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martes, 12 de noviembre de 2013

DR. G. TOMASIUNAS: NUESTROS PACIENTES SOBREVIVEN A PESAR DEL MEDICO

"Estamos cometiendo errores de medicación constantemente. Nada más que, por suerte, la mayoría no produce un daño fatal y nuestros pacientes sobreviven a pesar del médico", expresó Gustavo Tamosiunas, director del Departamento de Farmacología y Terapéutica del Hospital de Clínicas. La exposición de Tamosiunas fue realizada en el marco del 9º. Congreso Regional Latinoamericano de Toxicología Forense realizado del 4 al 8 de noviembre de 2013 en Montevideo.


Como parte del panel "Aspectos éticos y legales de errores de medicación terapéutica" el médico dijo que en Uruguay es el propio sistema de salud el que genera riesgos de cometer errores. "El sistema es un engranaje de eslabones. Esos eslabones pueden favorecer o ayudar a prevenir problemas" y cuando no actúan de forma sistémica los riesgos crecen", dijo.

En Uruguay se estima que el 10 % de los pacientes internados sufre algún tipo de error médico (no solo de medicación sino vinculados a las cirugías).
Es decir, por cada 10 personas en un piso, hay 1 que seguramente sea víctima de un error en alguno de los eslabones de la cadena de atención.

Los datos parten del estudio IBEAS, un relevamiento realizado bajo el auspicio de la Organización Mundial de la Salud en Argentina, Perú, Colombia, Costa Rica y México.

"Uruguay no participó pero, por la similitud de nuestro sistema de salud con los de esos países, estimamos que la realidad debe ser similar", dijo a El País Homero Bagnulo, presidente de la Comisión para la Seguridad del Paciente y Prevención del Error en Medicina del Ministerio de Salud Pública.

La realidad tiene un costado cuasi positivo. Como parte de un trabajo de prevención desarrollado en los últimos meses entre 10 centros de salud, la comisión logró bajar entre un 3 y un 10% los errores médicos.

El trabajo forma parte de un proyecto realizado junto a Costa Rica y la Organización Panamericana de la Salud. Básicamente se basa en un sistema de "check list"; listas claras y concisas sobre lo que hay que hacer antes, durante y después de cada procedimiento.

Bagnulo explicó que la primera fase del proyecto no relevó números absolutos de errores evitados, pero los porcentajes de lo prevenido derivaron en que al día de hoy sean 26 los centros que tienen este tipo de listas. "Son más de 30 ítems y permiten detectar olvidos y que uno diga por ejemplo, 'ah, nos habíamos olvidado de tener sangre a mano porque esta operación puede sangrar`" y que el olvido se subsane antes que la situación se plantee, ilustró el médico.

Para el director del Departamento de Farmacología del Hospital de Clínicas hay al menos cuatro flancos en el sistema de salud que podrían cubrirse para evitar errores producidos por medicamentos: el sistema de repetición de fármacos, la comunicación con el paciente, la documentación en la historia clínica y la publicidad de los medicamentos en los medios de comunicación.

El primer punto lo ejemplificó con una anécdota personal. "El año pasado en una licencia que tuve en una mutualista en la que trabajo llegó un paciente que no sabía que yo no estaba y pidió la repetición de un medicamento que hacía tiempo venía recibiendo", rememoró.

Se trataba de un paciente con fibrilación auricular crónica, una patología del corazón que se caracteriza por una alteración de la velocidad o el ritmo de los latidos. El médico que lo estaba suplantando prescribió el fármaco pero lo hizo en una dosis mucho más alta de lo indicado. El medicamento era un anticoagulante; horas después el hombre ingresaba con hemorragias a la emergencia.

"El sistema actuó como tenía que actuar, el paciente fue a su médico, no estaba y el suplente le remitió la medicación. Pero no se pidió la historia, no se habló ni se discutió con el paciente qué hacer".

Por eso, para Tamosiunas, el sistema de repetición de fármacos "juega en contra" de la salud de la población y la prevención de los errores. En algunos centros, advirtió, lleva a que haya pacientes que reciben psicofármacos por meses y hasta años sin que nadie los evalúe y les haga un seguimiento.

El clínico indicó a su vez que la prescripción de una droga tiene que ser algo conversado con el paciente y que cada persona tiene que tener claro qué se le administra, en qué dosis y por qué. "Claro, con 10 minutos de consulta en general no da el tiempo", apuntó.

