Eugenio Figueredo es una persona de gran poder en la FIFA: es presidente del Comité Organizador del Mundial 2014 de Brasil y presidente del ente mayor del fútbol sudamericano, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Pero no hizo nada por defender a Luis Suárez, como si lo intentó el Presidente de la Federación de Paraguay que ante el cariz que tomaban las cosas, que se habían iniciado con la idea de una pena de 3 a 4 partidos, pero el suizo que preside el comité pidió aumentar la pena a aplicar y J. A. Napout optó por retirarse de la reunión por no estar de acuerdo.
Figueredo estuvo presente en la reunión del Comité de Disciplina donde se "cocinó" el futuro de Luis Suárez. Ese Comité integrado extrañamente por Congo, Singapur, Tonga, islas Cook, Pakistán, Honk Kong e islas Caymán.
Conocida la sentencia, se puede afirmar que Figueredo no hizo nada para ayudar al jugador uruguayo. Su silencio a la salida de la reunión realizada en el hotel Copacabana Palace, escabulléndose de la prensa, lo confirma.
Por otra parte, si lo hubiera defendido, ya hubiera renunciado a su cargo una vez conocido el fallo. Como se diría en tribunales: a confesión se partes, relevo de pruebas.
Figueredo está enfrentado con quienes hoy integran el Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol pues fueron los mismos que presentaron la denuncia de sospechas de lavado de dinero, estafa, apropiación indebida, y solicitaban se analizaran los balances de la Conmebol.
Concretamente la denuncia penal presentada en diciembre pasado ante la Justicia especializada en Crimen Organizado pedía que se “realice el seguimiento de la ruta del dinero (de la Conmebol para) determinar quiénes fueron los que se beneficiaron indebidamente”.
La denuncia presentada por ocho clubes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) dejaba a Figueredo como indagado.
Los clubes denunciantes fueron Peñarol, Miramar Misiones, Cerro Largo, El Tanque Sisley, Rentistas, Cerro, Racing. Además, la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales acompañó la denuncia.
Pero ante la acusación formal, el Tribunal de Disciplina de la Conmebol argumentó que se violó una norma de FIFA, que impide a los clubes recurrir a la Justicia y amenazó a estos clubes con que no podrían participar de la Copa Libertadores de América.
Ante las presiones, los clubes decidieron no ratificar la denuncia penal.
Originalmente los clubes denunciaban que existe “una organización criminal que viene lucrando y perjudicando a la Conmebol, las federaciones, los clubes y los jugadores” mediante la forma en que se comercializaron los derechos de televisación de la Copa Libertadores, la publicidad y los patrocinios.
Se especuló que detrás de la denuncia de estos clubes estaba el empresario Paco Casal pues era el perjudicado directamente por la Conmebol.
“La gente que se beneficia son los directivos de la Conmebol, Julio Grondona (presidente de la AFA) y Eugenio Figueredo (presidente de la Conmebol)”, decía textualmente la denuncia.
Con este estado de situación, bien se puede pensar que Luis Suárez fue, como bien dijo Tabárez, un "chivo expiatorio".
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