Desde el año 2013 un grupo de 6 jóvenes, todos menores de edad y ninguno de ellos alumno del Liceo Nº 42 de Malvín Norte, fijó como punto de encuentro la puerta del liceo y desde allí insultan y amenazan a alumnos y profesores, rompen vidrios, lanzan piedras, colocan cadenas en las puertas, intentan ingresar al local, saltan las rejas y con dos perros pitbul asustan a los alumnos o a cualquier persona que transite por la vereda. Al ser menores de edad no tienen ningún tipo de penas severa (ellos evidemtemente lo tienen muy claro) y aunque la policía los detiene, al otros día están nuevamente listos para continuar con sus tropelías.
La situación preocupa a padres, alumnos y funcionarios del centro, a tal punto que el martes los padres convocaron a una reunión y resolvieron enviar vía mail una carta a la directora general de Secundaria, Celsa Puente, para exigir una “solución inmediata”.
En la carta, a la que tuvo acceso el diario El Observador, advierten que además de todos los incidentes descriptos, desde que los jóvenes comenzaron a frecuentar la puerta del liceo un par de championes cuelga de los cables de luz arriba de la puerta del centro educativo, como si allí funcionara una boca de venta de droga.
Verónica Delgado, madre de dos alumnos del liceo, dijo a El Observador que el grupo de jóvenes se junta en la puerta del liceo en horas de la tarde.
Por esta razón, desde hace ya un par de meses, la directora del liceo solicitó a las autoridades un cambio en el servicio 222.
Antes, la policía vigilaba el centro en el horario nocturno, a partir de las 18 horas. Sin embargo, los últimos acontecimientos obligaron a pedir un cambio en el horario y hacerlo de 15 a 20 horas para controlar la situación.
El problema se presentó cuando la Policía no pudo hacer frente a esta demanda por falta de efectivos disponibles en ese horario. No obstante, como el cambio de horario ya había sido autorizado por Secundaria, el liceo también se quedó sin servicio nocturno de 222, explicó Delgado.
La situación forzó a la dirección del liceo a solicitar ayuda a la Seccional 15, que a través de la Comunidad Segura (policía comunitaria) ofreció guardia policial en los cambios de turno y en el horario de la tarde por dos semanas. Delgado manifestó que este plazo se cumple esta semana y luego el liceo “queda a la deriva”.
“Estamos ya en junio, y no vemos que haya una solución inmediata a esa grave situación; tememos que una medida efectiva se tome el día que suceda algo terrible con nuestros chicos, lo que estamos tratando de evitar”, se expresa en la carta que enviaron a Secundaria.
Según relató Delgado, los incidentes son permanentes y siempre que ocurre algo se llama a la Policía, que detiene a los integrantes de la banda. “Se los llevan, pero después los sueltan porque a los dos días los tenés de nuevo en la puerta del liceo”, explicó.
La carta a la directora de Secundaria fue enviada este jueves y la respuesta fue inmediata, dijo Delgado. Una de las secretarias de Puente los llamó y los citó a una reunión para esta tarde en el liceo con el encargado del servicio 222 de Secundaria, el inspector de la zona y personal de Policía Comunitaria.
Desde Secundaria se señaló a El Observador que se está trabajando para hallar una solución, ya que la situación genera preocupación.
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