Un informe de los servicios de Inteligencia que obra en poder del presidente José Mujica advierte que casi todos los hechos de violencia provocados por 'grupos antisistemas' están cuidadosamente organizados y en buena parte de ellos participa la ex militante tupamara Irma Leites. Como el trabajo de Inteligencia fue cerrando el cerco, registrando nombres y comprobando hipótesis, los policías creen que las últimas denuncias de abuso de autoridad son en realidad parte de los operativos de estos grupos, en este caso para desacreditar las tareas de investigación.
En filas policiales inscriben en esta estrategia la reunión a la que este miércoles vecinos del barrio Santa Catalina convocaron para plantear su malestar con el reiterado abuso policial del que, aseguraron, son rehenes. Hace dos semanas, Leites increpó al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, por otros supuestos casos de abuso policial.
Nieves Cancela (ver fotos) es una mujer de 37 años que vive en la esquina de Pensamientos y Roncadera, en el barrio Santa Catalina, donde según relató, en la madrugada del pasado martes un grupo de policías detuvo a tres jóvenes y golpeó a uno sin motivo ni razón. 'Los gurises paran ahí todos los días y no nos molestan para nada', dijo Cancela al diario El Observador, durante la asamblea del miércoles.
La mujer relató que los policías insultaron a los jóvenes y los agredieron. Ese relato coincidió con el de detenidos y testigos, quienes señalaron que en la noche de este martes la Policía llegó con más violencia al barrio, mientras los vecinos pintaban 'No al abuso policial' en los muros.
Pero Cancela no es sólo una vecina del barrio sino que es activista de Plenaria Memoria y Justicia. De hecho fue una de las oradoras, junto con Leites, en la marcha de este 24 de agosto, que recordó como cada año, la muerte de dos manifestantes en manos de la Policía durante una protesta frente al hospital Filtro en 1994.
Previo a la marcha del 24, la Policía se infiltró entre los manifestantes y detuvo a 12 de ellos, vinculados a Plenaria, que tenían en su poder una piña americana, palos, gas pimienta y pintura.
En el Ministerio del Interior dijeron que esa acción policial no solo se hizo con conocimiento judicial sino que hasta último momento fue consultado el presidente de la República. '¿Los dejamos que rompan todo y registramos o actuamos?', llegó a preguntar un oficial a un asesor directo del presidente, quien lo atendía por teléfono mientras a su lado estaba el propio mandatario. Actúen, fue la orden.
Al otro día, el 25 de agosto, el día del comité de base del Frente Amplio, Leites increpó a Bonomi y le planteó que la Policía amenazó y torturó psicológicamente a los detenidos. 'Ella decía que los habían torturado, cosa que no me consta; no me parece que sea cierto', explicó Bonomi horas más tarde en otro comité de base.
Fuentes de Inteligencia policial informaron a El Observador que las reiteradas denuncias de abuso policial están 'orquestadas' por la líder de Plenaria y buscan 'preparar el escenario' para realizar un acto violento.
La Policía estima en 200 los anarquistas que actúan, entre otros grupos, en la Plenaria. En las acciones, según los informes policiales, participan militantes de al menos cuatro países de la región. Los 12 detenidos el 24 de agosto habían realizado varios viajes al exterior, informaron las fuentes oficiales. Incluso, alguno de ellos estuvo detenido por la Policía chilena durante manifestaciones estudiantiles en ese país y militantes chilenos detenidos aquí tienen antecedentes en el país trasandino.
En la marcha estudiantil del 14 de agosto, que recordó el asesinato de Líber Arce, también hubo incidentes que la Policía vincula a Plenaria. Dos manifestantes fueron detenidos y procesados sin prisión. Uno era uruguayo y el otro peruano; ambos viven en Argentina.
La Policía asegura que Leites ha sido vista merodeando los sitios donde se realizan actividades violentas pero lo hace desde la distancia, con mucho cuidado. Las fuentes dijeron que incluso tienen una línea de investigación que vincula a Leites y los suyos con pintadas nazis. 'Todo lo antisistema suma a sus intereses', dijo un oficial, quien contó que las advertencias de la comunidad judía por estas pintadas ha ido en aumento.
¿Usted mantiene vínculos con grupos neonazis?, le preguntó ayer El Observador a Leites. '¿Neonazis? Están más que chiflados. Voy a tener que pensar en qué demanda les voy a hacer. Es un disparate. Yo soy una trabajadora, una persona de abajo, una persona que intenta vivir con códigos revolucionarios y no tengo nada que ver con los funcionalistas al sistema', respondió Leites.
Antes de que se la consultara sobre la presencia de Cancela en la asamblea barrial, Leites adivinó el planteo de la Policía. 'Ahora van a decir que estaba Plenaria en Santa Catalina y en verdad esta compañera vive en el barrio, es trabajadora del INAU, y el incidente se dio frente a la puerta de su casa. No había más gente de Plenaria. No tiene nada que ver que ella haya leído la proclama conmigo con los hechos en Santa Catalina', advirtió Leites.
