Charlene Dawnes de 14 años de edad, desapareció en 2003 sin dejar rastro en Blackpool, Gran Bretaña. Fueron acusados de su asesinato y descuartizamiento el jordano Albattikhi y el iraní Reveshi, pero gracias a una incompetente y negligente investigación policial, fueron absueltos del delito por el que fueron encausados.
En abril de 2011 fue desarticulada una banda musulmana que prostituía a 60 menores, entre las que se encontraba una niña de 11 años. Sin embargo, lo realmente asombroso, no es que los proxenetas suministraran drogas y alcohol a sus víctimas, sino que ya habían sido relacionados con la desaparición de Charlene Downes, quien fue violada, se cree que por más de 100 hombres, descuartizada y luego servida a los clientes del restaurante de comida rápida “Funny Boyz”, como kebad (carne asada servida en pinchos)
Los “asiáticos” Albattikhi y Reveshi, cambiaron el nombre de su establecimiento tras ser juzgados, que de “Funny Boyz” pasó a llamarse “Mr Beanz”, no obstante, siguieron desarrollando la misma actividad delictiva con absoluta impunidad: la prostitución de menores blancas de familias desestructuradas de clase obrera británica.
La policía obtuvo los primeros indicios de esta red criminal en el año 2003, durante la investigación del caso de Downes. Fue entonces cuando descubrieron que más de 60 niñas, de entre 13 y 15 años, sufrieron abusos sexuales por parte de "hombres no blancos", tal y como los define un informe policial que se mantuvo oculto al público. Estos criminales estaban conectados con "un grupo de tiendas take away (establecimientos compra comida hecha para llevar a casa)".
El documento añade que la explotación "incluía el intercambio comercial de dinero, comida, refugio y regalos por actos sexuales. Las jóvenes eran asaltadas por los dueños y los trabajadores de estos negocios tanto en las tiendas como fuera de ellas". En total, la policía estableció 11 locales de Blackpool como puntos de explotación sexual.
Los informes de la policía también revelan que otra chica, Paige Chivers, desparecida en 2007 cuando contaba con 15 años, ha sido identificada como víctima de esta red de explotación. Los agentes temen que esté muerta.
Ignorancia absoluta por parte de la población
Los ciudadanos no sabían nada de esta red criminal. Karen Downes, madre de la chica asesinada Charlene Downes, dice que no conocía este "terrible lado oscuro de Blackpool" antes de la desaparición de su hija.
El asistente del jefe de la policía de Lancashire, Andy Rhodes, quiso alejar la cuestión racial y afirmó que los delincuentes sexuales "provienen de muchos ámbitos sociales y étnicos", si bien reconoció que "en algunas áreas la cantidad de ofensores asiáticos es desproporcionada respecto a la población".
Al cumplirse el 10º aniversario de su desaparición, la policía de Lancashire informó que han relanzado la investigación dirigida por el Superintendente Andy Webster y un equipo de agentes especializados, pretendiendo definitivamente poder cerrar este caso y llevar a prisión a sus responsables.
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