El estado de ánimo que prevalece, a diferencia de que antes de 2006 y 2010 - cuando hechos como la lesión de Michael Ballack, habían visto a la Fussballdeutschland temiendo una salida temprana e ignominiosa, fue uno de relajada confianza. "No tengo noches sin dormir pensando en un grupo difícil", había dicho el director ténico de Alemania, Joachim Löw el jueves.
De 53 años de edad, no parecía demasiado perturbado después de la ceremonia de Costa do Sauípe, a pesar de la insistencia de Bild, que Alemania había conseguido un "Hammergruppe" (un hueso muy duro de roer). "Ahora sabemos contra quien jugamos y en dónde", dijo con frialdad, antes de destacar la necesidad de su equipo para dejar de lado todas las distracciones como "ruido", "hace calor" y los "relojes marcando de manera diferente en América del Sur". El director deportivo Oliver Bierhoff agregó que todos los opositores eran vencible y dijo que "no había ninguna necesidad de estar insatisfecho: somos los favoritos".
En cuanto a la oposición, es un caso raro el de Cristiano Ronaldo tomando sólo segundos de información. La reunión de Löw y su mentor Jürgen Klinsmann, el manager de USA, proporcionará el tema de conversación más importante en los próximos seis meses.
El primero fue el ayudante de este último en la Copa Mundial de 2006 y todavía tenían una "relación muy estrecha", admitió Löw .
"Es muy especial para tenerlo en el mismo grupo. Por supuesto, no podemos hablar de ciertas cosas nunca más." Klinsmann, por su parte, dijo a la prensa alemana que el sorteo "no podría haber sido más difícil", y que el Grupo G era un "grupo de locos", pero también irradia optimismo característico. "Creemos que podemos avanzar", dijo.
Si bien hay un reconocimiento de que Portugal le hará la vida difícil en el primer partido en Salvador, victorias alemanas en las últimas dos Euros proporcionan un grado de confianza. Va a ser ampliamente comentado en los próximos meses, que Cristiano Ronaldo había hablado de su deseo de evitar al equipo de Löw, antes del sorteo.
El partido con Ghana, por último, es una repetición del duelo de los hermanos Boateng a partir de 2010, cuando Alemania ganó por 1-0, gracias a un gol de Mesut Özil. "Hermano, es el momento de nuevo", tuiteó el internacional ghanés Kevin-Prince Boateng a su hermano Jérôme Boateng [Bayern], que resulta para el otro lado.
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