Cuando haya sangre en las calles compra propiedades. Dicen que esta
frase fue producto de un rapto de locura del Barón de Rothschild, allá
por el año 1757, ante los acontecimientos que se avecinaban luego de la
batalla de Waterloo, lo que le redituó grandes ganancias invertidas en
propiedades. Esta frase que expresa muy bien la filosofía de inversión a
contramano, es decir, que los mejores momentos para comprar activos es
durante las crisis, reaparece de manera fortuita en la vida de uno de
los descendientes del Barón.
El famoso multimillonario, Jacob Rothschild se convirtió por estos días
en el único propietario de una importante patente de semiconductores, al
desaparecer sus cuatro socios chinos en el avión MH370 de Malaysia
Airlines el 8 de marzo, dos horas después de haber despegado de Kuala
Lumpur rumbo a Pekín con 227 pasajeros y 12 miembros de tripulación a
bordo. Un dato que destacaron pocos medios alternativos mundiales, fuera
de las grandes agencias con principales capitales en Washington y
Londres.
Y el dato curioso es que la patente
fue aprobada por la oficina de propiedad intelectual de Estados Unidos,
cuatro días después de la desaparición de la aeronave. Es que la patente
en cuestión se dividió en partes iguales de un 20% entre cinco
titulares. Uno de ellos es el propio Rothschild, quien había adquirido
su share a través de la empresa Freescale Semiconductor, de la cual es
dueño a través de Blackstone, otra de sus compañías.
Mientras Freescale es una compañía
norteamericana, con sede en Austin, Texas, el resto de los socios eran
de origen chino y pertenecían a de las compañías Peidong Wang, Zhijun
Chen, Zhijong Cheng y Li Ying, de la ciudad de Suzhou. Y resulta ser que
todos ellos eran pasajeros del avión de Malaysia Airlines que cayó al
sur del Océano Índico, según confirmó el primer ministro de Malasia,
Najib Razak.
De acuerdo a la normativa que gira en
torno a la propiedad intelectual de la patente, si uno de los titulares
muere, los demás compartirán equitativamente los dividendos de la
persona fallecida, siempre y cuando no se dispute en su testamento. Por
lo que una vez declarados muertos los cuatro titulares de los derechos
de la patente, el quinto dueño se queda con el 100% de las acciones y el
nuevo único titular es la empresa es Freescale Semiconductor.
Sumado a esta casualidad, está el
marco de una investigación extraña, que contaron con satélites que
pueden llegar a cualquier rincón del mundo, pero que no pudieron
encontrar un avión completo ni a ninguna de sus partes o pasajeros.
Increíblemente ni los mejores aviones de patrulla marítima de Estados
Unidos o China encontraron la respuesta. De repente, de un día para el
otro, el primer ministro malasio dio la noticia que el avión se había
estrellado y todos los que iban a bordo habían muerto. A los familiares
de las víctimas, se les avisó mediante mensaje de texto en inglés, de
una forma muy extraña, sin tener pruebas fehacientes de la destrucción
del avión.
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