El pasado martes, el diario argentino La Nación publicó datos sobre el aumento de población en las villas marginales del entorno de la capital nacional, Buenos Aires, que sirvieron de disparador para un comentario inesperado del conocido periodista Víctor Hugo Morales, en defensa de los asentamientos por su supuesta calidad de vida y cercanía con trabajos y hasta con el cine Gaumont.
La información publicada indica que según el censo 2010 había 163.000 habitantes en las villas de la Ciudad de Buenos Aires, ahora, de acuerdo con según estimaciones oficiales habría 275.000 personas el año pasado. Es un crecimiento, cercano al 70 % en 4 años y del 156 % acumulado desde 2001.
Hoy, en la Capital hay 14 villas, 24 asentamientos y dos núcleos habitacionales transitorios, según la Dirección General de Estadística y Censos local. En la última década, no se ha urbanizado ninguna. El propio gobierno porteño reconoce que la regularización dominial demandará, por lo menos, diez años.
Las obras de infraestructura y las asistencias ante emergencias no alcanzan para transformar en barrios las villas ni para mudar a los habitantes de los asentamientos.
No hay atención sanitaria las 24 horas, ni presencia policial permanente ni escuelas.
Sólo en la villa más antigua de la Capital, la 31, funciona un establecimiento escolar, prosigue el informe de La Nación, que enumera otras deficiencias en las villas.
Ante todo esto, Víctor Hugo refutó la nota defendiendo el presunto confort que hace que la gente elija a las villas.
“¿Vos te imaginás 2 horas para venir, 2 horas para ir? Si vos tenés la chance de vivir más cerca, en lugares bastante dignos, como los que hay en las villas, porque a gente se cree que son un verdadero desastre", detalló el relator deportivo.
Como ejemplos, Morales tomó la Villa 21 del barrio de Barracas y a la 31 de Retiro.
“Si vos tenés tu trabajo a 20 minutos de micro aquí en Buenos Aires, lo que estás ahorrando de tiempo, de economía... y además es más fascinante de todas maneras darte el gusto de, por ejemplo, te podés escapar al (cine) Gaumont”, agregó.
“A veces nos preguntan porque siempre estamos en condiciones de desmentir. El punto de partida son las tapas de los medios dominantes que son mentira" y "si no son mentiras son sesgos intencionados”, concluyó.
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