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domingo, 11 de agosto de 2013

PAKISTAN: MUSULMANES POR LA EDUCACION

La mayoría de los superhéroes (si no es que todos) visten capas y máscaras para ocultar su identidad. Pero qué tal una burka ? Una nueva serie de dibujos animados en Pakistán utilizará los estereotipos de una forma distinta. La protagonista es una mujer que no viste una burka de día, pero que se pone una para transformarse en Burka Avenger y luchar por la educación de las mujeres. El personaje ya es comentario destacado en el país y ni siquiera se ha lanzado. Burka Avenger es un proyecto de la estrella pakistaní pop Haroon.



'Fue en 2010, estaba leyendo muchos artículos sobre escuelas de niñas que estaban siendo cerradas por extremistas, así que eso estaba en mi mente', dijo el cantante en entrevista con CNN.

'Cuando vives en Pakistán, te enfrentas a todos esos problemas constantemente. Entonces, cuando estás creando arte, así sea música o cualquier otra cosa como una serie de dibujos animados, quieres incorporar mensajes sociales. Siento que es mi deber intentar y hacer una diferencia positiva'.

La profesora de día, Burka Avenger de noche, usa un velo especial para proteger las escuelas de las niñas, peleando con los malos que tratan de cerrarlas.

'Burka Avenger es un personaje llamado Jiya, huérfana de niña, adoptada por un maestro Kabbadi, que es un maestro en este arte marcial místico, llamada Takht Kabbadi, el arte de pelear con libros y plumas. Da el mensaje de la importancia de la educación y de que la pluma es más poderosa que la espada', dice Haroon.

El burka puede ser una prenda controvertida para vestir. Para algunos, el burka es un símbolo de opresión; para otros, es un símbolo de libertad del sexismo y evita que una mujer sea vista simplemente como un objeto sexual. Debido a que el burka cubre el cuerpo de una mujer, es vista como un ser humano, no como un objeto de deseo.

Le pregunté a Haroon por qué decidió vestir así a su heroína y tuvo una explicación empática:

"Ella no usa un burka porque esté oprimida. Ella lo usa, ella escoge vestirlo para ocultar su identidad de la misma forma en la que los superhéroes visten sus disfraces para ocultar una identidad. ComoBatman o Gatúbela", afirma.

El Talibán secuestró a la religión, afirma Haroon, y la usa para su propia propaganda.

Cuando entraron a Swat en 2007, quemaron y atacaron con explosivos las escuelas de niños y niñas, afirma. Su campaña brutal fue detenida a través de un operativo militar en 2008 y en 2009, pero años después, en 2012, llevaron a cabo un atentado que conmocionó al mundo: dispararon contra Malala Yousafzai.

Haroon también afirma que eligió el burka como una forma de enfrentar cualquier argumento que pretenda afirmar que pelear por la educación de las niñas es visto como antiislámico.

"Al vestir un burka, ella muestra que es una musulmana y una heroína. Y que defiende las buenas cosas del islam y los verdaderos valores islámicos, que son la igualdad, los derechos de las mujeres, la educación y la paz, en vez de la forma en que el islam ha sido secuestrado por elementos radicales", afirma.

Para darles las voces a los personajes de la serie, Haroon convocó a sus amigos celebridades. Algunos de los talentos musicales más famosos del sur asiático también cantan para la serie. El rapero Adil Omar escribió Lady in Black y el rockero Ali Azmad canta Baba Bandook, una canción sobre uno de los personajes principales que intenta cerrar las escuelas de las niñas.

En total hay 13 episodios y cada uno cubre un problema distinto de Pakistán, incluida la discriminación, el trabajo infantil, la violencia sectaria, la escasez de electricidad y la protección al medio ambiente.

"Esos son problemas realmente duros, y pensarías, ¿cómo se pueden hablar de esos asuntos en un programa infantil? Es presentado de una forma muy entretenida, llena de aventura, comedia y diversión", afirma Haroon.

El ídolo pop dice que espera que la serie tenga un impacto en los niños de Pakistán que no saben leer o escribir o cuyos familiares no les pueden leer historias antes de dormir. Y así como los cuentos de hadas, cada episodio tiene una moraleja al final.

