El caso sucedió en Buenos Aires, Argentina. Octavio Gómez, hijo de Nélida Pérsico, fue asesinado el 22 de diciembre de 2005 en el Barrio Rivadavia. El criminal estuvo prófugo durante 8 y medio años, hasta que fue localizado por la madre de la víctima, quien dio aviso a la Gendarmería.
El criminal estuvo en situación “de rebeldía” hasta abril pasado. La madre del joven asesinado, Nélida, emprendió una búsqueda personal desde 2005 hasta que logró dar con su paradero. Recorrió el barrio con un identikit que tenía del asesino, disfrazada y con el cabello teñido de un color diferente.
Finalmente lo encontró, llamó a la policía, pero le pidieron que “llamara nuevamente en unos minutos”, por lo que llamó a la Gendarmería, que cercó y detuvo al joven.
La madre del joven asesinado le dio a la Gendarmeria hasta las posibles vías de escape del delincuente, llamado Facundo Ezequiel Caimo, quien finalmente recibió una condena de 15 años de prisión pues fue encontrarlo culpable de homicidio simple en concurso real con homicidio en grado de tentativa, agravado por la participación de un menor de edad.
Caimo junto a un grupo de entre 8 y 10 personas, quienes integran una banda de mal vivientes se cruzaron con Octavio y un amigo. Armados, le preguntaron “¿Viste cómo te nos regalás?", y mientras las víctimas intentaban alejarse, les dispararon.
Nélida Pérsico dijo a la prensa que “tiene confianza en la justicia” y recordó a su hijo, quien estaba terminando la secundaria y tenía previsto empezar a trabajar en un hipermercado como cajero.
"Durante los años que busqué al acusado, nunca perdí las esperanzas. Sabía que lo iba a encontrar. Cuando lo empecé a buscar, sabía que al sospechoso le gustaba andar en motos de alta cilindrada y que usaba zapatillas del mismo color de las motos que manejaba. Caminé los pasillos sin compañía. Sólo me encomendaba a mi hijo Octavio y le pedía que me hiciera invisible para que nadie me descubriera", afirmó a La Nación.
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