Alba Negrín, profesora adjunta del Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (CIAT) informó que en un año reciben unas 11.000 consultas de las que el 50 % (unas 5.500) están vinculadas a medicamentos.
Entre quienes consultan el 80 % son médicos.

Al referirse específicamente a intoxicaciones registradas por el CIAT, Negrín expresó que entre 2009 y 2011 relevaron 79 casos, 3 por mes. Un segundo estudio identificó 9 errores de vías en un lapso de dos años; 6 se registraron en el Hospital de Clínicas. Entre los afectados hubo 2 niños menores de 2 años y también pacientes mayores de 65.

"Las cifras son muy pequeñas para lo que pensamos que ocurre", admitió Negrín. Los errores de vía se producen, por ejemplo, cuando un medicamento que debe ser administrado vía subcutánea (bajo la piel) es administrado de forma intravenosa o viceversa.

También sucede que un alimento que debe ser recibido por vía nasogástrica (por la nariz) se administra directamente en la sangre. Si bien depende del preparado y la cantidad, la situación puede derivar en la muerte del paciente.

Esto sucedió en un bebé de unos 3 meses en un centro de salud montevideano.
"Si bien el niño no murió por esa causa, este evento no lo ayudó mucho", apuntó Hugo Rodríguez, catedrático de Medicina Legal de la Facultad de Medicina que compartió el caso en el panel del congreso de Toxicología Forense.

Para Hugo Rodríguez una de las carencias graves en Uruguay es no admitir los errores ante las familias de los pacientes afectados. En el caso del bebé al que se le administró alimentación por vía intravenosa los médicos sí lo enfrentaron y lo admitieron ante los padres del niño.

"Fue una cosa grave que movilizó mucho al equipo de salud pero manejaron el error comunicándolo a la familia y escribiendo en la historia clínica los detalles de quién lo hizo, quién lo encontró, cómo estaba" y qué pasó después.

"Los padres y la familia toda tienen derecho a saber qué pasó. Hay que hablar con ellos; contestar todas sus preguntas y decirles todo lo que quieran saber", indicó el médico ante los colegas presentes.

Rodríguez agregó a su vez que a nivel internacional los estudios demuestran que los médicos tienen mejores resultados profesionales cuando admiten sus errores que cuando los ocultan. "Así que si no es por un tema ético sino por cómo les va a ir, sepan que también es conveniente contarlo que taparlo", aseveró.

Por otra parte, es importante investigar qué sucedió y por qué se produjo el error para poder capitalizarlo, dijo el catedrático de medicina legal. En el caso del bebé se supo que el error lo causó una enfermera que iba por su tercera guardia consecutiva. Llevaba más de 12 horas trabajando.

"Ahora cada vía tiene un color que la identifica para que la próxima vez que llegue una enfermera demasiado cansada no ocurra lo mismo". Bagnulo coincidió en que es importante cambiar la cultura de trabajo en cuanto a no notificar errores. Sin embargo, aclaró que para que eso ocurra es fundamental que el médico sienta que tiene garantías y que no terminará sí o sí en un juzgado, o preso.
El mercado.

Ante esta realidad los clínicos recordaron que hay errores con drogas que se cometen en el domicilio y están asociados a la disponibilidad de fármacos por parte de la población. Si se reduce esa disponibilidad también aumenta la prevención, apuntaron.

Tanto Rodríguez como Tamosiunas indicaron que se debería controlar la venta libre de sustancias químicas que pueden ser dañinas para la población.

"Hay veces que venden un medicamento por otro porque no entienden la letra del médico", cuestionó Tamosiunas. "Está bien, nosotros tenemos que aprender un poco de caligrafía pero ahí el tema no es la caligrafía sino la venta y eso también es un tema ético. Si yo prescribo algo que no se entiende no se puede dispensar".

Tamosiunas también consideró que si se actúa sobre la publicidad de los medicamentos se podría reducir la imagen popular de que no son algo peligroso, son fáciles de administrar y cualquiera los puede tomar. Tener esto en cuenta también ayudaría a prevenir los errores, recordó el clínico.

Errores médicos afectan a unos 400.000 pacientes cada año en Estados Unidos de América

Los errores médicos constituyen un problema que va más allá del sistema de salud uruguayo. Entre 210.000 y 440.000 pacientes que cada año acuden a un hospital en Estados Unidos de América para recibir atención médica sufren algún tipo de daño evitable que contribuye a su muerte, según un estudio publicado en septiembre por la revista especializada Journal of Patient Safety.