"Recuerdo cuando era niño, mi mamá acostumbraba leerme historias y al final decía: 'la moraleja de la historia es esta'. Solía también leer esas historias mientras aprendía a leer. Eso realmente resonó conmigo y me ayudó a forjar mi propia moral y ética".

"Desafortunadamente, con la tasa de alfabetización tan baja en Pakistán, muchos niños no tienen la oportunidad de que sus padres les lean o de que lean por sí mismos. En esta serie, eso también ocurre. Al final de cada episodio, Burka Avenger llega y dice: 'está bien niños, la moraleja de esta historia o el episodio es este o este'".

La serie será lanzada a mediados de agosto luego del festival musulmán del Eid ul Fitr.


El argumento gira en torno a Jiya, una huérfana que deviene en joven maestra del ficticio pueblo de Halwapur (algo así como Villa, dulce) y que, en sus ratos libres, aplica sus habilidades en las artes marciales para luchar contra un político corrupto y un mago malvado.

La maestra, instruida en un nueva disciplina denominada ‘takht kabbadi’ (lucha de la pizarra), ataca con libros y lápices a los villanos, que intentan por todos los medios cerrar la escuela del pueblo.

La alegoría sobre las amenazas para la escolarización de los valientes alumnos, liderados por una niña, son claras: un político avaricioso y un malo de turbante negro y barba llamado ‘Baba Banduk’, que se puede traducir como ‘el hombre de las pistolas’.

El disfraz y los movimientos de la Lara Croft paquistaní, en cualquier caso, recuerdan más al de los tradicionales ninjas que a las mujeres cubiertas en las calles de muchos países musulmanes.

“En Pakistán no ha habido ninguna polémica”, enfatiza el popular cantante y creador del personaje en una opinión respaldada entre los espectadores del pase especial que se dio el pasado fin de semana en un cine de la ciudad de Rawalpindi, vecina a Islamabad.

A decir verdad, la prensa local sólo se ha hecho eco de la polémica a través de agencias y medios extranjeros, y la reacción mayoritaria ha sido de indiferencia o de apoyo a un producto audiovisual local que sitúa la educación como algo a defender.

“Aparentemente hay lugar para la controversia”, escribía el lunes la columnista Hajrah Mumtaz en el diario Dawn, ya que “la batalla por la igualdad de las mujeres paquistaníes incluye darles plena propiedad de sus cuerpos”.

Sin embargo, Mumtaz –que confiesa no gustar de “burkas, niqabs, hiyabs ni, para que conste, barbas”– relativiza el debate sobre ‘Burka Avenger’ porque el mensaje que transmite va más allá de su disfraz e incluso cree que puede tener un toque “subversivo”.

La columnista recuerda que la protagonista de la historieta es una mujer que trabaja, “que mantiene el control de sí misma y de su vida, no está para nada desamparada y con quien es mejor no meterse”.

Defensa de la

educación femenina

Muchos destacan que la polémica prenda no aparece más que como disfraz e incluso la veterana defensora de los derechos femeninos Farkhanda Aurangzeb no ve nada reprobable en el cómic y apunta que “la maestra (sin disfrazar) va vestida de una forma muy moderna”.

Los espectadores se mostraban extrañados por el revuelo causado en la prensa extranjera y en general defendían el mensaje positivo de defensa de la educación, en especial de la femenina.

Haroon explica que desde su creación, el equipo ha tenido muy en cuenta la necesidad de trasmitir mensajes educativos –”en un envoltorio atractivo y de entretenimiento”– y que cada elemento fue pensado a fondo.

“Lo pensamos todo bien, probamos con grupos de niños y hablamos con educadores y gente del medio audiovisual”, afirma el líder de un equipo, que trabajó un año para crear los 13 capítulos de una serie que ahora se dobla al inglés para acceder al mercado internacional.

A la salida de la proyección, los niños se declaran incondicionales de la aguerrida maestra y de los libros que lanza a la cabeza de los villanos, pero muestran más bien indiferencia ante su vestimenta, no así algunos padres.

“Nunca voy a forzar a mi hija a llevar burka, pero si ve esta historieta y decide usarlo seré feliz, porque ese es el mensaje que a mí me gustaría transmitirle”, dice a la salida del cine Anwar, un joven padre de clase media con su pequeña de la mano.

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