Ismael Costa, el estudiante de 10 años del Colegio Saint George en Montevideo, fue uno de los más de mil estudiantes que en verano enviaron a Inglaterra un ensayo respondiendo a la pregunta: “¿Qué es una vida sustentable para mí?”. La propuesta era de la organización británcia para la comprensión de la vida sustentable The Living Rainforest, que en el marco de un concurso internacional seleccionó a Ismael como el único finalista sudamericano.
El niño fue invitado a Inglaterra a participar de la instancia final, que tuvo lugar en Londres el 7 y 8 de julio, y en la que participaron niños de 19 países. El viernes, la organización anunció que Ismael era el ganador a nivel mundial en la categoría Grupo de Edad Primaria. Dentro de su categoría, resultó primero de entre cinco estudiantes.
El trabajo del niño, escrito en inglés, describe cómo festejará algún día el cumpleaños número 10 de su hijo o hija para explicar su idea de sustentabilidad.
Karl Hansen, director de The Living Rainforest, explicó en el comunicado de la organización que a través de esta competencia y debate internacional de ensayos se ofrece a los más pequeños la “oportunidad de hacer oír sus voces en una plataforma global, e involucrarse en discusiones con sus pares sobre los temas de sustentabilidad y medio ambiente que son importantes para ellos”.
¿Qué es una vida sustentable para mí?
Esta es la traducción del ensayo en inglés de Isamel Costa, finalista del concurso internacional de ensayos organizado por The Living Rainforest:
“Mi nombre es Ismael. Soy un niño de 9 años de Uruguay y cumpliré 10 años el próximo 3 de febrero.
Permítanme explicarles a qué me refiero con sustentabilidad describiendo cómo algún día festejaré el cumpleaños número 10 de mi hijo/hija.
Primero, todos los amigos de mi niño llegarán en bicicleta o en un transporte público limpio. Imagino que en el futuro las ciudades tendrán sendas para bicicleta en todas partes. Andar en bici es bueno por muchas razones: es saludable y bueno para desarrollar piernas fuertes, no contamina el ambiente, ¡y es muy bonito y divertido!
Todos los regalos estarán envueltos en papel reciclado. Y nadie traerá un arma de juguete, porque las armas nos son juguetes, ¡y porque no tienen nada que ver con la sustentabilidad! Libros impresos en papel reciclado serán muy bienvenidos, al igual que los libros electrónicos.
La fiesta será celebrada en un edificio sustentable. Por “edificio sustentable” me refiero a uno que haga un uso responsable de la energía, el agua y los deshechos.
El sistema de energía del edificio estaría basado en paneles solares y molinos de viento. El sistema de iluminación sería eficiente, por lo que las luces serían encendidas solo cuando fuera necesario. Sé que la electricidad cuesta mucho más durante la noche, porque todos están en casa usando sus aparatos electrónicos, así que la fiesta sería celebrada a la luz del día.
El manejo del agua también es un gran tema para que la fiesta sea sustentable. Debemos ahorrar agua porque es un recurso escaso. No podemos vivir sin agua. Necesitamos agua para tomar, limpiar el edificio, regar las plantas, para los baños y lavar la vajilla. El edificio tendría un sistema para reciclar agua, para que cuando lloviera las plantas fueran regadas con agua reciclada. ¡Esta agua también sería usada para limpiar el edificio y los baños!
Los desperdicios producidos durante la fiesta serían clasificados en orgánicos, plástico, vidrio, pilas, latas y papel. Los desechos orgánicos serían reciclados con el fin de producir abono. Debemos aprender cómo producir menos basura.
La torta estaría hecha con ingredientes obtenidos a partir de agricultura sostenible y horneada en un horno de energía solar.
Sé que algún día el sol dejará de brillar. Cuando este momento llegue, espero que ya hayamos aprendido a vivir en otros planetas de manera sustentable, para que mi tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara nieto también pueda tener una agradable fiesta de cumpleaños”.
Fuente: El Observador
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