El estudio fue encabezado por John T. James, toxicólogo especializado de la Agencia espacial yanqui (NASA) cuyo hijo falleció a los 19 años víctima de una atención hospitalaria negligente. "Tenemos que hacernos una idea de la magnitud de este fenómeno", expresó James quien dirige la organización "Seguridad del Paciente de USA."

Los datos sacaron a la luz una cifra superior a los 180.000 pacientes contabilizados por la Oficina del Inspector General de Salud y Servicios Humanos de USA y convirtieron a los errores médicos en la tercera causa principal de muerte en el país norteamericano después de las enfermedades del corazón y el cáncer, que son la primera y segunda, respectivamente.

James basó sus estimaciones en los resultados de cuatro estudios recientes que determinaron el daño evitable que habían sufrido los pacientes. Los cuatro estudios examinaron los registros de más de 4.200 pacientes hospitalizados entre 2002 y 2008; los investigadores encontraron eventos adversos graves en el 21% de los casos revisados y eventos adversos letales en hasta un 1,4% de los casos.

En Gran Bretaña el ministro de salud, Jeremy Hunt, expresó recientemente su preocupación por los fallos humanos registrados en los hospitales del país y afirmó que esos errores médicos causan daños a alrededor de 500.000 mil pacientes anualmente.

Hunt hizo estas declaraciones después de que saliera a la luz un presunto encubrimiento de Care Quality Commission, la comisión que controla el funcionamiento de los hospitales, sobre un informe que registró las muertes de niños en un hospital en la región de Cumbria, al noroeste de Inglaterra, en 2009.

En el informe se detallaron las graves deficiencias halladas en las unidades de maternidad de diversos centros hospitalarios sobre los que pesan hasta 30 denuncias por negligencias médicas, 16 de ellas por la muerte de recién nacidos, por lo que el ministro Hunt pidió disculpas a las familias y dijo que garantizaría un sistema de salud más transparente.

En el pasado mes de febrero, también en Gran Bretaña, se reveló otro escándalo en el que más de 400 personas murieron innecesariamente entre 2005 y 2008 en el Hospital Stafford de Inglaterra.

En cuanto a los errores asociados con medicamentos, la Organización Mundial de la Salud estima que el 50% de los fármacos que recibe la población mundial se administran de forma inadecuada, ya sea por equivocaciones de los pacientes o de los profesionales.
Algunos consejos prácticos
El paciente puede ayudar a prevenir

La Biblioteca nacional de medicina de Estados Unidos, (bajo la órbita de los Institutos Nacionales de Salud) elaboró recomendaciones para que los pacientes ayuden a prevenir los errores que se puedan producir ya sea asociados a medicamentos, cirugías, diagnósticos, médicos tratantes o informes de laboratorio.
Participar en la atención médica

Los médicos de Estados Unidos recomiendan a los pacientes que compartan su información de salud con los profesionales que los atienden y no den por sentado que ellos ya la conocen. Además, les aconsejan especialmente preguntar a los clínicos qué exámenes se le están haciendo y para qué son.
Chequeos antes de las cirugías

Se recomienda a quienes se vayan a operar que se dirijan a un hospital donde realicen muchas veces el tipo de cirugía que le indicó. También se llama a verificar que tanto ellos como el cirujano saben exactamente dónde se va a hacer la operación. Es más, aconsejan pedir expresamente al cirujano que marque en su cuerpo dónde va a operar.
Ayudar a bajar el riesgo de infección

Los especialistas recomiendan que para disminuir riesgos de infección se recuerde a familiares, amigos, médicos y enfermeros que se laven las manos al entrar y salir de la habitación, antes y después de tocarlo, antes y después de usar guantes y al ir al baño.
Encargarse de los medicamentos

Recomiendan hablar sin temor si piensan que le están dando el medicamento equivocado o en el momento equivocado. También aconsejan conocer y preguntar por los nombres de los fármacos, su acción y efectos adversos y a qué horas se los van a dar.
Aportar para una mejor seguridad

Se supone que todos los medicamentos deben contener una etiqueta con el nombre de la medicina. Todas las jeringas, sondas, bolsas y envases de pastillas deben tener una etiqueta. Si no la ve se recomienda que pregunte qué medicamento es.

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