La Confederación Helvética es el país europeo con mayor número de armas en manos de la población civil y el tercero en el mundo con mayor cantidad por habitante, sólo por detrás de USA y Yemen. Neutral, sí, pero bien armado.
Según la ONG Small Arms Survey, con sede en Ginebra, hay 46 armas por cada 100 suizos.
A falta de un registro nacional, las estadísticas oficiales, que no cuentan las escopetas y las pistolas de caza o deportivas, hablan de que habría 2,3 millones de armas repartidas entre los ciudadanos de un país que no llega a los 8 millones de habitantes.
Tal cantidad de armamento se debe a la peculiaridad del Ejército y su sistema de milicia. Las Fuerzas Armadas suizas apenas cuentan con un 5% de militares profesionales. El resto está formado por ciudadanos de 20 a 34 años. En Suiza, el adiestramiento militar sigue siendo obligatorio para todos los hombres (las mujeres lo pueden hacer de forma voluntaria) y hasta los 42 años, cuando entran en la reserva, siguen realizando ejercicios militares periódicos.
Durante todo ese tiempo, los soldados, en activo o no, guardan las armas, entre las que hay fusiles de asalto, que les ha entregado el Estado en su casa, un derecho estipulado en la Constitución helvética y que los suizos decidieron preservar en un referéndum celebrado en febrero de 2011. Además, una vez acabado sus obligaciones militares, los suizos tienen la opción de comprar las armas que durante tanto tiempo han tenido en sus armarios por un precio irrisorio.
Las organizaciones detractoras de la posesión de armas han vuelto a poner el grito en el cielo ante el suceso en una empresa madedera en el centro del país. Un trabajador de 42 años mató recientemente a tiros a 2 compañeros, hirió a otros 7 y se quitó la vida.
Cuando la policía y los servicios médicos llegaron al lugar de los hechos, encontraron a las 3 personas muertas y a 7 heridas, que fueron trasladadas a varios hospitales, 5 de ellas en estado grave.
A pesar de que en Suiza no se dan las situaciones violentas que, por ejemplo, sí se viven en USA, los tiroteos suceden con cierta frecuencia. Asimismo, los contrarios a las armas aseguran que la iniciativa que en 2011 intentó acabar con este sistema de tenencia de armamento a domicilio habría reducido el número de suicidios ya que la gran mayoría de los casos de muertos por bala en el país es de gente que se quita la vida.
El tiroteo más recordado en el país, y el más grave, ocurrió en 2001, cuando un hombre irrumpió en el parlamento regional del cantón suizo de Zug y mató a 14 personas, tras lo cual se suicidó. Este mismo año, en enero, un hombre que había estado hospitalizado en un centro psiquiátrico mató con un fusil a tres personas e hirió a dos más en Daillon, un pequeño pueblo del cantón de Valais.
Se produzcan más o menos muertes por disparos, lo cierto es que la tradición de guardar las armas en casa se mantendrá, a menos que se celebre un nuevo referéndum que lo prohíba. Mientras, la pequeña Suiza, la de los relojes y los bombones, o la de los millones de Bárcenas, seguirá siendo un país con un potencial militar que quisieran tener otros.
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