Sobre la versión oficial, la líder de Plenaria expresó: 'A mí me parece que esto aumenta el atropello de la Policía y el proceso de criminalización. Si ahora salen a decir que allí estaba Plenaria, esto es una farsa más. Esto fue un atropello contra el barrio, como sucede en todos los barrios de Montevideo y dio la casualidad que esta compañera vive en la puerta donde sucedió'.
Pero Cancela no era la única persona que se repetía: el encargado de la amplificación en el acto del 24 también fue contratado el miércoles como sonidista de la asamblea de vecinos.
De todos modos, Leites insistió en que 'esto es una patraña de Bonomi y compañía, de los ex revolucionarios que hoy están en el gobierno, que hoy solo acusan que somos ultraizquierdistas cuando ellos quieren, y mezclan todos los tantos hacia la derecha'.
Cuando Eduardo Bonomi se retiraba entre besos, abrazos y apretones de manos del comité Líber Arce, en Malvín Norte, se le acercó la líder de Plenaria Memoria y Justicia, Irma Leites, y lo increpó. Le dijo que la Policía amenazó con 'violar y torturar bajo el método de submarino' a los 12 integrantes de Plenaria detenidos este sábado por tener una piña americana, palos, gas pimienta y pintura, antes de la marcha que recuerda cada año el asesinato de dos manifestantes frente al hospital Filtro en 1994.
'Ella decía que los habían torturado, cosa que no me consta; no me parece que sea cierto', explicó el ministro horas más tarde, en otro comité de base, en Punta Gorda. 'Y no me parece correcto usar la fiesta de los comité de base por parte de Irma Leites', agregó.
Leites no logró, de todas maneras, opacar el día del comité de base del Frente Amplio. Los líderes del partido de gobierno se reunieron con los militantes y los militantes eligieron a los delegados que participarán del congreso que definirá el programa para el próximo período de gobierno.
El expresidente Tabaré Vázquez, la senadora Lucía Topolansky y la mayoría de los legisladores oficialistas recorrieron las bases y tomaron el pulso de sus más fieles defensores.
De tarde, en Punta Carretas, Bonomi bajó el trago amargo de la mañana con un café sin azúcar. Unos 40 frenteamplistas, de los que solo 3 o 4 tenían menos de 40 años, se acercaron al comité de Punta Gorda para elegir a sus representantes, escuchar al ministro y probar galletitas con paté y aceitunas, tortas de chocolate y browines. Un par de cervezas quedaron sobre la mesa sin abrir.
El clima era de encuentro y celebración. Bonomi se crió en esa zona y comenzó su charla recordando su militancia predictatorial y a un compañero de ese comité desaparecido en 1977. La melancolía invadió al ministro cuando Miriam Otero de Rocha, su profesora de literatura de tercer año del liceo, lo saludó y le pidió que le enviara un abrazo a su padre, también profesor de secundaria.
'La noche de la nostalgia terminó', comentó un militante. El ministro cambió entonces de tema y comenzó a plantear cuáles son los principales desafíos del Frente Amplio de cara a la campaña electoral.
'Como Frente Amplio tenemos un problema. No alcanza con hacer lo que ya se hizo', dijo. El gobierno logró 'universalizar' la salud y la educación.
'Queda la vivienda', agregó el ministro.
Y aunque aseguró que ya sabe 'quién es el (futuro) presidente', advirtió: 'Vamos a ganar si hay militancia; si no, no vamos a ganar'.
'Nos consideramos uno de los países con mayor participación militante. Pero hoy Uruguay es uno de los países que tiene menor participación ciudadana. Hubo participación fuerte hasta que el Frente fue gobierno. Después la gente dijo: ‘Yo los puse ahí, quiero soluciones', expresó Bonomi.
Los líderes intentaron revivir esa militancia. Las banderas volvieron a flamear en plazas. La liturgia frenteamplista resurgió, aunque en Punta Gorda las tortas fritas brillaron por su ausencia.
La mayoría de los presentes felicitó al ministro (uno lo despidió con un 'sos crack'), pero también hubo críticas. 'No vemos respaldo de los legisladores al gobierno', se quejó uno. Cuando Bonomi respondía, su profesora, de 88 años, lo interrumpió: 'No te oigo bien'. El ministro se esforzó desde entonces por vocalizar bien y salvar con buena nota el día. 'Como alumno no era brillante, pero era correcto. Era retraído, tímido, callado. Y tenía un problema de locución', recordó la docente. A pesar de este inconveniente, aún intacto, docente y alumno, ministro y militante, volvieron a discutir y a abrazarse.
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