complica la vida porque es como si los ciudadanos de Salto quedaran en inferioridad de condiciones en el ejercicio de su derecho.
En algún otro departamento hay un solo profesional que lo practica. La otra dificultad es que el sistema funcione bien, porque para interrumpir un embarazo tiene que ser en determinado plazo y a veces se incompatibiliza con los tiempos de la salud. Todavía falta información para que todas las mujeres sepan que tienen ese derecho. Me pregunto si todas las mujeres tienen conocimiento a dónde recurrir y cómo hacerlo.
Uno de los temas que manejó públicamente fue la necesidad de reducir el peso del Ministerio de Defensa.
El Ministerio de Defensa gasta el equivalente a todo el Poder Legislativo, Poder Judicial y el Ministerio de Relaciones Exteriores. El número de efectivos se incrementó con la dictadura. En épocas anteriores funcionó el Ejército como una suerte de seguro de desempleo para los trabajadores rurales sin empleo. Hay que reducir paulatinamente su peso y tratar que la corporación militar comparta más vínculos con el resto de la sociedad.
La otra cuestión es que hay que hacer una reforma jubilatoria militar, ya que los efectivos se jubilan con 25 años de servicio y el 100% de sus haberes. En este país, todos nos jubilamos con el 48 %. Es una desigualdad brutal, y como son muchos, se convierte en un agujero para la seguridad social. La modificación de la Ley Orgánica de las FFAA hay que hacerla pero nadie quiere ponerle el cascabel al gato. Por una cuestión de justicia y de plata.
Educación
¿Qué se tiene que hacer para mejorar la educación, principalmente en la enseñanza media?
En Secundaria hay que hacer varias cosas. Abatir la tasa de deserción y de repetición. Fortalecer el plantel docente, mayor número y más remuneración. Hay que tratar de que los docentes no anden corriendo de un lado a otro sino que puedan ser full time en un par de centros educativos. Hay que lograr que la carrera docente tenga un componente meritocrático importante. No solo el tema de la antigüedad. Al mismo tener un tratamiento personalizado de los gurises.
El país tiene una brecha intergeneracional altísima y se ve más en la educación. Los resultados en la educación son malos porque existe una enorme disparidad entre los resultados que obtienen niños pobres y de clase de media baja con los niños de clase media educada o alta. También hay muchas madres solas que trabajan todo el día.
Los liceos se tienen que hacer cargo de muchísimas cosas, como la violencia y no dan abasto. En Secundaria se centra toda la problemática social del Uruguay. Los profesores de Secundaria son de los más estresados. Una de las cosas que nos faltan son docentes.
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